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Capítulo tres

La mañana de los sábados en el café era movida así que bajé, me dolía la espalda y el ruido de platos y murmullos me estaba enloqueciendo, fui derecho al baño y me arreglé un poco me fui a la cocina, Víctor hacia los mejores desayunos del mundo.

_ ¿Buena noche no?

_Maso dormí en el pasillo

_ ¿Pero tuviste suerte?

_No me fue mal- dije guiñando un ojo mientras me sentaba en el taburete

_Ustedes los jóvenes de ahora tienen la mejor de las etapas, antes solo para tener suerte tenías que casarte y así llevo 40 años casado.

_Pero Marta te ama

_No, solo me soporta al límite de no asesinarme.

Casi me atraganto con las medialunas que me estaba comiendo.

_Diablos chico, come más despacio o te morirás en mi cocina y hoy tengo un día ocupado, así que te dejaré tirado ahí hasta que pueda terminar con el almuerzo.

_Hola Sobrino ¿Cómo estás?

_La puerta del departamento se trabó así que dormí en el pasillo, pero bien.

_Eres joven ya pasara- dijo mi tío golpeándome la espalda

_Víctor te dejo 3 órdenes más- se dio vuelta para mirarme- ¿Has hablado con tu padre?

_No todavía no, ¿le dijiste algo?

_No, pero hoy a la noche vamos a comer todos juntos recuerda que es el cumpleaños de la abuela y tienes que estar, no puedes esquivar ese compromiso.

_No quiero ir, la abuela siempre me descubre

_Estarás bien, Solo arréglate muchacho pareces un indigente y hueles igual.

_Estuvo de fiesta toda la noche- le gritó a mi tío saliendo de la cocina.

_Cállate Víctor

Después de casi una hora logré destrabar la puerta y solo para descubrir que dejé la ventana abierta y parecía una heladera del frio.

Sonó mi celular varias veces, pero lo sentía tan lejos que me costaba abrir los ojos para alcanzarlo, creo que llegando a cierta edad no es tan fácil recuperarte de las fiestas y de dormir en el suelo, abrí los ojos de a poco y encontré el celular debajo de mi cuerpo, eso va a dejar una marca.

_Hola

_Decime que no estas durmiendo a esta hora

_Mamá no grites, me duele la cabeza

_Levanta ese culo de la cama y ven al cumpleaños de tu abuela que esta por empezar, te dejé en la entrada un regalo.

_Ya voy, eres lo más Raquel

_No me digas Raquel, soy Mamá

_Adiós mamá ya te veo.

Me levanté y me metí a la ducha me cambié a las apuradas, me puse una camisa azul, un jean y mucho perfume y salí rápido del departamento y ahí recordé que no tenía auto, maldita mi suerte, fui a buscar un taxi y no podía encontrar ninguno, tan difícil puede ser un sábado conseguir como salir de la ciudad. Tomé el teléfono y respiré profundo, esto me va a salir caro.

_Fernando necesito ayuda

_Hola amigo, ¿Cómo estás? yo bien, ¿vos?

_No tengo auto y me pierdo el cumple de mi abuela, necesito que me lleves

_ ¿Va a estar tu hermana?

_Qué mala idea que tuve, como te odio.

_Tu hermana es lo más hermoso que hay en el mundo, te llevo, pero me das luz verde con ella.

_Por favor hay miles de mujeres y tienes que levantarte a mi hermana

_Martín no seas tan celoso, solo es hablar.

_Está bien, solo porque estoy desesperado

_En 5 estoy

Todo el camino hasta allá fui enojado, desde que mi hermana entró en la adolescencia que Fernando la mira distinto nunca tuvieron nada que yo sepa, pero siempre se buscan y ahora que tiene 20 es muy probable que mi amigo terminé lo que empezó hace años.

_Por favor Fer compórtate o mi madre te va a matar

_ ¡Si mi capitán!

_baja la mano, entremos

Tomé el regalo y entre a la casa

_Abuela feliz cumple

_Hola mi nieto preferido

_Soy el único nieto varón abuela

_Por eso eres mi preferido

_Fernando que bello que estás

_No me podía perder tu cumple Nana

_Eres tan bueno, vos también eres mi preferido

_Ya lo sé nana, te traje un regalo

El muy traicionero sacó una pulsera de oro con un dije de la torre inclinada de pisa y se la colocó, yo tenía un suéter que me compro mi mamá, soy un perdedor por eso no me salen las cosas bien.

_Para que no extrañes tanto a Italia Nona

_Oh mi cielo eres tan bueno, ven aquí

Y así Fernando se ganó a mi abuela, obvio que trabajar para la seguridad nacional desde las computadoras en su casa lo hacían ganar millones, pero él nunca lo demostró ni en la ropa, ni ostentó con autos o cosas caras, siempre me pregunté qué hacía con el dinero.

_Vamos a comer, chicos siéntense- Mamá se había jugado esta noche.

Nos sentamos todos en la mesa y comenzamos a comer, como siempre había más comida que gente, toda la cena mi hermana y Fernando no se sacaron los ojos de encima.

_Martín ¿cómo has estado?

_Hola papá bien, a vos se te nota un poco pálido

_Estoy bien, he estado muy cansado.

_ ¿Necesitas ayuda?

_No estoy bien, ¿Cómo está tu trabajo?

_No muy bien

_ ¿Qué pasó con la veterinaria?

_Me echaron, pero tranquilo ya va a salir algo

_Hay Martín ¿cómo no me dijiste?

_Tranquilo papá tengo 28 años ya voy a conseguir algo

_Sabes que me encantaría que vengas conmigo, tengo muchísimo trabajo con las nuevas granjas de la zona y necesitaría ayuda.

_Después voy a verte y charlamos

Terminé de limpiar la cocina y salí a tomar una cerveza y me encontré a Fernando enojado, fumando un cigarrillo afuera.

_ ¿Y a vos qué mosca te picó?

_Las moscas no pican, nos vamos

_ ¿Qué te pasa?

_Nada vamos

Entre a saludar y mi hermana me presentó a su novio, un típico chico malo de esos que tienen tatuajes hasta el cuello Damián se llama, un idiota, pero es su vida nunca me metí y no lo voy a empezar hacer, supongo que por eso mi amigo esta de mal humor, nunca entendí la relación.

Todo el camino hasta casa Fernando estaba callado intenté hablar con el varias veces, pero no hubo forma de sacarle una palabra me dejó en el café y se fue, esa noche solo me tiré a dormir hoy había sido un día largo y mañana voy a empezar a arreglar mi vida.

Maldito MurphyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora