Gravity Falls: aventura inolvidable

El fin, y el recuerdo de Dipper.

- Si, si quiero casarme contigo...

El silencio estuvo una vez más presente, solo el sonido del viento era escuchado. Ambos jóvenes, enamorados, mirado se uno al otro con ojos de felicidad, de alegría, sus corazones palpitaban sin parar.
Dipper sacando el anillo de esa pequeña caja de terciopelo, Pacifica extendiendo su mano en forma de que se le pudiera colocar el anillo, así mismo lo hizo el joven castaño, el anillo infinito que uniría a ambas almas para siempre incluso después de la muerte.
El chico castaño se paró, miro a Pacifica, igual que ella lo miro a él, sus corazones no paraban de palpitar, y en abrir y cerrar de ojos ambos se acercaron rápidamente dándose un beso, y no cualquier beso, un beso de verdadero amor, abrazándose fuerte, llorando de felicidad.

  - ¿No crees que son muchos besos? -pregunto susurrando, miro a su compañera que al parecer le llamo la atención, eran lágrimas de su compañera mientras tomaba fotos a la feliz pareja- ¿Estas llorando?
  - ¿Qué no ves que estoy grabando el momento? -dijo exaltada y llorando.

Mientras que Dipper y Pacifica se miraban a los ojos, el chico castaño de inmediato se lanzó a abrazar a su amada, que de igual forma correspondió el abrazo, ambos lloraban de felicidad. Dipper sólo pudo decir alegre:
  - Me haces el hombre mas feliz del planeta.
  - Técnicamente no es un hombre -susurro Ghyl-, aun es un adolescente de 16 años.
  - ¿Y crees que eso impedirá que se casen? -pregunto
  - No digo que no quiera que se casen, es el país y sus cincuenta estados el que se los impedirá, excepto Kentucky -se puso a pensar.
  - No volveré a Kentucky -cruzó sus brazos, de forma de que no quiere tocar el tema.
  - ¿Tuviste problemas con el estado para que no puedas volver?
  - No quiero tocar el tema. Ademas, si no se pueden casar ahora, ¿Conoces algún lugar  donde si puedan?
  - No -dudo-, ahora que lo pienso mejor, ese lugar es muy detestable.
  - ¿Dime que lugar es ese? -pregunto curiosa.
  - Es un planeta lejano, a tres galaxias de aquí, y tú sabes bien que tan difícil es llegar ahí sin portales.
  - ¿Porque crees que se casaran ahora mismo? -pregunto la con capa.
  - Sólo espera unos segundos... -Ghyl sólo espero posando su mano a su oído y espero las palabras.
  - Pacifica, se que esto es muy rápido, pero... ¿Quisieras casarte conmigo ahora mismo? -pregunto Dipper a su oído.
  - Si, si quiero casarme contigo en este momento -dijo feliz la rubia.

La respuesta fue lo que más sorprendió a la compañera de Ghyl, que no se esperaba tan repentino momento.

  - Pero... -antes fe terminar su frase, miro fijamente, aunque no se notaba, lo que en realidad trama a su compañero Ghyl-. Lo planeaste desde un principio, ¿No?
  - Escucha, los necesito lo más junto posible, ya sabes para que, pero... -se quedo pensando intentando decir las palabras correctas-, solo se que tenemos muchos problemas.
  - ¿Problemas? -reclama contra Ghyl-. Te dejo 300 años en esta dimensión y no pudiste arreglar los problemas.
  - Estuvimos congelados en el tiempo, por mucho tiempo, era obvio que paso cosas que ni me acuerdo.

En eso, la conversación que poco a poco aumenta su tono de volumen, fue callada cuando decidieron mirar a la feliz pareja, de cómo Dipper le colocaba lentamente el anillo en el dedo anular de Pacifica, para luego mirarse a los ojos en un lapso de tiempo, y terminar en un beso duradero, tal vez más que el anterior.

  - ¿Crees que esto es lindo? -pregunto su compañera olvidando el tema anterior.
  - Si, es lindo y raro -comentó Ghyl.

El beso duro hasta que simplemente, se separaron, y felices se dieron un abrazo de felicidad. Aunque parecía raro para Ghyl el de una pareja de dieciséis años estar comprometida, no daba duda de lo que es era lo que quería, que ambos estaban comprometidos y así estar hasta el final de sus días.

La noche empezaba a caer, aunque la pareja quería casarse ahí mismo, decidieron por darse un tiempo y pensarlo mejor, si casarse tenía que ser normal como cualquier boda, o especial para jamás poder olvidarla, aunque creo que una boda con la persona que más amas jamás se olvidaría.