INCONDICIONAL

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(Sin editar)




La mañana llegó.

El primero en despertar fue Jungkook, quien sintió unos brazos cálidos rodeándolo y un sube y baja bajo su cuerpo. Despejó un poco más su vista dándose cuenta de que estaba sobre el cuerpo de Seokjin.

Estaban desnudos.

De golpe llegaron todas las imágenes del día de ayer, recordando su comportamiento cok su omega, sonrojándose abruptamente.

Había dejado que Jin lo penetrara.

Su Jin le hizo el amor.

Suspiró aún más sonrojado, removiéndose para ir al baño, notando que aún estaba dentro de su novio. Se movió con cuidado para no despertarlo, pero de igual manera un suave quejido salió de los labios de su hyung. Una vez estuvo libre, se puso de pie para volver a caer en la cama, sentado y quejándose.

-Auch!- exclamó acariciando su espalda baja.

Seokjin se removió, sentándose aún medio dormido en la cama.

-Qué pasa? Kook?- preguntó bostezando y acariciando su abdomen, el lugar de la cicatriz de su cesárea.

-Me rompiste el culo, Seokjin.

-Eh!...Pero bebé, tu te lo rompiste sólo, saltabas sobre mi como si no hubiera mañana…

-Cállate! Me duele como el infierno- exclamo haciendo un puchero.

Seokjin sonrió y se acercó hacia él, abrazándolo por la espalda. Comenzó a dejar besitos sobre sus hombros, subiendo por su cuello. Se quedó en aquella curvatura dónde el olor del alfa estaba más fuerte y suspiró.

Jungkook en silencio tomó la mano del contrario entrelazando sus dedos y suspirando.

-Iré a tomar una ducha, no debería ser tan terrible, o…sí?- preguntó dubitativo.

-Te daré de mi medicina para el dolor amor, toma una ducha de agua tibia, prepararé el desayuno, sí?- dijo amablemente dejando un último beso sobre los hombros del menor.

Jungkook asintió y se afirmó de la cama para ponerse de pie. Le dolía en serio, pero podía caminar. Una vez llegó al baño suspiró y abrió los grifos del agua para regularla y no saliera tan caliente. Debían estar listos para ir a ver a sus hijos y ya eran las diez de la mañana.

En la cocina Seokjin preparaba tranquilo el desayuno mientras sonreía. Para bajar se había puesto los bóxer que estaban en el suelo y la playera de Jungkook que siempre eran unas tallas extras, la cual le tapaba hasta los muslos.

Tranquilamente preparaba el café, el zumo de frutas, la leche y varias cosas más. El se preparo tostadas con miel, estaba antojado y demasiado feliz de estar por fin en su casa.

Hogar dulce hogar.

Ahora debían ir a visitar a sus hijos, como había recomendado la doctora Lee “deben venir todos los días, para que los niños no los desconozcan cuando los lleven a casa”. Se quedo pensativo, mirando por la ventana que daba al patio trasero. ¿Cómo sería tenerlos en casa? Ya no habría silencio y tal vez las noches de pasión junto a su alfa cesarían por la interrupción de los bebes. No estaba seguro, tal vez si lo hablaba con su hermano podría saberlo mejor, se dijo así mismo. La cafetera estuvo lista, al igual que las tostadas y lo demás que había preparado en el momento justo.

Jungkook apareció por la puerta de la cocina renovado. El cabello lo traía más largo de lo normal y el tenerlo mojado le daba un aspecto más maduro y salvaje. Había optado por ropa deportiva y eso le hacía ver todos sus atributos. Seokjin le miró de pies a cabeza, mordiendo sus labios, todo lo que es Jungkook es de él y de nadie más. Sonrió al pensar de aquella manera posesiva y egoísta.

Chocolate y Menta ~Omegaverse (KookJin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora