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Epilogo III: "Ahora si, final..."
𝒱𝒶𝓁ℯ𝓃𝓉𝒾𝓃,
26/06/2022
Veía a Alina jugar con Aimé, la conexión de madre e hija que tienen, es increíble. Estoy poco a poco armando a familia que siempre quise, de la que estoy profundamente enamorado, orgulloso y agradecido de que la vida nos haya dado una segunda oportunidad de concretar todos los proyectos que poco a poco vamos formando. Ni en mis mejores sueños me imaginé tener una familia así, tan jóvenes con nuestra primera hija y con ganas de seguir agrandando la familia en próximos años. Tampoco me imaginé, que a la mujer de mí vida, le iba a pasar todo lo que le pasó a Alina, es la persona más fuerte que conozco, superó todos sus traumas, sus problemas y ahora, esta siendo la madre maravillosa que es, que posee una devoción inmensa por Aimé, y ella también por su madre.
Si supieran la cantidad de canciones que le escribí a mí hija, desde que me enteré que Alina estaba embarazada y decidimos entre ambos, traerla al mundo, sabía que mí mundo, ahora, iban a ser Alina y mí hija, y así lo fue y es. La veo ahora y no me entra en la cabeza como yo le canté a un ser que estaba adentro de la panza de Alina y ahora, ya tenga un año y tres meses, no me entra en la cabeza. Es impresionante lo rápido que creció, de un parpadeo al otro, de balbucear un "dada" que para mí ya era demasiado, a decirme "Papá" claro y fuerte, con diferentes tonos, cuando se enoja, cuando tiene hambre y cuando le estoy haciendo cosquillas. Sabe como comprarme y ante la primera cosa que ella me diga, la voy a hacer, porque me tiene a sus pies.
Me vuelvo a conectar con la tierra y salir de la nube de pedos en la que estoy, y voy a ver como juegan las mujeres de la casa.
-¿A ver cómo decís "Mamá"?- Le dice Alina a Aime, ella está con un juguete de pato en la boca. Aimé balbuceaba cosas sin sentido, pero, con solo escuchar como unos intentos de palabras salían de su boca, lograba derretirme, sí, con eso, lograba todo eso en mí.
- Quiero y necesito volver a escuchar cuando dijo "Papá" por primera vez- Le hablo a ella, Aimé, y se emociona al escuchar mí voz, a tal punto que empieza a patalear.
- Sigo considerando una falta de respeto que la primera palabra que haya dicho sea "Papá" siendo que yo la llevé nueve meses adentró mío, que me banque los mil y un dolores, los mil y un cambios hormonales y físicos y se me abrió allá abajo unos cuantos centímetros- Dice ella, y yo río, tenía razón..
- ¿Ya hay que darle de comer?- Le pregunto tratando de cambiar de tema, no me parece para nada lindo hablar de cómo se le puso su parte íntima a mí novia para que de ahí, salga mí hija.
- Si, pelarle una manzana y rallásela, acordate de sacarles las partes medio chiquitas- Me explica- ¡Ah! y le haces puré una banana, esta nena es un barril sin fondo- Me indica.
Entonces, mientra ella controla a Aimé que tiene todas las intenciones ya de pararse y empezar a caminar, un auténtico terremoto es la petizita esta.
