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LILI:

Estaba volando sobre las nubes sabía que Sam me cubriría todo el tiempo que yo quisiera estar fuera, sabía que no pasaría nada debido a que Sam siempre me cubría cuando yo quería estar sola.

Volaba sobre las nubes sin rumbo alguno mirando hacía el horizonte, mientras el Sol se escondía, pensé en volver, pero no quería, la verdad solo había una cosa que me importaba en ese momento, el ataque.

"Ha habido otro ataque" esas palabras me ponían los pelos de punta, ¿Qué significaba esto? ¿Había la posibilidad de que hubiera otra guerra? Claro que sí, pero... ¿Cuándo? y ¿por qué? los Ángeles no habían hecho nada para provocar a los demonios y los demonios no podían romper el trato que se había firmado... Un trato que no se podía romper.

-Debo de dejar de darle tantas vueltas al asunto y será mejor que hablé con Sam y con los superiores antes de hacer algo muy tonto - Pensé en voz alta, era claro que no esperaba una respuesta.

-¿Te has enterado ya del ataque? - Dijo una voz sobresaltándome.

-Emm sí. - Dije dándome media vuelta para ver a la persona con la que estaba hablando - No quiero sonar mal educada ni nada, pero ¿me podrías decir tu nombre? por favor. - Pedí lo más cortes que pude.

-Claro, siento no haberme presentado, soy Nicholas, pero todos me dicen Nic. - Dijo tendiéndome una mano.

-Soy Lili – Me presente estrechándole la mano, mientras al mismo tiempo señalaba la pequeña tarjeta que tenía en la otra, la cual contenía mi nombre de ángel, Nic la vio y asintió.

-¿Eres de la división oro no? - Dijo mirándome.

-Si, y tú de la división plata ¿estoy en lo cierto?

Los ángeles nos dividíamos en dos divisiones, La División Oro y La División Plata, las cuales al mismo tiempo se dividen en tres brigadas, las cuales son, La brigada Blood Warrior, La brigada Illusion y La brigada Shadow. Cada una tenía una característica especial.

La Brigada Blood Warrior se caracteriza por tener a guerreros innatos, como dice su nombre, los miembros de esta brigada son guerreros de sangre.

La Brigada Illusion, se caracteriza por que sus miembros son capases de crear ilusiones para después atacar a los demonios o hacer que entreguen algo o a alguien que tienen de nosotros, son algo así como los rescatistas.

Y por último La Brigada Shadow, la cual se caracteriza porque sus integrantes (Los cuales son muy extraños de encontrar) son tanto guerreros innatos como buenos sanadores, son más fuertes, ágiles, rápidos, he incluso más ágiles a la hora de volar. En las guerras suelen ponernos en los frentes y asignarnos una legión de guerreros veteranos, los cuales la mayoría de las veces no nos cuestionan si tomamos una decisión drástica. Porque si, yo soy de esta brigada.

Por último, están las llamadas Divisiones las cuales son dos:

La División Oro: En esta división están todos los ángeles que tienen alas de "oro" es decir que sus alas desprenden destellos dorados.

La División Plata: En esta división están los ángeles que tienen las alas de "plata" es decir que sus alas desprendan reflejos plateados.

Tanto yo como Sam pertenecemos a la brigada Shadow de nuestras propias divisiones, él es de la División Plata y yo de la División Oro, nos conocemos porque somos de la misma generación de ángeles, nos graduamos al mismo tiempo y fuimos los únicos que conseguimos graduarnos con honores, lo cual es muy difícil.

-Si - Dijo Nic contestando mi pregunta - soy de la División Plata, ¿Vienes a hacer algo en el Bastión? ¿Tienes alguna orden de los superiores o de tu capitán? - Hablo dejándome muy confundida.

-¿Me he alejado tanto? - Dije más para mí misma que para Nic, él pareció entenderme puesto que no contestó, repare de repente en su pregunta - emm, no, no tengo ninguna orden ni vengo a hacer algo aquí - Hable rápidamente - sólo volaba sin rumbo y pues llegué aquí, ¿eres guardián del bastión? - Pregunte reparando en que parecía muy joven para haberse graduado.

-No, no soy guardián del bastión - Dijo mirándome - soy un alumno que viene de una misión.

-Será mejor que te apresures si no quieres que tus profesores te regañen por haber llegado tarde - Hable reparando en que había podido retrasado y no me había dado cuenta.

-No importa. Es bueno ver a alguien que ya está graduado, y con honores, además - Dijo mirándome, yo solté una pequeña risa.

-Debo irme y tu deberías entrar ya a clases y no quedarte afuera, te ganaras una sanción.

Sin más que decir me aleje volando del lugar.

MATEO:

El Bastión, era el lugar donde todos los ángeles eran entrenados dependiendo de sus capacidades, en ese lugar habían estado Lili y Sam, habían entrenado en ese lugar cuando yo todavía no los conocía, lo peor es que se habían graduado con honores.

-¿Cómo fue? - Dije mientras que Sam me miraba, me había explicado que era probable que yo entrenara ahí cuando mis alas terminaran de desarrollarse por completo - tu entrenamiento y el de ella, a eso me refiero - Aclaré al notar su cara de completa confusión.

-Ahh eso, - Dijo con una pequeña mueca - pues fue muy duro, el entrenamiento ya es muy pesado, pero para la brigada Shadow de cada división es mucho peor.

-¿Por qué? - Dije sin pensar.

-Porque somos los más difíciles de encontrar y por ende los más peligrosos si no aprendemos a controlar nuestras habilidades - Dijo sin más, al notar mi cara de Confusión me dijo - como ya te lo he dicho antes somos los más difíciles de encontrar y por ende nos hacen entrenar una o dos horas antes que el resto, si no obedecemos somos castigados y si no tenemos diciplina en el entrenamiento también nos castigan, además de que nuestras habilidades son muy peligrosas, ya que si no aprendemos a controlarlas nuestro propio poder nos consume.

-Pero... - No pude terminar porque una figura alada en el cielo me interrumpiera era rápida y se acercaba a toda velocidad hacía nosotros. Sam no dudo ni un minuto en acercarse volando a esa figura a toda velocidad. Intente hacer lo mismo.

No salió bien.

Para nada bien.

Salió fatal.

Repito salió fatal.

Me caí de la azotea cuando intenté aventarme igual que ellos.

-¡Mateo! - Escuche la voz de Lili.

-¿Está bien? - Escuche que decía Sam.

Cabe destacar que nunca sentí el impacto en el suelo.

-Creo que si - Hablo Lili - Mateo ¿estás bien?

-Si - Conteste en un susurro - ¿He caído al suelo? - Dije desconcertado.

-No, tontito - Dijo Lili - te he tomado antes de que tocaras el suelo - Río.

-Un poco menos de velocidad y reflejos por su parte y te estrellas directo en el suelo - Dijo Sam riendo. ¿Cómo podían estar tan relajados en este momento cuando yo estaba temblando?

-¿Cómo están tan relajados? - Me atreví a preguntar.

-Estamos así porque nos han enseñado a mantener la calma en las situaciones de pánico -Dijo Sam mientras Lili asentía dándole la razón. – Se llama pánico controlado.

-Te llevare a casa - Dijo Lili.

Yo solo asentí.

Sam y Lili se despidieron con un asentimiento. Cuando Sam se alejó volando y se hizo un punto ciego en el cielo Lili y yo nos dirigimos a mi casa, yo todavía temblando y Lili riendo por la tontería que había hecho.

Un Ángel Caído.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora