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Capítulo dos: La joda

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Capítulo dos: La joda.

Terminó el concierto de Wos en el Lolla y con Cazzu, Duki, Trueno y Khea, nos fuimos en un auto, el cual nos iba a llevar a la casa de Duki a la juntada que habíamos organizado improvisadamente.

- ¿Vamos a salir a bailar?- Pregunta Cazzu e inmediatamente, Valen y Mau asienten con la cabeza.

- Banquen, yo no voy a ir con esta ropa a bailar- Digo yo y Cazzu asiente compartiendo mí pensar.

- Same- Agrega la otra mujer.

- Pero si les queda hermosa esa ropa- Oliva chamuyando parte dos mil.

- Está bien que nos quede divina la ropa, ya lo sabemos, pero, ella hizo tres entrevistas con esta ropa y yo no voy a ir a bailar con un chaleco antibalas- Acota Juli con su pizca obvia de siempre.

- Bueno, ¿Quién vive más cerca?- Pregunta Trueno.

Resulta que yo vivía más cerca que el depto de Juli y de la casa del Duko. Ambas chicas bajamos y yo le terminé prestando ropa a ella. Y en menos de diez minutos ya estábamos de nuevo en el auto de Duki.

- ¡Ay dios, por fin!- Dice exasperado Duki- Estaba que bajaba y me las traía de los pelos.

- Que exagerados que son- Digo.

- Diez minutos para buscar ropa, ¿Cachas?- Dice Mateo como si fuera lo más obvio del mundo- DIEZ.

- Pero teníamos que ver si a Ju le entraba idiota- Digo y me arrepiento al toque, no había tanta confianza con Trueno para que lo insulte. Pero a él le pareció lo más normal del mundo.

- ¡Que bardo que son!

La mini discusión quedó ahi. Fuimos a la casa de Duki y el olor a porro que había era monumental.

Más o menos con Valen acomodamos un poco las cosas que tenía fuera de lugar el dueño de casa. Estaba sumergida en una canción que había escrito la otra vez, cuándo escucho la voz de la última persona que entrevisté.

- ¿Tenés una manía poco sana con la limpieza como yo?- Pregunta y yo sonrió.

- Más o menos, me molesta cuando hay algo desordenado o hay tierra en los muebles o en el piso.

- Tal cual, a mí me exaspera- Que conversación tan de mierda. No sirvo para esto. Siempre que alguien quiere iniciar una conversación conmigo, pienso en que, mi vida no es tan interesante como para hablar de eso, o que la otra persona se va a aburrir. Y, me da tanto pánico que las conversaciones mía son el típico: "Hola; Hola; ¿Cómo andás?; Bien y ¿Vos?; Bien, ¿Qué haces?; Nada, ¿Vos?; Nada" y listo. Que aburrida que soy.

Por suerte, fue una previa reservada, y eso que ellos no conocen el significado de "reservado". Pero, esta vez, para sorpresa de todos, es reservada.

Alina ; Valentín Oliva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora