Quiero estar contigo, para siempre

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Las luciérnagas daban su resplandor en la noche más brillante gracias a la luna, junto a eso, las mismas hacían un escenario hermoso, y tanto para la pareja joven que, en mesa y sillas, ambos descalzos pisando la arena fría de la playa, se miraban al uno al otro mientras que un joven con una toga negra, tocaba un violín con notas perfectas al ambiente. Mientras que en los arbustos, una chica con una capucha con capa, que de igual forma el rostro no se ve, tomaba fotos sin la necesidad de flash a la joven pareja.

  - Dip, Dip, Dip -susurro Pacifica.
  - Paz, Paz, Paz -le siguió Dipper.

Ambos rieron al mismo tiempo, para luego mirarse a los ojos, y sentirse mejor uno con el otro, tomando confianza.

  - Bueno -dijo primero Dipper-, Así que tus padres te obligaran a casarte con un chico que no conoces, ¿No?
  -Si -respondió desanimada, sin querer tocar el tema, pero ella necesitaba tranquilizar sus pensamientos, diciendo la verdad de lo que en realidad a ella le ocurría-. Mis padres siempre dicen que los Northwest tenemos que estar en el estatus más alto, así fue en que a mis padres se les ideó la idea de que su única hija se casara con un joven.
  - ¿Para recuperar si estabilidad económica u su estatus que perdieron en Gravity Falls? -supuso el chico castaño dándose cuenta del plan de los padres de Pacifica.
  - Si, creo que lo sabia de lo que ocurrio años atrás, ¿No?
  - Pacifica, talvez ellos son tus padres, pero el que hicieran contigo lo que ellos quieran, tienes derecho a casarte con quien tu quieras
  - Los dices por que tu quieres casarte conmigo -dijo mirándolo entre cerrando los ojos.
  - Bueno... yo... -se puso nervioso, mirando de un lado otro sin saber en que fijarse.
  - Descuida, si fueses tu el que me proponía matrimonio, yo hubiese dicho sin duda si. -dio una sonrisa clara y amable
  - ¿Lo dices en serio? -dijo nervioso
  - Pues claro tontito, eres la única persona que conosco que amo de verdad. -miro a la luna apoyándose con la mesa con su mano
  - Yo... yo también te amo
  - Yo... -la miro de reojo- yo también te amo

Mientra que ellos hablaban, por los arbustos, esa chica con capa y capucha tomaba fotos, mientras que Ghyl tocaba el violín de una forma hermosa, hasta que dejó de tocar por el cansancio que recibían sus dedos de tanto esfuerzo.

  - ¿Qué?¿Te cansaste? -preguntaba en un tono burlón.
  - Si -dijo con voz graciosa, pata luego pasarla normal-. Tocar violín no es gran cosa, pero si es necesario para dar momentos épicos como este.
  - Recuerdo cuando tú... -fue interrumpida al instante, cuando la callaron las palabras de Ghyl
  - Será mejor que no digas nada -dijo con un tono serio.
  - Si, yo tampoco quisiera recordar.

  - Y dime -empezó Dipper- ¿Conoces a ese chico?
  - La verdad no, y prefiero jamás conocerle, no me gustaría saber que clase de persona repugnante es.
  - Aún no lo conoces, y sabes que juzgar algo por lo que se ve o no se conoce esta mal.
  - ¿Lo mismo que tú y tu hermana hicieron de mi?
  - Exactamente. Pero después de conocerte en realidad vi la persona con los sentimientos más hermosos que jamás haya conocido, por eso, y mil razones, te amo con el corazón.
  - Pensé que solo tenías cientos de razones.
  - Y yo pensé que el anuncio decía tres millones -susurro Ghyl sin interponerse en la conversación.
  - Tú y tus referencias, ¿No? -la siguió la chica encapuchada.

Seguidamente, un beso en los labios de ambos jóvenes, Dipper y Pacifica lo disfrutaban como nunca antes, mientras que Ghyl y su compañera encapuchada los veían de una manera ya no tan especial que antes, pero aun así dejaban que disfrutarán el momento.

  - Bueno, supongo que tengo que irme -Pacifica se levantó de la silla, apuntó de marcharse, hasta que lo detuvo una mano cálida en su muñeca. Cuando miro hacia atrás, miro a un chico que estaba arrodillado ante a ella, sus cabellos cafés y robustos ocultaban aquella mirada que le daría alguna pista de su comportamiento, hasta que...
  - Pacifica, no te vayas, tengo algo que decirte...

Gravity Falls: aventura inolvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora