17/08/19

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Durante el paso de los años me di cuenta que presentía cuando las personas se irían, cuando dejaríamos de hablarnos o simplemente nos separaríamos. Siempre aparecía en un día cualquiera, como un pensamiento. Podía ser cuando estaba trabajando, o cuando estaba tomándome un café, viendo televisión, comiendo, bañándome, o incluso cuando iba caminando por la calle. Siempre era una pequeña duda en mi interior, como un nudo. Una sugerencia de que alguien ya no estaría dentro de mi vida. Podían pasar semanas o meses, pero al final rompíamos contacto. Luego me percaté de que en realidad las cosas eran más simples. Era mi mente tratando de decirme que no me apegara mucho, era yo mismo tratando de protegerme de mi propia decepción, nostalgia y soledad. Porque después de todo me fije de que en realidad no era una persona la que se iba. Sino que todos estábamos yendo y viniendo, nunca permanecemos en el mismo lugar. O al menos así fue durante mis años de jardín, colegio y universidad. Sabía que me dejarían tarde o temprano, así que me preparaba para que el impacto no fuera tan duro. 

Pensamientos desbordadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora