Memories 2 - Los Trinux

2.2 Apuesta!

Tiempo después las chicas esperaban a que los chicos llegaran en el lugar señalado.—Muy bien Sue, esto será genial, será como una cita doble. —Zuley se emocionaba.

— ¿Cita doble?—A Suemy le extrañaba el comentario. —...Entiendo que lo digas por Iker y yo pero... ¿Tú estás mirando esto como una cita con Derek?

— ¿Eh?!—Zuley dejó caer su bolsa junto con todas sus cosas con suma torpeza. —Jajaja pero qué cosas dices ehm... Yo no me refería a eso...—Se agachó en seguida a recogerlas. Suemy también lo hizo. —¡No Suemy! vas a arruinar el vestido.—La detuvo, cuando unas manos masculinas le ayudaron con el desorden.

—Ay Zuley, siempre haciendo tus cosas...—Se burlaba Derek.

—Suemy... —Iker se quedó mirándola completamente ruborizado. —Qué bonito vestido llevas puesto...

—Gracias Iker. —Respondió con educación. —Tú llevas una linda chamarra de Roll n' Roll...

—Aww... Miren a los tórtolos. —Derek les hacía burla.

— ¡Cierra la boca!—Iker le gritaba echando humo de la pena.

— ¿Qué pasó con Tim y Maney, lograron convencerlos?—Suemy los interrumpió.

—Yo les llamé, pero no me contestó ninguno...—Derek explicó.

—Es una lástima... al menos saldremos nosotros. —Comentó Zuley, con una ligera sonrisa en su rostro. — ¿Pasamos ya?—Entraron a la pizzería que estaba dentro de la plaza, era muy amplia, bonita e incluso tenía juegos infantiles.

—Yo tengo tanta hambre que me comería una familiar sin ayuda. —Derek se sobaba la panza.

—Eres un hablador...—Iker le hacía burla.

—Calla renacuajo. ¡Podría apostarlo!—Se puso serio.

— ¿Te tomo la palabra?—Zuley preguntó maliciosa. —Si no te la acabas tendrás que ser mi sirviente por una semana. —Le sacó la lengua.

—Y si yo gano tendrás que serlo tú. —Estiró su mano para pactar el trato y con un apretón fue sellado.

— ¿Y nosotros qué comeremos?—Iker miraba el menú. — ¿Qué te gustaría comer Suemy?—Él se escuchaba nervioso, Suemy se había sentado al lado de él y el olor de su perfume era suficiente como para ponerlo de cabeza, si a eso se le sumaba el vestido tan hermoso y la fina figura que le marcaba, Iker estaría preparándose para una explosión en su cerebro.

—No lo sé, una de pepperoni...—Decidía, pasando la lengua por sus labios. —Con mucho queso.

—Ya se me antojó a mí también. Entonces pidamos eso.

—Yo pediré la de carnes frías. —Derek se tronaba los dedos, preparándose.

—Entonces yo comeré una individual hawaiana... si como mucho, aumentaré de peso...—Zuley planteaba, acomodándose el cabello.

— ¿Y eso qué tiene?— Derek no le encontraba relevancia.

—Quiero mantener mi buena figura. —Se quejó roja. Llegaron a tomar su orden, las pizzas fueron pedidas como se habían planeado, no les quedó más que esperar.

—Saben, es agradable que los niños tengan su zona de juegos o tendríamos que soportar sus gritos y esas cosas de las cuáles no tengo paciencia. —Derek conversaba cuando de pronto guardias de seguridad se metieron a la zona de niños, se escuchó un pequeño alboroto, lo que provocó que los chicos voltearan. Se sorprendieron cuando vieron a cuatro guardias jalar a dos personas conocidas...