Capítulo doce
Las visiones o sueños tienden a ser como una película, siempre son más exageradas que la vida real, vas a su encuentro, llegas y la ves a ella, toda vestida de blanco con la luz de la luna que entra por las ventanas como rayos iluminándola ella gira y te mira, no necesitan palabras todo tu cuerpo sabe qué hacer, te acercas la tomas de la cintura y la besas, ella se entrega a ti y todas esas ganas acumuladas se sacan en ese momento.
Seria genial no, pero no fue así , llegué corriendo porque era la hora entre que recuperaba la respiración, sentí que mis pulmones no se llenan de aire muy rápido y no podía ver nada por lo oscuro que estaba mis ojos no podían acomodarse a la luz, me quedé un rato esperando y cuando ya me estaba por ir, ella aparece corriendo hacia mi levantando su vestido.
_No podía venir, pensé que ya no estabas, espera.
Se apoyó en sus rodillas para recuperar aire.
_ ¿Cómo corres con tacones? me sorprende.
_Una gran habilidad_ Sonrió mientras acomodaba unos mechones de su pelo.
_Feliz cumpleaños_ Soy un idiota lo sé, pero no sabía que decir.
Ella sonrió haciendo que sus ojos brillaban, mordió su labio y mi corazón se retorció un poco.
_Gracias, quería tener dos minutos a solas con vos, quería decirte que nuestra cita fue maravillosa que me he sentido distinta y que no sé.
Tome un mechón de su pelo y lo coloqué tras de su oreja.
_Te traje un regalo.
Le di la caja roja, estaba pintada con una pequeña huella de perro en la tapa.
_ ¿Qué es esto? una llave
Le había regalado un collar de plata con una llave.
_Si es una llave pero no cualquier llave, abre una puerta muy especial para mí que nadie conoce.
_ Una puerta que nadie conoce, ¿Qué puerta?
_Para saber eso tengo que mostrarte tu segundo regalo.
_Me gusta a donde va esto.
_No voy a presionarte pero cuando quieras me dices y te llevo.
_Gracias
Se acercó para darme un beso en la mejilla pero yo quería sentir sus labios, me giré y atrape su boca, no se resistió y comencé a besarla muy suavemente paso sus manos por mi cuello y la acerque más a mí.
Olía a cielo, si es que el cielo puede oler tan bien y su boca tenía gusto a fresas y a champagne caro, nos besamos un rato hasta que ella cortó el beso, confieso que me resistí al principio no quería que acabara nunca.
_Mañana llévame, mañana al atardecer.
Y otra vez me quedé como idiota mirándola como se aleja de mí. Aunque esta vez me gustó.
Me quedé junto con los caballos un rato hasta que recibí un mensaje de Fer que estaban por hacer el brindis así que volví con la gente.
El imbécil del novio la tenía de la cintura y hablaba de lo maravillosa que era como novia si supiera el desgraciado, brindamos y la beso. Sabía que el novio existía, pero verla frente mío besando cuando hace 15 minutos tenía su boca en otro lado me molestó. ¿A qué jugábamos? ¿Qué estaba haciendo conmigo?
Por suerte, Fernando trajo a unas chicas y nos pusimos a bailar. Esta chica era hermosa no podía negarlo ese vestido hacía lucir muy bien sus atributos. Aunque mis ojos se desviaban un poco aunque solo encontraban a Emilia bailando con su novio y cada tanto los veía besándose.
_Esto no va a terminar bien
_Perdón?
Toda mi atención volvió a la chica de mi lado que se movía muy pegado a mis pantalones.
_Que te estás despertando y no va a terminar nada bien, porque no nos vamos de acá y la terminamos bien.
_Es una increíble idea solo déjame.
Comencé a buscar a Fernando pero estaba en un sillón con una chica arriba de él a los besos así que decidí enviarle un mensaje.
Tomé de la cintura a Cintia y la apreté más a mí.
_Vamos a tu casa?
El sol me daba en la cara y con todo el esfuerzo del mundo abrí mis ojos, cuarto grande, blanco y rosa, no hay peor sensación en el mundo que cuando te despiertas y no recuerdas mucho de la noche anterior, recuerdo el chófer, a si el auto, mierda que bien usa la boca esta mujer, me senté en el sillón y mi cabeza dolió, recuerdo el ascensor como nos besamos, me paré y noté que estaba vestido. A si claro se durmió.
Cuando entramos me dijo que ahora volvía y después de un rato se había dormido en el cuarto así que me tiré en el sillón y ahora es momento de irme.
_Martín?
_Cintia yo me estaba yendo, disculpa que me quedé anoche estaba muy borracho para irme.
_Yo también me dormí no?
_Si
_oh, lo siento yo quería estar contigo no sé qué me paso debe ser la mezcla del alcohol y esas pastillas.
_No deberías mezclar nunca pastillas con alcohol pero tranquila igual la pasamos muy bien.
_Puedo alcanzarte? Va le digo a Félix que te lleve.
_Sabes eso sería muy bueno, la pase muy bien.
Me acerqué y le di un beso en la mejilla y me fui a casa, como estaba me tiré en la cama y me desperté con la novena vez que sonaba mi celular.
_Si, estoy muerto
_Martín deja de decir tonterías y levántate, vas a venir a cenar?.
Abrí los ojos y noté que aún era de día.
Faltaba poco para el atardecer y había quedado con Emilia tenía mucho que preparar.
_Mamá no creo tengo trabajo.
_Bueno pero ven mañana._Si Raquel mañana voy a verte.
Dejé todo listo, cargue al auto, revisé que esté todo buenas condiciones y fui a buscarla a su consultorio.
Hoy tenía que ser el día, no sé si lo que sentía por ella era amor, locura o una atracción fatal, pero la necesitaba, la quería en mi vida. Si solo con estar cerca mío hacía de mi mundo mejor no quería imaginar si tuviera la posibilidad de realmente estar con ella lo que sería de mi vida, pero no iba a forzar nada solo estaré con quiera estar en mi vida.
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Maldito Murphy
RomanceLa ley de Murphy dice que, si algo puede salir mal, saldrá mal. nada dura para siempre, así que en algún momento todas las piezas de una máquina se romperán. Esto es totalmente cierto, Cómo lo se?, solo déjenme contarles mi historia de como la peor...