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Desperté sobresaltado, mire a mi alrededor y me percate de que varias de mis cosas estaban revueltas, mi armario estaba abierto y mi ropa estaba tirada en el suelo, mis libros y libretas de la escuela estaban totalmente revueltos y esparcidos por el escritorio, un olor nauseabundo perduraba en el ambiente. Me asuste, ¿quién podría haber entrado a mi cuarto por la noche? Y ¿por qué lo haría? sin pensarlo demasiado tome el papel de la nota, la pluma y el tintero que me había dado Kilian y comencé a escribir:

Alguien ha entrado a mi habitación por la noche.

La nota desapareció y al segundo siguiente apareció con un texto que decía.

Voy hacía allá, no abras tu cuarto.

Pensé en contestarle con un "no pensaba hacerlo" pero cuando estaba por empezar a escribir la voz de Kilian me interrumpió.

-Lo que sea que pienses en escribir puedes decírmelo. - Dijo con un leve tono burlón en su voz. Me sobresalté al escucharle.

-¿Puedes dejar de hacer eso? - Reí mientras le miraba.

-No, en realidad me gusta asustarte Kurik - Dijo mientras me empezaba a inspeccionar mi habitación.

-Vale... emm ¿ideas de quién pudo haber entrado a mi habitación anoche?

-Tengo algunas en realidad, pero necesitare confirmarlo, aunque por el olor, creo saber de qué se trata. - Me dijo mientras seguía mirado mis cosas revueltas.

-No sé qué has querido decir con eso, pero quiero decirte que pareces un criminalista profesional - Dije soltando una risita mientras le miraba.

-Yo en tú lugar dejaría de reírme. - Dijo con seriedad - esto es muy grave, alguien ha entrado en tu habitación y simplemente te estás riendo. - Su seriedad me helo la sangre.

-Vale, me parece que no estás de humor - Dije más seriamente.

-No, - Contesto él, su voz era una tumba. - no estoy de humor, por que una persona entro anoche a tú cuarto y revolvió todas tus cosas... este olor... lo he sentido antes... he estado cerca del.- Dijo pensativo - tal vez... ¡Liox! ¡Ha sido un liox!

-¿Qué demonios es un liox? - Dije extrañado.

-Es un demonio, su raza se caracteriza por la falta de piedad contra los humanos, suelen ser bastante voraces y muy minuciosos a la hora de elegir a sus presas, suelen visitarles por la noche y registrar sus cosas, si no les agrada la forma en la que visten o a que se dedican suelen dejarles en paz pero si les agradan, no les dejan en paz hasta que logran matarles o hasta que encuentran otra presa que les interese más, lo cual es muy difícil ya que suelen obsesionarse con sus presas y hasta que no prueban su sangre no les dejan en paz.

-¿Estoy en peligro? - Pregunte asustado mientras lo miraba. - Me está dando miedo todo este asunto, ¿por qué un liox ha entrado en mi casa? ¿Qué quiere de mí?

-Es lo que yo quisiera saber, - Me miro pensativo- ¿has leído antes de algún tipo de demonio?, ¿has intentado antes invocar algún tipo de demonio por algún ritual de internet?

-No, nunca se me paso por la cabeza eso, antes ni siquiera me interesaban esos temas. - hable un poco extrañado.

-Debemos de irnos, tendremos que buscar a liox que te está persiguiendo y si es posible hacer que te deje de cazar. - Dijo mientras comenzaba a tomar mi ropa. - Pero primero recojamos tu habitación.

-Claro, - Dije mientras le miraba. - recogemos mi habitación y después le hago una nota a mi madre, le diré que he salido a hacer un trabajo.

-Bien, comencemos.

Y así comenzamos a recoger mi habitación mientras que yo me quedaba pensando en que pondría en la nota, ¿Cómo le diría a mi madre que un demonio me estaba persiguiendo?

-Tranquilo Kurik, - Dijo Kilian mientras ordenaba mi habitación - Dile que has tenido que ir a modificar el trabajo que estabas haciendo ayer ya que por accidente se saltaron una parte.

-Eso podría servirme, le haré la nota ya mismo. - Dije mientras me encaminaba a mi escritorio, en el cual estaba Kilian observando mi libro de álgebra. - ¿pasa algo? - Le pregunté al ver su cara de confusión.

-¿Qué?, no, no es sólo que nunca he entendido del todo a álgebra, ni las matemáticas, ni la física, en general soy muy malo con los números. - Dijo con un poco de pena.

-Pues a mí no se me da mal, - Reí - en realidad me gusta, en especial matemáticas, es mi materia favorita de la escuela.

-¿Enserio? - Dijo riendo. - yo odio las matemáticas, prefiero la historia y la geografía.

-No te creo, - Dije mientras lo miraba - yo odio la historia, pero la geografía me agrada, no es que sea mi materia favorita, pero también me gusta.

-Se nota a leguas que se te dan bien todas las materias escolares. – Se burló mientras tomaba mis apuntes - ¿Le entiendes a la factorización y los sistemas de ecuaciones?

-Si, ¿por qué la pregunta?

-Porque necesito a alguien que me lo explique, si no paso la prueba del mes que viene mi Ariki me mata.

-Ya te he escuchado decir esa palabra antes, - Dije mientras buscaba una hoja para mi nota - ¿qué es un Ariki?

-Es un maestro personal. - Contesto mientras me miraba. - Un Ariki es alguien que te conoce desde que eras pequeño, te enseño todo lo que sabes y es tu tutor legal en todos los mundos.

-Es como un padre. - Dije mientras tomaba un lapicero.

-Exacto, pero empieza a escribir la nota, mientras tu escribes yo intentare entender lo que tienes aquí escrito. - Dijo y se recostó en mi cama mientras abría mi cuaderno en las notas que planeaba leer, entretanto yo me dedique a escribir mi nota.

Mamá:

he tenido que salir muy temprano a modificar el trabajo que he estado haciendo ayer con mis compañeros, no tengo idea de a qué hora estaré devuelta en casa, espero no llegar tan tarde como anoche, te quiero, estaré bien, no tienes de que preocuparte.

Atte.: Mateo, tu bebito.

Deje la nota en el escritorio y le coloque una lapicera encima, lamentablemente Kilian alcanzo a leer el final de la nota.

-¿Mateo, tu bebito? - Cuestiono de forma burlona

-Déjame en paz. - Le espeté.

-Jamás pensé que harías algo así. - Continuo mientras reía. - Es muy chistoso.

-Así me dice mi madre, ¿podrías no decírselo a nadie? - Pregunte mientras le miraba suplicante.

-Prometido, pero me dejaras molestarte con eso - Dijo sonriente.

-Vale. – Me rendí - ¿es tu única condición?

-Si.

-Bueno, entonces llévame a donde sea que me tengas que llevar. - Dije un poco enojado.

-Hacia allá vamos.

Y sin más que decir me tomo de la mano y me hizo desaparecer. En cuestión de segundos me di cuenta que habíamos aparecido en un lugar bastante extraño.

-¿En dónde estamos?

Un Ángel Caído.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora