26/09/19

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A veces pienso que la muerte es hermosa. Es cierto, para algunos es aterradora, pero para mí no. Creo que lo aterrador no es a dónde vayas a llegar, sino más bien que todos tus pensamientos se perderán. Esta cantidad de ideas y sensaciones, gustos pequeños y gran nostalgia quedarán en la nada. Sólo son unos pocos los que se les permite seguir existiendo aún después de su muerte. Pero entonces caí en cuenta que no es necesario morir para perder todo. Mi yo de ahora no recuerda lo que sentía mi yo de ayer, ni de antier y mucho menos de hace un año. Creo que vivir es más aterrador que morir. Siento como poco a poco mis pensamientos se pierden y quedan en la nada. Y también me doy cuenta de lo triste que es ser humano. Puede que solo seamos recipientes de nuestro yo, del mejor momento de nuestras vidas. Nuestro hilo se acaba y no somos nada coherentes, nuestras intenciones de ahora no desembocan en los deseos de nuestro pasado. Y creo que vivir es aterrador porque mueres cada segundo. Y cada segundo los otros buscan a nuestro yo del ayer. Buscan una persona que ya dejó de existir. Creo que vivir es más aterrador porque dejamos de existir y aún así no hemos muerto. 

Seguimos caminando y apareciendo en todas partes. Es como si nos encontráramos con los fantasmas de nuestro tiempo lejano. Por eso pensaba que la muerte es hermosa. Para algunas es como un descanso. Un descanso de su lucha diaria contra sigo mismos. Pensaba que si la vida era de esta manera tan errática y poco poética, entonces la muerte sería hermosa porque por fin pararía ese desorden. Pero desgraciadamente la muerte no es para nada hermosa. Uno no muere en un lago rodeado de rosas o muere cayendo en un abismo para nunca ser encontrado. Después de todo queda nuestro cuerpo. Horrible. No queda colocado sobre algo con delicadeza, sino muchas veces partido en trozos, sucio y estropeado. Si lo miramos desde ese punto entonces podríamos decir que tanto la vida como la muerte son horribles y el ser humano está destinado a llegar allá. 

Pero entonces sí pensamos que la muerte es como un stop de todos esos círculos entonces la muerte si es hermosa. Porque después de la muerte los recuerdos de una persona quedan intactos. No existe ya esa misma persona para que los arruine. La muerte no es hermosa para nosotros pero sí para los otros. Para aquellos que recordarán nuestras palabras y acciones, aquellos que tendrán una enorme contradicción al pensar en lo malditos qué fuimos y aún así tienen que entender que ya no existiremos más. Tendrán que comprenderlo de un momento a otro. No como en la vida, donde ese pensamiento lo extendemos hasta donde más podemos para después aceptar que hemos perdido a alguien y supuestamente sigue vivo. 

Por eso los personajes secundarios mueren. Porque no hay otra forma de conservarlos de esa manera más que matarlos. Tienen que existir por un periodo corto de tiempo. El suficiente y necesario. 

Así debería ser la vida. Pero cómo solo es un trapo sucio y rehusado que ha perdido todo su significado original, no lo es. 

Pensamientos desbordadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora