19/05/19

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La lluvia caía. Miraba por la ventana y solo estaba el cielo gris. Es raro pero ese cielo era hermoso. Me invitaba a llorar. A dejarme llevar por mis pensamientos y dejar salir todo. Odio este sentimiento, odio este lugar, me odio tanto. 

Empezó a sonar más fuertemente cada gota chocando contra el techo. Pero a través del vidrio no veía la lluvia, no se veía nada atravesando el aire. Me tranquilizaba pero a la vez me asustaba. Me asustaba rendirme. Toda la tarde estuve viendo videos tristes, a ver si podía llorar. Pero cada vez que estaba a punto de hacerlo pensaba "¿estás llorando por un parcial?, ¿Porque tienes muchas cosas que hacer? No puedes llorar por estas pendejadas." Me convenzo de que es cierto. Me convenzo de que quiero llorar por una tontería y se me pasa. 

Creo que la lluvia de este día es como mis sentimientos. Están ahí y suenan. Pero no los puedo ver. No los puedo demostrar, no los puedo soltar. Suenan golpeando contra mi pecho. Pero no los dejo ir, no los dejo poseerme. Son inexistentes, pero siguen ahí. No siento nada pero me pesan los ojos, no duermo, no me puedo concentrar y no estudio. "Gran excusa que me he inventado" pensé de nuevo y cerré una vez más los ojos. 

Pensamientos desbordadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora