24

80 11 4
                                    

Capítulo veinticuatro

Le pedí a Fernando que venga un rato más tarde para poder hablar solos, quiero decirle todo lo que siento por ella y como dice Sara jugármela por amor, total que más puede pasar, cierto.

_Emilia pasa, estas hermosa.

_Gracias, ¿qué rico olor, qué cocinaste?

_Tacos, cerveza y frutillas con chocolate

_Es mucho para una noche de charlas, ¿qué tramas después?

_Solo quiero hablar

Hablamos de todo lo que sucedió y que su padre ha perdido grandes negocios últimamente creen que todo está relacionado por la misma persona y piensa que es su tío, el único problema es que nadie sabe dónde está.

Me levanté a poner música, tenía poco tiempo antes que venga Fernando y quería decirle todo

_Emilia tengo que decirte algo

_Yo también, pero dime tu primero

_Desde el día que te vi me enamoré e intenté de todo para acercarme a ti porqué sabía que toda mala decisión que había tomado me había llevado a ese momento en el café, a conocerte, eres el amor de mi vida, lo siento en todo mi cuerpo, la manera en que mi corazón late cuando te veo, cómo reacciona mi cuerpo a tu tacto. Reconozco al principio fue un capricho porque no me dejabas acercarme y eso lo volvió más interesante, pero te besé, te toqué, te tuve y me enamoré de una manera que jamás lo había hecho, te amo y haría lo que fuera por tenerte a salvo, creo que te he demostrado una y otra vez lo que te amo y lo soy capaz por ti.

Ella no dijo nada, se paró y me beso lento y pausado, sentí amor en cada beso, sentí amor en sus manos, me estaba haciendo el amor, fue sacándome la ropa, aunque yo esperaba hablar y que me diga algo, ella solo se limitó a desnudarme, la seguí hasta el cuarto donde me sentó en la cama y sin sacar su mirada de la mía se desnudó.

_Yo también te amo

Solo esas palabras hicieron mi mundo, Me ama, maldición me ama, la tomé en mis brazos y la besé con calma y tiempo, ella era mía, sentía lo mismo. Debo reconocer que amar a una persona y que esa persona sienta lo mismo es algo mágico, comencé a hacerle el amor sin importar el tiempo, la hora o el día, escucharla gemir y gritar mi nombre era todo lo que mi corazón maltrecho necesitaba, me ama a mí.

_ ¿Enserio tengo que llegar cuando están desnudos?

_Tranquilo ya habíamos terminado, espera que ya vamos.

Nos vestimos y entre risas salimos al comedor, Fernando estaba serio, ahora que los miro juntos me doy cuenta lo similar que son, tienen los mismos ojos claros, tan claros como el mar, el mismo pelo rubio, son tan parecidos, como no lo vi antes.

_Emilia siéntate, tengo que decirte varias cosas

_No me asustes Fernando que sucede?

_Descubrí como saben dónde estás todo el tiempo

_ ¿Cómo?

_Dame tu pulsera- Fernando la tiro al piso y la rompió, adentro tenía un chip muy chiquito, se paró y lo puso dentro de un vaso de cerveza, saco otra pulsera y se la coloco.

_ ¿Cómo puede ser?

_Te la regaló Bernardo no es cierto?

Ella solo movió la cabeza y yo estaba totalmente perdido, no entiendo Bernardo la seguía, ¿él es malo? y el tío? mi cabeza va a estallar.

_Esta pulsera que te di tiene una nueva frecuencia, así yo sabré donde estás en todo momento y te mantendremos a salvo con Martín.

_ ¿Por qué haces todo esto? sé que manejabas computadoras y eso ¿Pero ¿cómo sabes todo esto?

_Estuve en el ejercito varios años, luché en algunas batallas, pero descubrí que manejó sistemas mejor que nadie y que puedo averiguar cosas que nadie más. Se más de lo que crees y por ahora dejémoslo ahí, mañana prometo que hablaremos y te diré toda la verdad, quiero decírtelo yo pero ahora nos tenemos que ir, creo que hay una pista que podría dar con el paradero de tu tío y unos amigos van ayudarme, solo mantente a salvo está bien, si tienes miedo o sospechas de algo aprieta muy fuerte la pulsera y eso disparará una alarma a mi teléfono que me indica que estas en peligro y te ayudaremos, está bien.

_Esto es todo tan raro, siento que estoy en una película, Gracias

_No me lo agradezcas todavía, ve a casa y saca a tu padre de ahí vayan a un lugar seguro y mañana los llamaré.

_Gracias amigo

_Martín tú tienes que venir conmigo, la única forma de entrar en pasar a varios animales salvajes y eso solo lo puedes hacer tú.

_Está bien llevo a Emilia a su casa y voy por ti.

Subimos a la camioneta y Emilia tocaba su nueva pulsera seguía sin decir una palabra al respecto.

_Emilia, sé que es mucho para procesar y mañana vas a tener más información solo recuerda que estoy a tu lado, y que pase lo que pase te amo.

_Yo también te amo, quería decirte que suspendí la boda y Bernardo se puso muy furioso gritaba cosas que no entendía, aunque ahora empezó a cerrarme todo, él decía que todos estos años perdidos por una niña caprichosa, que lo iba a pagar qué me iba arrepentir y salió de la casa, creo que él estuvo atrás de esto todo este tiempo.

_No lo sé, ahora solo concentrémonos en mantenerte a ti y a tu padre a salvo.

Llegamos a la casa y la deje en la puerta de su casa, con un suave beso me despedí, cuando me subí a la camioneta sentí un vació en mi pecho, un sentimiento raro, algo no estaba bien, quería que esto termine de una vez, quiero ser feliz con ella sin el miedo de que alguien le haga daño, pero sabía que esto no iba a ser fácil, si alguien estuvo tantos años preparando una venganza no se va a dar por vencido tan fácil.

Maldito MurphyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora