Sin Miedo [S.M]

28.

Florencia.

12:00 PM.

Esa hora indicaba mi celular. Shawn estaba en el baño lavándose los dientes. Saque el regalo que le compré y lo dejé en la cama.

Shawn al salir, ve el papel del regalo y sonríe.

-¿Sabes que no debías traerme un regalo?- se saca la camisa.

-Es tu cumpleaños ¡Claro que debo!- me siento como indio y espero a que habrá el regalo.

-Tu eres el mejor regalo que he tenido- me besa y lo aparto.

-Deja tus cursilerías para otro momento y abre el regalo- el se rie y se sienta.

Toma la bolsa y saca el regalo. Lo vio raro y me miró.

-Si te quieres casar conmigo solo debías de decirlo- me río y niego- Okey espero no encontrarme algo extraño- abre la caja y se sorprende.

-Me encanta- chilla como niño pequeño y me abraza para después besarme.

-No es el mejor regalo pero si es con mucho amor- el sonrie y vuelve a ver el anillo.

-Me encantó, amor- está vez yo sonrio y el me vuelve a besar.

Al separarse de mi, tomo el anillo y se lo pongo. El se seca las lágrimas falsas y me río.

-Shawn Peter Raúl Mendes Rayment tienes que dormir ya que hoy tienes un día alocado- el se rie ya que a el no le agrada que diga su nombre completo.

-Okey pero tu debes de dormir conmigo- asiento y me acuesto ya que yo si tengo sueño.

El se acuesta a mi lado y después me abraza.

Shawn me vuelve a besar y me abraza con fuerza, claro sin hacerme daño.

-Gracias por venir- dice en un susurro mirándome directo a los ojos.

-Gracias por aparecer en mi vida- el sonrie y apoyo mi cabeza en su pecho.

Me quedo dormida en unos minutos.

[•••]

Me despierto al escuchar la puerta ser tocada. Con mis habilidades ninja salgo sin despertar a Shawn para abrir.

Abro y veo a Brian con Karen.

"Mierda"

Las manos me empezaron a sudar.

-¿Eres Florencia?- me pregunta Karen y yo asiento- Oh querida porfin te conozco siempre que hablo con Shawn te nombra, un gusto- me abraza y yo igual.

-El gusto es totalmente mio- ella me sonrie y los dejo pasar.-Shawn no está despierto pero voy a despertarlo- iba a ir pero Karen me detiene.

-¿Puedo despertarlo yo?- asiento- Ya sabes para recordar los viejos tiempos- sonrio y me siento en el sillón de la suite.