Gravity Falls: aventura inolvidable

Doble Dip

Nada como pasar en la cabaña del misterio durante el descanso,  donde los turistas gastan grandes cantidades de dinero en visitarlo, además de comprar objetos que llegan a ser innecesarios  pero que por alguna razón atraen a los turistas.

Soos era de las personas más felices en ese lugar, ¿cuál era la razón de su felicidad? Nadie lo sabia, o eso era lo que pensaban la mayoría de quienes vivían en la cabaña.

Bajaba por las escaleras, hundido en sus ideas, pensando como lograría en volver ese día anhelado en el mejor día de su vida, por tal razón confiaba en su mejor amigo, Dipper.

Al terminar de bajar las escaleras, fue al sillón de la sala, talvez para ver algún programa de televisión, o la maratón del "Patotective" ahora con comentarios del director, de los actores, inclusive del pato.

Pero no dio más una cara de sorpresa cuando descubrió, que en el sillón había un Dipper maltratado, con ropa elegante desgarrada y sucia, y a su lado otro Dipper, nada fuera de lo común a excepción del gemelo idéntico de Dipper.

Balbuceo unas palabras, sin saber que decir ante la situación, provocandole un desmayo.

Dipper recorrió a su ayuda, dejando a su otro yo con una manta en su cabeza cubriéndolo casi por completo hasta los pies. Aún, con sus acciones no podía despertar a su amigo, le costaba tanto despertarlo. Por la puerta de la cocina, entro su tío Stan, como siempre sin pantalones, disfrutando de una gaseosa. Con su mala gana, como si recién hubiese despertado, dijo:

  - ¿Qué fue ese ruido? Estoy seguro que se entró otro oso a dormir en la cabaña, aunque los recordaba menos pesa... -no termino su frase al ver el escenario.

Vio a su sobrino intentando despertar a Soos, pero más le llamo la atención lo que estaba en el sillón, a lo que él creía, un cuerpo cubierto por una manta, a lo que Stan comentó.

  - Dipper -llamó la atención de su sobrino- Tienes que saber que aún conservamos las palas.
  - Tío Stan -dijo nervioso- Que bueno verte... ¿perdiste peso?
  - Ya quisieras. Ahora explícame que es esto -señaló con su dedo indice al cuerpo cubierto con la manta.
  - Bueno, no se como explicarlo.
  - Me hubieses llamado si necesitabas ayuda.
  - Tío -dijo en voz alta-, esto no es un cuerpo, es... deja que te lo muestre.

El joven castaño levanta poco a poco la manta para hacerla visible a los ojos de su tío Stan.

Cuando lo vio, se alejo un poco, dejó su refresco encima del televisor, tomó un bate que estaba ahí, por alguna razón, y empezó a sacudirla golpeando con su otra mano.

  - Suficiente. Ya me tiene harto ese tonta fotocopiadora de humanos. -se dirigio al sitio donde estaba la fotocopiadora.
  - No, tío Stan. -lo detuvo antes de salir de la sala- lo encontré en el bosque, y no está muerto.
  - Entonces es otra razón para utilizar el bate.

En ese momento entra Ford, buscando que era lo que generó el escandaloso ruido, cuando vio a su hermano Stan con un bate de béisbol, a su sobrino Dipper, a Soos desmayado, y un cuerpo cubierto con una manta en el sillón.

  - Stan, ¿Ahora que hiciste? -pregunto acentuando su pregunta.
  - Yo no hice nada, fue Dipper que no quiere aceptar la ayuda de su tío.
  - Querías golpearlo con el bate.
  - ¿Y porque no? Es un completo desconocido que increíblemente se parece a ti.
  - Espera, ¿Qué? -Ford se dirigio al cuerpo con la manta encima, quitando la manta sin demorar un segundo.

Su expresión no fue de asombro, aun así, preparó su arma apuntando su cabeza.

  - ¿Tu tambien, tío Ford? -dijo Dipper indignado.
  - Tú sabes lo que paso cuando encontramos un doble malvado de Mabel. -dijo Ford apuntando con su arma el rostro de Dipper del traje elegante.
  - Bueno, tienes un punto, pero eso no significa que sea malo.
  - ¿Te atacó cuando te vio?
  - No, pero por lo que me dijo, estuvo varios días aquí, y lo lleve aquí cuando se desmayo -dijo el chico castaño-, además, no creo que haga daño.