01/11/18

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La verdad todo me importa.

Pero todo es una mierda, una puta mierda que no merece mi atención.

Sin embargo no puede dejar de importarme ni puedo dejar de prestarle atención.

Por eso me dan ganas de destrozarlo y quemarlo todo aunque yo también termine en llamas, de hecho sería feliz si muero por ello, por lo menos moriría por algo que quería hacer, por lo menos una vez.

Todos se quejan y se quejan pero no hacen nada, es como si creyeran que sus palabras los hacen audaces y valientes cuando es su cuerpo y mente cobarde lo que importa.
Yo soy diferente o eso creo, a diferencia de ellos ,pienso, pero no por ello dejo de ser cobarde, por lo menos lo acepto, y la verdad trato de luchar a mi manera mientras que otros olvidan, yo perdono pero no olvido.

Pero el mundo es una mierda y no va a dejar de serlo solo porque un objeto más como lo soy a los ojos del capitalismo trate de cambiarlo. Todo es una mierda, una puta y maldita mierda, una idiota como lo soy a los ojos demás no tendrá suficiente influencia para cambiar algo. La verdad yo tampoco quería creerlo y no quiero creerlo, por eso aunque nadie escuche los gritos de mis pensamientos me niego a cambiar la forma de mi personalidad por la presión de la sociedad.

Muchos dicen que les gusta ir en contra de la corriente, ja claro como si fuera algo fácil. Me pregunto, ¿que parte de ir en contra de la corriente suena fácil? Siento que los que realmente van en contra de la corriente sienten como mínimo una presión como la mía. La verdad no he podido conocer a nadie que realmente vaya en contra de la corriente, pero estoy segura de que sufren probablemente una presión mucho peor que la mía, la mía es muy posible que sea solo una rabieta, sin embargo, me siento ignorada incomprendida y sola hasta el punto de pensar que estoy loca y pensar que soy yo la que está mal y no el resto de la sociedad. ¿Será que en realidad eso es verdad? No quiero creerlo y no lo haré.

Los demás piensan que no soy nada, que no se nada y que probablemente no tenga derecho a nada, para el capitalismo y sociedad es lo mismo.

Aunque aveces me dejó influenciar por ellos no dejaré que quiebren mi eje. Un eje en el que solamente yo creo, que yo misma he moldeado y reconstruido luego de que los demás lo dañen. Yo soy capaz, impotente pero potente, frágil pero de invencibles principios, callada pero que grita libertad, incorrompible, una bestia que aunque sea suprimida nunca será dominada, una masa de pensamientos que mueve una mente y cuerpo descompuesto, aquello que llena mi vacío espíritu.

Un espíritu que por más que se le diga no dejará de luchar.

Pensamientos desbordadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora