cuarenta y uno

2.4K 218 159
                                    

Capítulo cuarenta y uno: Derrumbe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo cuarenta y uno: Derrumbe. Parte dos.

𝒱𝒶𝓁ℯ𝓃𝓉𝒾𝓃

- Nosotros éramos parte de la búsqueda de Alina Luna- Comenta y todos asentimos. Un escalofrío sube por mi espalda y la piel se me pone de gallina al escuchar su nombre completo nuevamente- Buscamos por todos lados, hasta que, en la quinta, bah, una de las quintas del padre de Jeremías, encontramos esto- Dice y de una bolsa, saca otra bolsa pero esta, ziploc- Son pertenencias de Alina- Exclama y mis ojos se abren grandes y miro lo que hay adentro de la bolsa- Pero no estaban en la Quinta, sino, en el río que lo cruza- Acota y siento mi corazón afligirse cada vez más- Encontramos toda su ropa, su mochila, pero no su cuerpo, creemos que está perdido en el río ese- Y ahí, es la primera parte de como sentí yo mi mundo derrumbarse.

Manuel, que se había parado, cae sin expresión alguna en el sillón nuevamente.

- ¿Y qué quiere decir con eso?- Pregunta titubeante Mateo.

- Y que, si realmente está ahí, en ese río, las posibilidades de encontrar un cuerpo vivo, son nulas- Dice la comisaria y, lo que me había prometido de no llorar, se escapan con las lágrimas acumuladas hace un par de días.

- Igual, esto es para avisarles- Dice ahora el oficial- Para traerles la ropa de ella y comentarles lo que está pasando con la investigación. Puede ser que no encontremos cuerpo y declararla como pedida y listo o encontar el cuerpo y declararla como muerta- Siento que me clavan un puñal en el alma.

- No queremos que se llenen de falsas expectativas, pero tampoco que se depriman mucho- Anima la oficial- Hay que tener fe.

Ambos se levantan, saludan a todos y vemos como ambos cuerpos desaparecen por la puerta de la entrada. Cierro la misma de un portazo. Miro a los chicos y los cuatro me miran a mí, con ojos llorosos y sin expresión en su rostro.

- No, no, no, no, no- Niega Manuel mientras se agarra su poco pelo crecido. Lloraba y se escondía entre sus piernas.

- La poronga de mi reputisimo padre y la concha que lo parió- Putea Julieta y se agarra la cara sin saber que hacer.

Daniel, por su parte, no dice nada, simplemente viene y me abraza, con todas sus fuerzas. Sinceramente a Daniel lo amo mucho, es ese amigo que el freestyle me dejó y que no lo cambio por nada.

De pronto siento dos brazos más rodeandome y un beso en la coronilla, Julieta y nadie más que Julieta podría hacer eso. Y, esos dos brazos se hicieron dos más, hasta que, de pronto, toda la nueva crew me estaba abrazando en señal de apoyo.

›››

- Dale invalidos- Les digo y ellos rien- Nos vemos mañana- Finalizo y cierro la puerta.

Me apoyo en la misma, siento mil cosas en el cuerpo. Básicamente me acaban de decir que Alina, mí Alina, mí novia, mi amiga, mi todo, puede llegar a estar muerta. No... Se los juro que no lo entiendo.

Alina ; Valentín Oliva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora