Memories 2 - Los Trinux

1.2 Hasta el día del concierto...

—No sé cómo me convencieron para venir a este estúpido concierto. —Derek se quejaba con mucho desgano. Había demasiada gente afuera del auditorio, mayoritariamente mujeres que gritaban y empujaban. Los seis venían apretujados y uno justamente detrás del otro, apenas se podía pasar.

—Recuerda que Iker prometió que arreglaría tu cuarto por una semana...—Le recordó Suemy que iba justamente delante de Derek, con la voz forzada por venir apretada entre tanta gente.

— ¡Mi cabello!—Maney se quejaba porque le jalaban el cabello entre todo el gentío. Ella iba entre Tim y Suemy.

—Debiste agarrarte el cabello, Maney...—Regañaba Zuley que iba al frente de todos, intentando abrir paso. —Normalmente al cabello largo tienden a jalarlo, arrancarlo y llenarlo de cerveza en los conciertos...

— ¡¿Quée!?—Maney se sentía mortificada.

—Claro, cuando te va bien es cerveza...—Molestaba en tono malicioso.

— ¡Tim! ¡Dame la gorra!—Maney pidió alarmada.

—No. —Pero él se negó.

—Jajaja eso no le pasará, tranquila. Ni que fuera partido de fútbol. —Derek intentaba tranquilizar a su compañera.— ¿Dónde está Iker?

— ¡Es cierto! ¡Iker!—Gritaron todos los demás asustados.

— ¿No lo ven?— preguntó Zuley asustada.

—Como si yo pudiese ver algo además de la espalda de Maney...—Dijo Suemy con sarcasmo.

— ¿No es ese que está ahí?—Tim señaló una de las paredes del auditorio que quedaban muy cerca de la puerta.

— ¿Cómo llegó ahí?—Preguntó Derek muy asombrado.

—Él está...—Zuley trataba de ver lo que hacía. — ¡Está comprando mercancía de los Trinux! ¡Maldito perro traidor! ¡Le dije que me esperara!—La expresión de Zuley cambió por una de guerra, empezó a empujar a toda la gente que había.

—Zuley está loca...—Comentó Tim con miedo.

—Pero nos está abriendo paso. ¡Vamos!—Maney corrió por donde Zuley hacía camino, la rebasó muy pronto y ella abrió su propio paso para llegar con Iker.

—Esas dos corren como alma que lleva el diablo...—Se quejaba Tim que apenas podía seguirle el paso a Zuley. Comenzó a jadear de cansancio y se detuvo; bajó su cabeza y cuando alzó la mirada notó que Derek corría con Suemy en sus brazos como si fuera una princesa. —NO ES JUSTO...—Gritó Tim sin aliento. —CÁRGAME A MÍ TAMBIÉN...—le pedía tratando de alcanzarlo con muchos esfuerzos...