Love Harder [TaeKook]

Conocidos

[Lisa]

Esto no puede estar pasando.

Park Jimin está frente a mi.

Con su mano lista para saludarme.

Estoy petrificada.

Soy una gallina.

--Hey Taehyung-- dijo Jimin-- tu hermanita es de pocas palabras.

--No lo soy-- de alguna manera me salió voz y mis ojos quedaron abiertos como platos-- sólo es que me pareció haberte visto en algún otro lado.

--Déjame verte bien-- examinó toda mi cara y mis finas facciones-- claro que si, ¿cómo es que no te reconocí?

Silencio.

--Tú una vez cantaste una canción de Sabrina Carpenter en el concurso de talentos de la escuela, tenías el cabello rubio.

¿Era en verdad que el dios griego Jimin me recordaba con tanta exactitud? Empecé a entrar en nerviosismo, pero decidí calmarme, todo esto en una fracción de segundo por supuesto.

--Claro, sí, era yo.-- silencio-- ¿Te gustó?

--Ufff, fue una obra de arte.

--Pues muchas gracias.-- dije mientras me sonrojaba. Voltee y le susurré a Jungkook-- ¿Puedo usar tu baño?

Me lo señaló y caminé hacia allá de la manera más natural que pude, no me sorprendería que terminara caminando como Bambi.

Hice mis necesidades y me mire al espejo verificando que mi maquillaje siguiera viéndose lindo. Todo estaba perfecto, lo único que faltaba era un poco de color en mis labios, lo apliqué y como siempre después de hacerlo, se veían un poco más deseables. No podía dejar que Jimin me olvidara.

Inhalé, tomé la puerta y la abrí, dirigiéndome a la sala porque él estaba ahí.

En efecto, él jugaba con su teléfono mientras Tae y Jungkook preparaban cosas en la cocina.

Me senté y tomé mi teléfono como si fuera a tener algo importante que hacer; me hice pato por unos momentos.

--Y ¿que tesitura eres, Lisa?-- preguntó mientras me miraba.

--Mezzo-- dije segura-- ¿y tú?

--Soy tenor

--Lindo eh

--Pienso que nuestras voces se escucharian bien juntas-- mi cara se ruborizó un poco y yo me sentía como la persona más indefensa de la tierra.

--Deberíamos intentarlo alguna vez.

--Me parece perfecto.

Y antes de que pudiera Jimin percatarse de mi nerviosismo, regresaron Tae y Jungkook con mil bolsas de papitas, chocolates, gomitas, cacahuates y muchas cosas más, unas 4 variedades de salsa y varias opciones de refresco.

--Hey Lisa-- dijo mi querido hermano-- recórrete para que podamos sentarnos todos.

Con un poco de pena me acerqué a Jimin mientras Jungkook se sentaba a mi lado y Tae al suyo, así que muy tranquilamente podía intentar algo silencioso con Jimin sin que Tae se diera cuenta.

Decidimos ver Shrek, porque vaya, ¿a quien no le gusta Shrek?

Antes de darle play a Netflix tocaron el timbre, así que el dueño de la casa atendió y recibió la pizza que habíamos ordenado, mientras,  Taehyung subió al baño.

En ese momento ni siquiera iba a intentar hacer algo, lo juro.

--Hey Lisa-- voltee a ver a Jimin y paré el impulso de decirle "¿Si, mi amor?"  Así que sólo hice un pequeño "¿mmmm?"-- ¿cuál es tu teléfono?

¿Han oído esa canción religiosa que dice "SEÑOOOOOOOOOR, ME HAZ MIRADO A LOS OJOS, SONRIENDO, HAZ DICHO MI NOMBRE"?

¿Si?

Bueno, eso cantaba mi mente en ese momento.

Se lo dicté y me mando un sticker de él con miles de corazones alrededor por WhatsApp.

Dios, esto estaba yendo mejor de lo que creí.

Voltee a verlo y nos reímos juntos, se veía tan hermoso cuando reía.

Me miró a los ojos y yo me derretí como un helado. Por poco y no pude callar mi suspiro.

Jungkook regreso, puso las pizzas en el pequeño espacio libre de la mesa, unos momentos después volvió Tae y nos sacaron de nuestro cómodo silencio solamente llenado por unas cuantas sonrisas.

Apagamos la luz y le dimos play.

Pasaban los minutos y yo comía.

Y comía.

Y comía.

Y comía.

Curiosamente, aún no iba ni la mitad de la botana.

Hubo un momento en el que voltee a ver inconscientemente a Jimin y me encontré con la sorpresa de que él ya me estaba viendo.

Sospechoso.

--No soy burro, lo que pasa es que me aburro-- dijimos todos al unísono junto con burro, nos reímos y Jimin y yo seguíamos viéndonos mucho.

Pasaron 15 minutos y todo fue exactamente igual.

De repente sentí la mano de él con la mía, y aunque la quitó rápido, se notaba que era una estrategia.

Me guiñó un ojo y se volvió a la película.

Me puse roja como un tomate.

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¡Hola!

Mis vacaciones de la escuela lamentablemente se terminaron y ahora no tengo el tiempo que me gustaría dedicarle a ésta historia, sin embargo habrá todos los miércoles un capítulo a las 10 pm.

¡Gracias por la paciencia!

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-M.