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Media hora más tarde, mi amiga dejó de tocar y nos miró. Otsana la abrazo sin decir nada, ninguno de nosotros dijo nada, todos estábamos conmocionados ante las notas que había tocado la castaña, habían sido hermosa y desgarradoras a mismo tiempo, no entia como pero de cierta forma me sentía diferente ante tales notas, había sido hermoso y muy reconfortante.

- ¿Te sientes mejor? - dijo Otsana rompiendo El abrazo.

- Si, la verdad si, es lindo tocar de nuevo. - contestó ella riendo un poco.

- Has dicho eso hace media hora aproximadamente. - dijo Sam mirándola con seriedad.

- Te han enseñado a cerrarla boca. - le espetó Otsana, Sam nego con la cabeza. - pues te enseñaré a cerrarla.

Y así en menos de un minuto Otsana y Sam estaban forcejeando en el suelo, los brazos y pies volaban por el aire mientras intentaban mutuamente sacarse de encima al otro. Izaro y Drac habían estallado en carcajadas y seguían riendo mientras los otros dos continuaban lanzando golpes al aire y forcejeaban, escuché un gruñido de advertencia que hizo que temblar a del miedo, Sam y Otsana se habían hacercado a Izaro y Ayax se había puesto delante de su dueña de forma protectora y les gruñia al par qe estaban en el suelo, al instante los dos pararon de forcejear y se levantaron.

- Eso fuer increíble. - dijo Drac riendo todavía.

- Me he muerto del miedo con el gruñido de Ayax. - dijo Sam mirando al lobo.

- Es un lobo leal. - dijo Otsana mientras se inclinaba hacia el lobo y le acariciaba el lomo.

- Es el lobo más leal que yo conozco. - dijo Izaro mientras se agachaba a la altura del can.

- Piensas escojer tus regalos o no vamos al Bastión sin nada. - dijo Drac mirando a Izaro.

- Entonces han venido para comprarle un regalo de cumpleaños a Iz. - dijo otsana riendo. - y casi mató a Sam, Ayax casi mata a Mateo y Drac e Izaro casi mueren de de la risa.

- En todos los cumpleaños pasa algo. - dijo Sam riendo un poco. - hoy casi morimos todos.

- Sam tiene razón, siempre nos pasa algo en los cumpleaños. - dijo Drac mirando a Izaro.

- ¿Elegimos mis regalos? - dijo ella mientras nos miraba. - Me gustaría llevarme hoy a Ayax al Bastión, por lo menos un tiempo. - dijo mirando a Otsana.

- Claro, después de todo es tu lobo. - dijo ella mirando a Izaro. - pero le voy a extrañar, será extraño no tenerlo correteando po el taller mientras trabajo.

- Lo traeré cada fin de semana, ¿Te parece? - dijo mi amiga mientras le miraba.

- Eso es un trato. - dijo la morena riendo.

- Bueno, entonces vamos antes de que se haga más noche y no podamos llegar al Bastión a tiempo. - dijo Drac mientras lo miraba.

- Vale vamos. - dijo Izaro mientras se levantaba del suelo.

- Vamos, - dijo Otsana mirándonos. - tengo algunas armas que te gustaran, son especiales.

- ¿Especiales? - pregunto Izaro mirándola. -  ¿Cómo que especiales?

- Siganme. - se limito a contestar la chica.

Los cuatro intercambiamos una mirada y seguimos a la chica que había desaparecido por una puerta, en cuanto comenzamos a caminar sentí una percencia detrás mío, asustado volví la vista y no vi nada ademas de Ayax quien le estaba gruñendo a algo que yo no veía.

- Hey Mat ¿todo bien? - me dijo Izaro desde la puerta en la que estaba junto a los chicos y Otsana.

- Si, si todo bien. - le dije mientras comenzaba a caminar hacia ellos.

Un Ángel Caído.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora