Gravity Falls: aventura inolvidable

Identidades Conocidas

La realidad suele ser decepcionante a la vez que impresionante, dan malas noticias como buenas, tiende a tener un algoritmo de suerte aleatorio para cada persona, eso es lo que lo hace una vida fascinante, tiene llena de sorpresas malas que se superan con el paso del tiempo y sorpresas Buenas que simplemente, hay que disfrutarlo, ya que nadie es feliz por siempre, pero puede estar por un largo tiempo.

Las sorpresas eran cosas que rara vez pasan en nuestras vidas, aunque por más preparado que uno este, tiende a sorprenderte mientras menos lo esperes.
Por eso, eran dudas que llegaban a pasar en la cabeza de Dipper,  mientras dormía en su cama, a veces despierto mirando el techo, con esas dudas de existencia.
Sin saber cómo sería todo, como terminará el verano que poco a poco llegaba a su fin. Cuando el verano termine,  ¿podrá estar en contacto con Pacifica? ¿podrá estar feliz cuando todo esto termine? ¿podrá casarse con Pacifica? Tal vez solo sea un amor sin sentido, pero cuando ambos se aman, el amor es tanto que simplemente uno haría locuras, haciendo saber que ambos sólo tiene dieciséis años, técnicamente sería raro casarse aman tan temprana edad, pero...
¿Saben algo? Al demonio con las preguntas de si esta bien o esta mal, al final, todo lo que le ocurrió en Gravity Falls cambio su vida para bien. Las mejores aventuras de su vida, la diversión que esta tenía con amigos como Wendy y Soos, y como no olvidar a Pacifica, quien cambiaba su vida por algo más especial que todo lo anterior. Y pensar que ambos se odiaban, bueno, el amor es raro, como Gravity Falls, solo que con esa sensación que Cómo una droga, quieres más y más.  Talvez Gravity Falls fue lo mejor que le ha pasado en la vida, tiene todo lo que ama en ese lugar, y el hecho de que el verano se acaba poco a poco, solo lo pone triste o apenado.

Nada se comparaba con esos misterios que le invitaron a ser un investigador de lo paranormal y así resolver esos misterios,  pero ese día,  los más grandes misterios que pudo encontrar fueron ese verano lleno de cosas locas, cosas increíblemente raras y aunque estaba preparado,  lo que ocurría lo ponía en un peligro grande, y sin poder hacer nada.
¿Que podía hacer en esos momentos?
Estaba impactado con lo que veía, lo que escuchaba, a la vez que lo ponía algo confundido, pero nada hacia que reaccionará,  solo se le quedaba observar la pelea de una de las personas en las que más confío contra la persona que apenas conoció hace unas semanas.

  - ¿Que hacemos, tío Ford? -pregunto el joven castaño.
  - Esto es complicado, ¿en quien confiar? -respobdio Ford con una pregunta
  - En mi, obviamente -grito Xally

La batalla de ambos iba a empezar, el ambiente se volvió frío,  ambos oponentes estaban atentos a ver quien daría el primer golpe.
Por un lado, el traidor con cadenas salidas del piso que emanan un aura dorada, y por el otro lado, Xally que solo tiene una ballesta con solo cinco flechas,   y un puño americano bañada en oro en su mano izquierda.
La batalla había empezado.
Los dos corrieron de un lado a otro, listos para enfrentarse.
Lanzó sus cadenas con una velocidad alta, esos serían a Xally que lograba con mucho esfuerzo esquivar los ataques continuos.  Se acercó tanto que empezaron a pelear cuerpo a cuerpo, Xally golpea con el puño americano a tal fuerza,  que su oponente tuvo que esquivarlos,  bajando ajo su defensa,  siendo blanco fácil para la ballesta,  en menos de un segundo lanzó la primera flecha,  llegando a su abdomen. Lag cadenas volviendo atacar por la espalda,  Xally apenas logró esquivarlo dando un gran salto hasta llegar al techo,  y trepando por el mismo,  pero las cadenas volvieron a atacarla donde se situaba lo que la obligó a dar otro salto sin tanta suerte, una de las cadenas logró golpear su hombro derecho, haciendo que cayera al suelo de mala forma, se paro y miro fijamente a su objetivo.
Rápidamente preparó su segunda flecha, lista para ser lanzada, pero el golpe fue fuerte que no pudo sostener la ballesta, lo que la obligó a cambiar posiciones, teniendo el puño americano a la derecha y la ballesta en la izquierda.
Dipper y Ford sólo se quedaron viendo como transcurría la batalla.