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Capítulo once

Me desperté después de un par de horas, arreglé todo para que Sara me cubra hoy así podía encargarme de hacer unos trámites. Busqué el auto de Emilia y pasé por el café de mi tío Ángel.
_Ah pero quien aparece, claro cuando no tenía a donde comer se instalaba en mi cocina, como ahora se buscó otro lugar ya ni el pelo le vemos.
_Hola Víctor se nota que me extrañaste
_Yo no te extrañé estuve tranquilo sin vos molestando con esas charlas indebidas
_Bien que te gustaban los detalles de lo indebido no.
_Ven a darme un abrazo muchacho, ¿Cómo está tu padre?
_Mejor, pero hay que darle tiempo, por suerte la veterinaria anda muy bien.
_Me alegro, ¿te preparo un desayuno?
_Si uno para comer acá y otro para llevar, voy a ver a una chica.
Cuando Víctor me golpeaba la espalda entra mi tío silbando a la cocina del café.
_Martín que bueno verte, te ves roto ¿está todo bien?
_Hola tío muy bien.
_Víctor hay tres pedidos más.
_Ya voy jefe
_Me alegro verte hijo, sabes que cuentas conmigo cuando me necesitas, ¿te falta dinero?
_No tío estamos bien, gracias
_Esta bien voy a atender.
Terminé mi desayuno y con una caja para llevar y un café me dirijo a el consultorio de Emilia, espero que no me eche a patadas.
_Buenos días Emilia Clark?
_Lo espera?
_Espero que esta vez sí, Dígale que es el Dr. Martín

_Lo espera, pase
La última vez que estuve acá no terminamos de la mejor manera, espero que esta vez sea diferente.
_Buenos días, puedo pasar?
_Hola Martín adelante
Ella estaba hermosa, no se notaba que había estado hasta la madrugada conmigo y sus ojos claros resaltaban aún más.
_Te traje café y algo para comer
_En serio, gracias, moría de hambre
_No queremos eso, también te traje la llave del auto, lo estacioné ahí afuera
_Eres un amor, haces todo esto por mí y yo soy horrible, sé que no soy la mejor a veces contigo, lo siento.
_Hacemos lo mejor que podemos
_Te gustaría venir a cenar mañana?
_A tu casa?
_Si es mi cumpleaños y realmente me gustaría que vengas, toma tienes que entrar con esta invitación y puedes traer a un acompañante.
_Bueno, gracias no sabía que era tu cumpleaños, iré.
_Genial me encanta, quisiera verte a las 11 en el establo, quiero que hablemos.
_Me voy porque tengo varios pacientes te veo mañana y te espero a las 11.
La saludé con la mano y me fui pensando que le regalo a alguien que lo tiene todo.
Terminé mi recorrido y me fui a cenar con Fernando.
_Llegué
_No estoy, morí de hambre, tan difícil es llegar a horario para comer.
_No seas una vieja llorona ya estoy acá, ojalá todos trabajáramos desde casa y así nunca llegaríamos tarde a comer.
_Pasa, hice espaguetis.
_Muero de hambre
_Cuéntame de tu cita con la rubia
_Es hermosa, me tiene idiota, estoy a sus pies no sé si estoy loco por ella o es porque me parece inalcanzable pero me agota un poco el juego del gato y al ratón.
_Estas enganchado mal
_Si lo sé y vos?
_Yo no tengo suerte con el amor, pero sabes estuve hablando con mis padres y creo que quiero buscar mi origen.
_Eso es un gran paso hermano
_Si, pero es hora quiero saber quién soy, aunque destapar ese frasco sé que va a doler pero quiero hacerlo.
Terminamos de comer y de charlar sobre su vida Fernando fue adoptado apenas nació por sus padres, una pareja mayor que lo amo como a nadie pero son de edad muy avanzada y creo que él tiene miedo de quedarse solo en el mundo. Es mi mejor amigo y lo quiero, me preocupa que descubrir esto puede hacerle mucho daño.
Llegó la hora de la fiesta y estábamos los dos con Fer vestidos de gala para ir al gran evento. Fernando le compró unos aros y yo le tenía una gran sorpresa, espero que sea adecuada.
Llegamos a la casa y había un gran operativo de seguridad, en el camino a la entrada tenía más luces que toda la ciudad.
_Buenas noches, nombres?
_Martín Caballero y Fernando Amadeo.
_Si doctor tiene entrada libre, adelante
_EPA alguien tiene VIP.
_Me extraña Fer estás conmigo
_Eso es lo que me preocupa.

Al entrar a la gran casa, había grupos de gente parada con copas en sus manos, una gran barra de tragos y las puertas abiertas del patio con mesas y sillones afuera, todo en tonos pastel, nada salía de lugar, todo era exageradamente perfecto.
_Mira toda esta gente, sabes conozco a todos y cada uno de sus secretos, ese de bigote extravagante es el director de la una gran empresa petrolera y lava dinero con un lavadero de autos, y esa que está al lado que es la esposa tiene un amorío con una mujer.
_ ¿Cómo sabes todo eso?
_Eso es lo menos importante que sé, por eso te lo cuento, lo más grave me lo guardo, si supieras las cosas que hace la gente rica te sorprenderías.
_No sé cómo no te estalla la cabeza, tener que investigar a cada persona y saber cosas horribles de ellos y no poder hacer nada debe ser terrible, no podría.
_Es mi trabajo, amo lo que hago y saber que investigar gente mala ayuda que buenas personas estén a salvo me ayuda a dormir.
_Vamos a la barra así me seguís contando los secretos sucios de todos estos ricos.
Saludamos a algunas personas Fernando se mantenía en silencio observando, de traje y cerca mío mirando todo con detenimiento parecía un guardaespaldas, obvio que el tamaño gigante que tiene ayuda bastante.
_Martín que bueno que viniste
_Hola Julio, gracias por invitarme, te presento a mi gran amigo Fernando Amadeo.
_Un placer, ¿nos conocemos?
_No lo creo pero el placer es mío.
_Me pareces tan familiar, bueno, disfruten chicos los dejo
_ ¿Sabes secretos sucios del papá de Emilia?
_No me han pedido que lo investigue
_Vamos a fuera que creo que hay más juventud.
Hablé con varios conocidos que hace años que no veía y como siempre Fer estaba rodeado de mujeres contando alguna anécdota por la forma en que todas le prestan atención, cuando me acerqué todas las mujeres lo miraban embobada.
_Y cuando la única opción de rescatarlo era lanzarme desde 1000 metros no lo dudé, deje el bolso en el suelo y me lancé sabía que podía salir mal pero no iba a dejar que se ahogue, cuando llegué a él estaba desesperado el agua estaba helada y se notaba que la hipotermia ya estaba en su sistema, lo subí a mi espalda y lo lleve hasta la orilla por suerte estaban mis amigos que nos dieron primeros auxilios y logramos salvarlo. Aunque muchas noches me atormenta verlo con su remera roja y azul flotando.
Todas como siempre lloraban y lo abrazaban con su gran anécdota si supieran que el lago era una pileta y que el niño que se ahogaba era un muñeco de Spiderman no tendría tanta suerte el desgraciado.
-Chicas discúlpenme un segundo tengo que conversar algo con mi amigo, espero que tengan una pieza para bailar conmigo.
- ¿Cómo haces? Te pierdo unos segundos y siempre estás conquistando a una mujer nueva
_Es un don amigo.

Maldito MurphyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora