Memories 2 - Los Trinux

2.1 parejas, pizza y shopping...

El semestre seguía su curso como la amistad de estos chicos que a pesar de ir en semestres y carreras diferentes, conseguían tener tiempo para su amistad. Ya sea después de clases o durante las clases.

—Como te decía Sue...—Zuley y Suemy se encontraban en una plaza cerca de su escuela. —A veces tienes que tomar acciones drásticas para tu tranquilidad. Yo decidí irme de casa porque quería crecer y ver el mundo por mí misma.

— ¿...Extrañas a tus padres?

—Suelo verlos en navidades, año nuevo, cumpleaños, vacaciones... pero hay que aprender a desprenderse del caparazón, tú entiendes....

—... Entiendo. —Respondía de manera seria. —Creo que a mí me costaría mucho trabajo hacer algo así...

—Descuida. Todo a su debido tiempo. Por hoy ¡Hay que concentrarnos en las mejores combinaciones de ropa!—La tomó de la mano y entraron en una tienda de ropa muy fina y colorida.

— ¿Por qué no vino Maney también?—Preguntó de forma curiosa.

—Yo le dije que viniera, pero ya tenía planes con su novio Tim. —Comentó de manera burlona. —Y luego dice que no le gusta...

—Yo no creo que sea así, por lo que he visto son amigos de mucho tiempo. Quizá tengan una gran familiaridad...

—Yo no veo que Derek e Iker hagan las cosas juntos siempre.

—Ellos encubren su hermandad en público... seguramente porque eso les ha traído problemas de algún tipo, ambos se quieren bastante. Eso se nota.

—Ja, parece que estamos por parejas. ¿Crees que entonces nosotras seamos la pareja que reste?—Zuley sacó un vestido de flores. —Pruébate este.

— ¿Crees que me quede bien?—Lo tomó algo insegura.

—Claro que te queda bien, tienes porte para lucir vestidos de encaje y finas telas de seda. Seguramente tu mamá era una mujer igual de elegante. —Le decía con las mejores intenciones.

—Me gustaría saberlo...—Mencionó en voz baja. —Está bien, me lo probaré. —Se animó. Tomó el vestido y fue a los probadores. Zuley se quedó esperando en uno de los sillones que había en la tienda, junto a demás personas que venían acompañando a las chicas de probador, cuando de pronto sonó su celular.

—... ¿Hola?

—Hola Zuley, ¿Está Suemy contigo?— ¡Ah! Derek...—Zuley pareció sorprenderse con esa llamada. Además de ruborizarse.

—Yo eh, sí ¿Cómo sabes? «Ay ¿Por qué me pongo tan nerviosa?»

—Ustedes se la pasan juntas... la feria del libro, el balneario, las idas por café al jarocho... Eres una mala influencia jajaja Suemy ya se vuela las clases por tu culpa.

—Jaja, eso no es únicamente mi culpa. Tú también la sacas de clases, e Iker, y Tim y Maney, entre todos nos sacamos.

—Sí, tienes razón. Como la vez que fuimos a jugar al Cerebro, ¿Recuerdas?

—Que si no. ¡No prestamos dos consolas en cuatro horas!

—Ah, fue una buena inversión... En fin, te llamaba porque...

— ¿Necesitas algo de Suemy?—Se levantó para ir con su amiga.

—Yo no, Iker...—De pronto fue interrumpido por una voz a lo lejos.

— ¡Cállate Derek!

—Dijiste que querías hablarle.

—Fue hipotético. No literal ¡No quería que le llamaras! ¿¡Qué le voy a decir?!

— ¿No que la ibas a invitar a comer pizza?

— ¿Pizza? ¡Yo quiero Pizza!—Se apuntó Zuley al escucharlo.

—Ah....—Iker se adueñó de la bocina. —Discúlpame Zuley, no tengo tanto dinero.

—Ay no hay bronca. Yo invito. —Les propuso.

— ¡Va, yo me apunto!—Derek había arrebatado la bocina.

—Muy bien, entonces les diré dónde estamos para que nos alcancen, aquí venden pizza...—Les dio la dirección.

—Está bien, le llamaré a Maney y a Tim...

—Ah, si quieres eso lo hago yo. —Se precipitó. —Aunque ella estaba con Tim y quizá no venga...—Explicó a manera de excusa.

—Nada pierdo con intentarlo. Le caemos en un ratito.

—Ok...—Zuley colgó el celular.

—... Entonces iremos todos a comer pizza ¿verdad?—Suemy estaba detrás de ella y al parecer había escuchado la conversación.

—Claro Sue, ¿Por qué lo preguntas?—Contestó con una sonrisa.

—...Nada en especial. —Se limitó a decir. «Por su tono me sonó a que no quería que vinieran Tim y Maney, debí darle una mala interpretación.»

— ¡Qué hermoso te queda ese vestido!—Zuley comentó tan sorprendida y con una enorme sonrisa. Eso puso muy colorada a Suemy, quien se miraba a sí misma al oír sus piropos. — ¡Perfecto! ¡Nos lo llevamos!

—Pero yo no vine a comprar, vine a ver. No tengo dinero.

— ¡Nos lo llevamos, dije!—La tomó de la mano. —Ni te lo cambies, así de una vez, te ves tan linda que Iker se irá de espaldas cuando te vea. —Se reía maliciosamente.

—...—Suemy no dijo nada, se dejó arrastrar por Zuley a la caja...