Memories 2 - Los Trinux

2.7 Fanboy

Arriba de la biblioteca se encontraba el área de estudio, donde los alumnos podían conectar sus equipos, hacer sus tareas, tener pequeñas asambleas, o incluso recibir tutorías. Era el lugar donde Suemy pasaba la mayoría del tiempo cuando no estaba con sus amigos, terminaba demasiado rápido sus ejercicios escolares que la dejaban salir temprano e incluso algunos profesores la solicitaban de apoyo, en esos momentos preparaba su tarea, era una exposición.

— ¡Hola Sue!—Iker saludó con tanta alegría al ver a su compañera tan concentrada y corrió a abrazarla como era costumbre.

—Hola Iker. —Ella respondió el saludo de manera relajada, sin parar de trabajar.

— ¿Qué es lo que haces?

—Estoy resumiendo la información que obtuve acerca de la exposición de mañana. Es sobre biología.

—Oh diablos, no soy bueno en eso... Y yo que pensé que podría ayudarte. —Decía apenado.

—No te preocupes, pero si tú sí necesitas ayuda, puedo ofrecértela. —Le decía con amabilidad.

—Wow Suemy...—Iker se coloraba al instante. —Sería grandioso.

—Iker no finjas. No quieres asesorías de biología.

—Jajaja no, pero si tú me las das tal vez me den un poquito más de ganas...—Comentaba tímido. —Aunque a decir verdad, me gustaría que hiciéramos algo más divertido. ¿Te puedo enseñar el video de los Trinux en Raud?

—Supongo que es sobre el concierto al que fuimos. ¿Sales cantando?—Se interesó, dejando a un lado su trabajo para centrarse en ver la pequeña laptop que Iker llevaba.

—Yo espero. —Pedía. —Es que no se me ha pasado eso de que conocimos a los Trinux y le dieron sus datos a Derek, pero él ni les ha escrito. Ojalá lo haga pronto.

— ¿Qué crees que podría decirles?

—Ay no sé. —Se preocupó. —Ahora que lo pienso, yo tampoco sabría qué decirles...

—Podrías intentar como cuando quieres hacer un nuevo amigo. No creo que te cueste trabajo...—Insinuó.

—Jaja, eso es lo que tú crees, en realidad me cuesta mucho. Sobre todo si son la mejor banda de todas ¿Sabías que los Trinux comenzaron su carrera hace como dos años? Al principio ellos no se veían así de bien, se veían medio feos. Dijeron que querían brillar por su talento y no por su apariencia.

— ¿Se operaron o algo así?

—Se vestían y se peinaban feo. Además de que no se veían mucho sus caras. Trux usaba un sombrero, Tristán una bufanda y Trini unos lentes oscuros. Y más accesorios, y una vez en un programa de TV, ellos dejaron ver su apariencia real. Y, eran guapos.

—Sí que lo son...—Ella los recordaba.

— ¡Waa! Suemy!—Él se tapaba los oídos.

—Además de altos...—Mencionó, por no dejar.

—Así es, me sorprendieron. Las revistas dicen que ninguno pasa del metro ochenta y yo lo creí porque Derek es el único que conozco con esa altura... aunque ahora que los vimos de cerquita, creo que demuestra que no es cierto.

—Parece que sabes mucho de ellos. —Se mostraba interesada.

—Sí, es que ellos son muy significativos para mí...—Suspiraba con más melancolía. —Sus canciones son muy bonitas y hay algo en ellos que me deja como con ganas de seguir adelante en lo que sea que haga.

— ¿A ellos se debe tu gran optimismo?—Comenzaba a sospechar.

— ¿eh? Je...—No respondió, bajó la mirada evadiendo. —A ellos se debe que recuerde que el mundo puede ser un lugar muy lindo.

—Ya veo...—Ella se quedó pensativa. —Supongo que todos necesitamos algo a qué aferrarnos.

— ¡Sabes Sue! ¡Me gustaría mucho conocerlos más! ¡Sería grandioso! Quedé fascinado con ellos cuando los conocimos. ¡Me gustaría entrar en su mundo!—Le comentaba tan emocionado, que incluso contagiaba a Suemy de su entusiasmo.

—Tal vez pueda ocurrir algún día Iker, no hay que pensar que los sueños sólo son sueños. —Le intentaba dar ánimos. —Además Derek tiene su contacto...

—Tienes mucha razón. —Iker le sonreía, abrazándola de nuevo. —Eres tan genial...

—No es la gran cosa. —Mencionaba.

— ¿Tú has tenido algún sueño Sue?—Preguntaba también muy interesado.

— Pido imposibles, me habría gustado conocer a mi mamá. —Respondió cabizbaja.

—Entiendo... otro sueño mío es que mis papás siguieran con vida...—Su cara se entristeció y enseguida sacudió su cabeza escondiéndolo con una sonrisa. Suemy no perdió detalle de ese evento. —No hay que pensar en cosas tristes, mejor, déjame ponerte esta canción de los Trinux...