El otro día crucé el semáforo, por el que paso para ir a la universidad y volver a mi casa, y un pensamiento vino a mi mente. ¿Cuántas veces habré pasado por acá? Incontables veces he caminado por esa cebra. Sin embargo nada en mi vida ha perdurado. Recuerdo las promesas y las intenciones. A veces, cundo paso un buen rato con mis amigos, pienso que sería genial repetirlo. Volver a ir a comer helado, todos los viernes de cada semana o cualquier otro día.
Pero al final, por una u otra razón, esto solo se repite una o dos veces y se termina. Ese día justo acababa de ver a unas "amigas" de mi colegio, y aún así no hubo mayor contento. Una de las cosas de las que no me arrepiento es haber tratado de cortar lazos con ellas. Pero el problema no son ellas, sino la cantidad de personas que se han ido de mi vida sin que yo quisiera, sin volver a salir con ellas, comer con ellas, jugar, reír, hablar, ver o pensar. A diferencia de los libros, o de las películas, nunca hubo ese "siempre". "Siempre nos encontrábamos los jueves", "Siempre ella venía a comer a mi casa", "Siempre salíamos a cine" o "siempre conversábamos en la terraza". El único "siempre" que existió fue ese descontento, decepción e impotencia.
Recordé esas sensaciones al ver ponerse en verde el semáforo, cruzar la cebra hasta el otro lado y esperar a que el otro semáforo cambiara, los carros pararan y las personas empezaran a caminar. Cuántas veces deseé que algo se repitiera y no pasó. En cambio yo seguía tomando el mismo camino por más de cinco años.
Ahora esas sensaciones no me afectan mucho. He aceptado que las personas se van y es inevitable. He aprendido que las despedidas nunca suceden y que de igual manera no sirven para nada. De esta forma he encontrado el placer en las cosas de una o dos veces. Instantes pequeños. Que nunca se repiten.
Aún así, mi mente añora ese lugar. Apenas siento un olor parecido al de ese tiempo, mi vida se detiene. Una imagen aparece y un pequeño alivio se siente en mi pecho. Y me vuelvo a preguntar "¿Cuántas veces he pasado por acá?" y aún así no he podido volver allí.
ESTÁS LEYENDO
Pensamientos desbordados
Документальная проза¿Te sientes fuera de lugar? La verdad yo también, tal vez lo que escriba te sirva de algo, aunque honestamente no me importa que lo leas o no, después de todo lo hago por mi misma. Si te identificas con este libro (si así se le puede llamar) bien po...