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Capítulo veinte

_Mamá estas seguro de esto? no soy un niño.

_Siempre serás mi niño Martín y si estoy segura, Lucia es una chica hermosa y dulce y esta soltera así que ve a la mesa junto a la ventana y espérala, toma esta rosa se la das cuando viene, solo compórtate y hazme sentir orgullosa de criar a un hermoso Caballero.

Fui y me senté en la mesa esperando mi cita a ciegas, cita que preparó mi madre, si a los 28 años mi madre me hizo mi primera cita a ciegas con la hija de una amiga, después de dos semanas sin saber nada de Emilia y de que mi cabeza casi exploté terminé aceptando que todos a mi alrededor tienen razón y la manera más rápida de buscar algo es comenzar a buscar otra cosa.

El restorán de mi madre estaba repleto esta noche, sé que es el más exclusivo de la ciudad, muy pocas veces he venido. Mi madre siempre lo tomó como un refugio separado de nuestras vidas, un lugar donde ella no era madre ni esposa sino una increíble chef y me sorprendió lo maravilloso que es todo esto, se notan los detalles y la elegancia del lugar.

_Hola Martín?

_Lucia hola siéntate, te estaba esperando, te traje esto.

Por Dios estaba nervioso, ¿Qué me pasa? he tenido muchas citas antes y varias mujeres en mí vida, porque me pone tan ansioso esta reunión.

La noche iba increíble, la comida, el ambiente, las luces, la vista y la hermosa mujer que tenía adelante. Lucia era hija de una vieja amiga de mi madre, no nos habíamos conocido ya que ella se mudó hace poco a la ciudad, es maestra y ama a los animales, tiene el pelo negro y largo y unos ojos color caramelo preciosos, reconozco que si la viera en un bar la encararía enseguida, pero esta cita es para algo más que una buena noche, quiero intentar centrarme y ponerme a mi primero que a todos.

_ ¿Cómo te ves en un futuro Martín? ¿Cuáles son tus aspiraciones?

Seguir vivo no debe ser una buena respuesta, que se yo como me veo en un futuro ¿Quiero hijos? Seguro, ¿casa? no lo sé, he vivido en lugares prestados tanto tiempo que nunca lo pensé.

_Lucia realmente lo estoy descubriendo, creo que un futuro inmediato ir conociendo a esta hermosa mujer que tengo adelante.

Sé que la desilusioné con mi respuesta, pero no quería comenzar mintiéndole, teníamos una buena charla hasta que mi acompañante fue al baño y descubrí a la mujer que me tiene enfermo de amor en una mesa no muy lejos de mí, con el ken que tiene de novio mirándome, ¿hace cuánto estás observándome Emilia? Él beso su mano y ella sonrió, si supiera donde me toca con esa mano, si supiera ese idiota las veces que ella grita mi nombre, no estaría presumiendo de su hermosa y fiel novia.

La noche terminó bien intenté estar solo concentrado en Lucia, después del restorán fuimos a tomar unos tragos y la llevé a su casa, le di un beso en la mejilla, como todo un caballero y quedamos en vernos en unos días para almorzar, llegué a casa me saqué la corbata y el saco, desabroche unos botones y agarré una cerveza, algo de todo lo que hable con Lucia quedo en mi cabeza, ¿Qué quería de mi futuro? Sé que seguir como estoy no es lo que quiero, pero ¿Qué? una esposa, hijos, una casa qué es lo que realmente quiero. Sonó el timbre y seguro era Fernando que venía a buscar las novedades, últimamente mis amigos han estado más cerca de lo habitual, creo que me vi bastante perdido estos días.

_Emilia, ¿Qué haces acá?

_ ¿Puedo pasar? hace frio- Solo me corrí de la puerta y entro, que busca ahora.

_Ahora apareces Emilia ¿Qué quieres?

_Vengo a despedirme y a decirte porqué desaparecí estos días

Me senté en el sillón con mi cerveza, esta mujer me va a volver loco, comenzó a decir que después del último encuentro su padre la llevó de viaje para que despeje su cabeza y en eso Bernardo le pidió matrimonio y le dijo que él la iba a proteger, ¿Dónde estuvo él maldito todo este tiempo? además que va a dejar de trabajar tanto para estar con ella y un montón de cosas que deje de escuchar después de matrimonio.

_Bueno felicidades y a que vienes ¿Quieres que te haga la despedida de soltera?

_Eres un idiota Martín, vine a decírtelo antes que te enteres por otra persona y no acepté todavía, le dije que lo iba a pensar porque estoy confundida, sabes ¿Por qué?

_Déjame adivinar, no sabes si quedarte con el ken millonario que te da todos los gustos o con el pobre veterinario que hace que con solo tocarte grites su nombre.

_Con todo lo que dices haces más fácil mi decisión

_A si- me paré y me acerqué a ella, todo su cuerpo reacciona a mí, eso nunca lo vi con su novio, me desea y lo sé.

_Decimé que él te hace gemir como yo, decimé que piensas en mi cuando estas besándolo, crees que no lo noto, mírame- levante su barbilla para que me mire a los ojos- Dime que no me amas, dime que en este momento no deseas sacarme toda la ropa y hacer el amor toda la noche, dímelo, Emilia.

_Si lo deseo

Comí su boca, la extrañe, este amor no estaba bien, esto nos iba a destruir era el amor más toxico que he tenido, me lleva hasta el cielo y me destruye en cuestión de segundos, la ropa voló por los aires, mi camisa quedo inservible después de romper todo los botones, su vestido está de florero en la mesa, sus zapatos en el sillón, mi ropa creo que debajo de la cama, no queríamos amor, no era un momento para tomarnos nuestro tiempo, era ese deseo urgente esa necesidad de agua cuando estas seco, nos deseábamos, nos necesitábamos y nos íbamos a quemar.

Hicimos el amor toda la noche, no nos prometimos amor eterno ni llamadas, solo placer y más placer, creo que los dos sabíamos que no éramos el uno para el otro, pero no nos importaba. Desperté sin ella en la cama, otra vez solo, tengo que terminar esto porque el único que va a salir lastimado soy yo.

Maldito MurphyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora