19

69 11 1
                                    

Capítulo diecinueve

Estaba llevando a Emilia a su casa en mi camioneta, ella solo miraba por la ventanilla y yo repasaba toda la mañana, dormir con ella fue diferente que con cualquier mujer que he dormido y no se bien porque, su olor, su calor, sentirla acurrucada en mi pecho me hacía querer más, querer ser mejor para ella, pero no sabía cómo hacerlo. Esa mañana nos levantamos desayunamos y cuando bajamos para ir a la comisaria su auto estaba todo rayado y decía ¨Todo es mío¨, comenzó a llorar, tuve que llamar a la grúa y encargarme de eso, la subí a mi camioneta y en la comisaria nos tomaron las dos denuncias, la veía tan frágil y asustada que no podía creer que alguien realmente quisiera hacerle daño, ¿será el tío? Tengo que contarle la historia a Fernando quizás con algunos datos él pueda atar más clavos que yo y podamos resolver esto, son muchas cosas que suceden y muy extrañas, tanto desea este hombre esa tierra, durante todo el tiempo estuvimos de la mano no dejo que me mueva de su lado.

Volvimos a mi camioneta que estaba en un estacionamiento lejos de todo, busqué privacidad por si aparecía el novio, aunque en este momento era lo que menos me importaba y ella no lo volvió a llamar, no Martín no te hagas ilusiones, tu sigues siendo el otro, maldita conciencia.

Quise hablar y decirle que todo iba a estar bien, pero ella no me dejo, se subió sobre mí y comenzó a besarme, no era un beso romántico ni un beso de amor era más como una desesperación, como esos besos que crees que van a borrar todo lo malo de tu vida, esos besos que te hacen aferrar al alma deseando más.

La deje besarme, lamerme y morderme solo seguí su juego, entendía ella necesitaba liberación así que baje mi mano a su pantalón y desabroche los botones, mientras por arriba de su blusa comencé a torturar sus pezones seguía moviéndose sobre mí y yo estaba a listo para lo que desee pero era complicado tener sexo dentro de la camioneta y más en un estacionamiento a las 11 de la mañana, así que le di su liberación comencé hacerle círculos con mis dedos mientras mordía su pezón derecho y con mi otra mano apretaba el izquierdo, cuando sentí que su cuerpo buscaba ese dulce orgasmo busque su clítoris y la hice estallar, grito mi nombre y se aferró con fuerza en mis hombros.

Juro que esta mujer va a llevarme al infierno, amo verla llegar, amo verla desarmarse en mí y sobre todo amo ver como muerde sus labios y grita mi nombre mientras estalla en mil pedazos.

_Martín gracias por todo lo que has hecho por mí, estas ahí, estas siempre cuando nadie más y eso me encanta y lo odio al mismo tiempo- Esa declaración hizo que deje de recordar todo y vuelva al presente, a un presente en el que ella no es mía y nunca lo será y tendré suerte si tengo algunos pocos momentos de ella en mí.

_Emilia, las personas que dejan marca en tu vida son las que en verdad vale la pena elegir día a día. Yo soy una de esas personas porque sé que jamás voy a faltarte mientras me necesites, porque siempre vas a encontrar en mi un compañero de vida que va a querer lo mejor y hacer lo imposible por verte bien.

_Sabes mi situación yo, no puedo.

_Entiendo solo sabes que estaré aquí para ti, siempre.

Se bajó y me dio un beso en la mejilla, vi que estaba el auto de su amado y preocupado novio afuera, ahora sobro, así que mejor voy a trabajar, tengo que hacer algo productivo con mi vida o voy a morir en este limbo que Emilia me tiene.

_Se digno aparecer el doctor

_Cállate Sara, no pego una, ¿por qué las mujeres son tan complicadas?, porque no puedo saber exactamente lo que quiere Emilia y dárselo así me elige a mí, así me ama a mí.

_Hay amigo, soy mujer y tengo el mismo problema, todo ser humano es complicado y si a eso le sumamos más personas a la ecuación se complica, tienes solo que tomar una decisión, Martín no puedes estar así o aceptas ser ese que llama cuando no hay nadie más con ella o buscas a alguien que para esa persona seas el primero en que piense en llamar, tienes que amarte vos primero, porque por lo que veo te respetas bastante poco para aceptar migajas de alguien.

_Eso dolió, pero tienes razón, vamos a trabajar.

Hablé con Fernando y lo puse al día con la historia de la familia de Emilia me dijo que había averiguado que la camioneta era robada y que la conducía un hombre está intentando seguirla con las cámaras de tráfico, pero no está encontrando mucho. Hablé de su enorme decisión de destapar la caja de pandora y me dijo que ahora tenía unos días de vacaciones y se va a dedicar a saber toda su verdad, eso me alivia sé que es una mierda esto y que solo hay sufrimiento al enterarse todo, pero también sé que es lo único que puede hacer que mi amigo se libere, que sepa quién es y así poder seguir adelante con su vida.

Llame a Emilia varias veces, pero no atendió, así que deje de insistir ella no me necesitaba ahora, pase unos días oscuros, días difíciles para mí creo que ella solo me usa, no creo estoy seguro de que me usa.

_Estás hablando en voz alta lo sabes no

_Bueno si es así, ¿por qué no me elige?

_Estas muy borracho amigo, no estás pensando con claridad, y sabias en donde te metías, ella lo dejó claro y vos seguiste intentando hasta tenerla, pero creo eso es lo que quieres.

_ ¿Qué quiero? haber señor Juan sabelotodo ¿Qué quiero?

_No me jodas Martín, no preguntes si no te gusta lo que te van a decir

_Está bien, pero quiero saberlo por qué hago esto, porqué siempre elijo la loca o la que me hace arrastrarme por amor.

_Fácil, porque tienes terror al amor, porque amas al amor, pero no la idea de estar al 100% con alguien, nunca te comprometes nunca te juntas, siempre tienes una vía de escape. No quieres quedarte, buscas a la loca, a la tóxica, a la comprometida porque no van a pedirte amor eterno, porque no van a hacer que quieras tener una familia con ellas, ósea eres un cagón por eso te enamoras de esas mujeres.

Desde cuando todos tienes razón y soy él más idiota de todos mis amigos. Lo peor, es cierto soy un cagón cuando se trata de amor.

Mi vida tiene cambiar, no puedo seguir así o voy a estrellarme con algo muy pronto.

Maldito MurphyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora