6

113 11 1
                                    

Capítulo seis

Todo lo que se tenía que romper se rompió, se cayó o se quemó, el equipamiento era viejo así que decidí sacar un préstamo y renovar la veterinaria necesitábamos actualizarnos.

Isabel es una gran ayuda, pero necesitamos una mano más, decidí llamar a una compañera de universidad y le ofrecí trabajo, aceptó en seguida, era una buena oportunidad.
_Sara quiero que te sientas cómoda y cualquier cosa o inconveniente me avisas.
_Gracias Martín va a ser bueno empezar de nuevo en un nuevo lugar, después de que Gisela me dejó necesitaba salir de ahí.
_Te entiendo, bueno este es tu segundo hogar.

_Vamos a ver pacientes, cualquier cosa me avisas.

_Martín, está la señora Lola que trae a su perro Max dice que no quiere comer

_Hazla pasar Isabel

La señora Lola me ponía nervioso estoy casi seguro de que estaba coqueteando conmigo, pero después de revisar a su pequeño perro le di unas vitaminas y le cambié el alimento.

Así fue todo mi día, amaba esta profesión y entendía por qué mi padre a pesar de los años no quería retirarse. Escuche la puerta, pero ya estamos casi cerrando no quedaba nadie excepto yo terminando unas planillas.

_Estamos cerrados

_Para mí también

Levante mi vista y me encontré a la mujer de mis más dulces pesadillas, tenía puesto un jean azul claro, botas de montar y una camisa que estoy seguro de que si respiraba muy fuerte un botón explotaba. Mierda la deseaba mucho.

_Hola Emilia, ¿Qué necesitas? Estamos cerrados.

_Podemos hablar, creo que si vas a trabajar en la granja necesitamos dejar varios puntos en claro.

Hablaba rápido, cruzo los brazos sobre su pecho, pero hizo que su camisa se abriera un poco para ver un sostén rosado y estoy seguro de que estoy mirándola embobado. Concéntrate, Martín.

_Sobre qué puntos quieres hablar

Me acerqué más a ella, y noté que se puso tensa y su respiración cambio, puede ser, no, no creo debo estar imaginándomelo.

_No quiero que coquetees más, pero me gustaría que seamos amigos, ósea no amigos, pero si conocidos, creo que necesitamos ser adultos y además tengo novio.

_Yo quería conocerte y vos me rechazaste en todas las oportunidades, pero ahora quieres hablar y saber de mi porque soy tu veterinario y ese novio ¿Cuándo apareció? nunca te vi con él.

_Él trabaja mucho

_ ¿Esa es tu respuesta de todas las cosas que te dije?

_Yo bueno, podemos hablar cómo dos personas normales

Me acerqué más a ella y comenzó a acelerarse más su respiración y bajo sus brazos poniendo una de sus manos en mi pecho, así que la tomé y la besé.

_Un gusto señorita soy Martín Caballero, veterinario

Noté que estaba nerviosa creo que en algo la afecto

_Emilia Clark, psicóloga

_Dime Emilia, ¿color favorito?

Ella se sorprendió con mi pregunta y sonrió

_Rosado ¿tú?

_Verde, ¿comida favorita?

_Tacos ¿la tuya?

_Pizza, ¿postre favorito?

_Todo lo que tenga chocolate.

_Interesante, esta es difícil, ¿animal?

_Todos

Sonreí y saqué de mi bolsillo una tarjeta para dársela.

_Un placer Emilia, acá tienes mi tarjeta con mi celular por si lo necesitas.

_Gracias, debo que irme

Seguía con su mano tomada así que la traje hacia mí y sus ojos se ampliaron por la sorpresa, acerqué mi boca a su mejilla y la besé.

_Adiós Emilia, siempre es un placer verte.

Y la solté, ella solo movió su cabeza y salió volando de la veterinaria, estoy seguro de que algo le gustó.

Cerré y me fui a encontrarme con los chicos teníamos mucho de qué hablar.

_Otro brindis por mi

_Estas muy alegre hoy, ¿qué pasó? Laura te soltó más la correa

_Cállate Fernando, te morís de ganas de que una mujer te ponga la correa

_Jamás soy soltero por elección

_Muere de ganas de que mi hermana le ponga la correa

_Nada que ver, mejor dejen el alcohol ustedes que están hablando cualquier cosa.

_No puedo creerlo, ¿está enamorado de tu hermana? Con razón siempre quería que nos juntemos en tu casa

_Lo sé me di cuenta, solo esperaba que se le pase, pero no creo que se le haya pasado nada.

_La hermana de tu mejor amigo tiene bigotes

_Si la vieras Juan, te tirarías de cabeza

_Ah confeso, la ama.

_Basta voy a buscar más alcohol me acompañas Martín

_Todo está bien, no te tienes que enojar

_No quiero hablar de tu hermana ok, ella esta con ese imbécil y yo voy a estar con esta rubia de ahí, espera, esa no es tu psicóloga preferida, que bien que le luce ese vestido.

La hermosa rubia era Emilia bailando bastante sexy con un hombre de unos 30 años también rubio con traje

_Parecen barbie y ken, amigo estas lejos de ser un ken, eres más como un lego o algo así

_Debe ser el novio

Seguimos en lo nuestro hasta que en un momento en el baño me crucé al muñeco de torta hablando por celular y vi a lo lejos a Emilia sola sentada en una mesa así que decidí molestarla un poco.

_ ¿Venís siempre por acá?

_Es mi primera vez, ¿qué haces tú aquí?

_Quieres decir que un pobre veterinario no podría acercarse a este lugar nuevo de moda.

_No es lo que quise decir

_Lo sé tranquila, este bar es de mi amigo Juan con su hermano, venimos siempre por acá, tenemos tragos gratis.

_Es un buen bar entonces, ¿Estás solo?

_No, estoy conversando contigo, sé que tú no estás sola, vi al muñeco de torta por ahí.

_No, vine con mi novio se llama Bernardo, está atendiendo una llamada importante.

_Más importante que estar contigo, no es tan difícil apagar el celular para compartir tiempo con quien amas.

Ella solo bajó la cabeza a su trago y bebió un poco más, tenía que mejorar esta noche no era problema mío si ella quería estar con alguien que siempre la ponía segunda.

Hablamos de cosas simples y la hice reír, amaba su risa era un sonido dulce y alegre sentía que estaba cada vez más enganchado con esta chica y ni siquiera nos habíamos besado, y por cómo era nuestra relación dudo que eso suceda.

_ ¿Tú quién eres?

_Bernardo él es Martín Caballero, nuestro veterinario, Martín él es Bernardo mi novio.

_Un gusto, los dejo, adiós, Emilia nos vemos.

Volví a mi mesa, sólo que no pude dejar de mirarla.

Maldito MurphyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora