Memories 2 - Los Trinux

1.10 Haciendo migas...

—Claro que sí. —Le respondió de la misma manera. — ¡Autografía mi trasero!

— ¡Trini! Pásame una pluma. —Gritó Tristán, dándole vuelta a Derek.

—¡¡Oye!!—Derek se volvió a voltear, mirándolo amenazadoramente. —No te pases de listo...

—Tú tampoco.

—Tengo ganas de golpearte. —Derek lo tomó de la playera. —Tal vez a mi hermano le gusten pero yo odio su tonta música.

— ¿Y vas a golpearme nada más porque cada que sueno en el radio te quieres ahorcar? Jajaja—Desafió Tristán. Los dos se quedaron viendo por un momento y luego Tristán sonrió maliciosamente: —Me caes bien... ¿Quieres jugar?—De la bolsa de su pantalón sacó otro control.

—Esperaba a que dijeras eso. —Derek se alegró y tomó el control extra, soltó a Tristán y corrieron hacia el sillón. — ¿Qué estamos jugando?

—¡¡GOW 2!!— Respondió Tristán, quitando la pausa y configurando el juego para jugar los dos.

— ¡Genial! Adoro ese juego.

— ¿Y cómo consiguieron los pases, si se puede saber?—Preguntó Trini muy interesado.

—Ah este...Pues tenemos unas plateas...—Explicaba Zuley nerviosa.

— ¿Plateas? Son afortunados por tener algo así. Esas cosas son muy valiosas. —Exclamó Trini.

—Ah, no te preocupes...—Dijo Iker, riéndose de nervios. Maney estaba muy pensativa al escuchar la conversación y tratando de descifrar por qué le obsequiaron algo tan valioso y con qué fin. Se apartó a un estante donde había fotos, discografías, álbumes y demás cosas de los Trinux.

—Y esta es la vitrina donde guardamos fotos, reconocimientos...— Les explicaba Trux a Tim, Zuley, Suemy e Iker, que ya habían llegado al lugar conde estaba Maney. —La cargamos para hacer bulto, nuestro representante cree que nos puede inspirar. Esta foto tiene una historia muy graciosa...—Trux señalaba una foto de Trini batido de crema y con restos de comida en el cabello. — ¡Trini! Cuéntales tu historia.

—Ya empezó a avergonzarme...—Se quejó Trini en voz baja. Aprovechando el relato, Trux se las arregló para acercarse a la chica solitaria junto al mini bar y el estante.

—Eres alguien muy tímida, no te he oído hablar desde que llegaron... ¿O es que querías tomar algo a escondidas?

— ¿Eh?—Maney volteó a verlo. —No, me senté sin ponerle atención al lugar. Estoy algo cansada...—Se disculpaba pero en realidad estaba consternada.

—Ajá, déjame ver si entiendo: Vienes a un concierto, a los camerinos de los protagonistas ¿y te quedas en una esquina porque estás cansada? ¿Cuántos años tienes, 80?—Le preguntó con sarcasmo, sentándose al lado de ella.

— ¡Tengo quince!—Exclamó, después sacudió su cabeza. —Aunque mi edad no te incumbe.

—Qué grosera, si alguien viene a mi camerino sí me incumbe saber quién es. —Respondió cruzándose de brazos y con una pequeña sonrisa. —Y... es raro, se supone que tú eres la interesada en conocerme a mí.

—Zuley e Iker. —Aclaraba. —Aunque... Debo admitir que sí me agrada estar aquí. Disculpa...—Reflexionó con una sonrisa tímida. Trux también le sonrió.

— ¿Y entonces por qué tan discreta?

—Es tarde... Y estaba pensando que se me hacía raro el que no tienen guaruras o seguridad. Entramos muy fácil a su camerino, y merodeamos como "Juan por su casa"... ¿Y su mánager? ¿No tienen que desalojar pronto? ¿Esto es lo que se supone que hacen los famosos después de un concierto? Siempre dicen que ellos se la viven corriendo y con miles de cosas en su itinerario...—Lo decía con sospecha en su voz.

—Haces muchas preguntas. —Le comentaba poniendo su dedo índice con suavidad en la nariz de ella. —Nuestro representante es algo tacaño así que no nos paga seguridad, además dice que ya estamos lo suficientemente grandecitos como para cuidarnos solos. Lo estamos esperando.

— ¿De verdad esperas que crea eso?—Preguntó arqueando una ceja.

—No tengo por qué mentirte. Y eso me recuerda, necesito mostrarte algo, aguarda...—Comentó casi en secreto. Maney se señaló a sí misma con extrañeza, Trux se alejó de ella...