17
- No puede ser hoy -dije mientras me pasaba una mano por el pelo preocupado - ¿Estás segura de que es hoy la cena de negocios?
- Totalmente, dijeron que era hoy ya que después de eso querían ir a festejar mi cumpleaños... ¿o era antes de la cena? -dijo Izaro mientras mantenía la vista en el frente de la plaza con la duda reflejada en el rostro.
- ¿Están diciendo que hoy sus padres se enteraran de que son ángeles, y a partir de hoy por la noche os quedareis oficialmente en el Bastión? - Pregunto Drac mientras nos miraba incrédulo.
- En realidad si, - dijo Izaro mientras comenzaba a caminar hacia el lado opuesto del edificio. - hoy es cuando por fin vuelvo a casa... - hablo pensativa.
Drac y Sam intercambiaron una mirada y después me tomaron por los hombros y me acercaron a Izaro, la tomaron a ella también por los hombros, logrando que Izaro y yo quedásemos en medio de ellos, en cuanto menos lo pensé ellos ya se habían lanzado del edificio y planeaban hacía el estacionamiento de la plaza.
- Dioses, ¡en que domheid estaban pensando! - exclamo Izaro cuando los chicos decidieron bajar al suelo.
- Y yo pensando en que nos iba a gritar en cuanto saltáramos -Dijo Sam mientras reía.
- Y como demonios querías que les gritase si se me ha ido la voz del susto en cuanto han saltado. - Reprocho mi mejor amiga.
- Eso es cierto, - dijo Sam riendo- Ha cerrado los ojos y me ha enterrado las uñas en el hombro en cuanto hemos saltado del edificio.
- ¡¿Y cómo querías que no lo hiciera?! ¡si no me habéis dado tiempo ni para pensar en lo que estabais haciendo! - se quejó Izaro mientras comenzaba a reír.
- He, pero mirad el lado bueno, - comente mientras reía - todavía podemos pasar por el preciado helado de Izaro.
- ¡Es cierto! - exclamo mi mejor amiga - ¡Quiero mi helado!
- ¡Yo no pago! - dijo Sam mientras comenzaba a correr hacia la plaza.
- ¡Yo tampoco! - dijo Izaro mientras comenzaba a correr detrás de Sam.
- ¡Yo menos! - soltó Drac siguiendo al par que acababa de salir corriendo.
- ¡Hey! ¡eso es injusto! - exclame mientras comenzaba a correr hacía ellos - ¡yo no traigo dinero! - comente riendo mientras comenzaba a correr detrás de los tres ángeles que estaban ya a la mitad del camino.
- ¡Pues ya verás como pagas! -exclamo Izaro mirando hacia donde yo estaba. - Serán ustedes los que me invitaran el helado, al fin y al cabo, es mi cumpleaños.
- Pequeña aprovechada - dijo Drac riendo. - ¡Ya verás cuando te atrape!
- Eso no lo lograras ni en un millo de años. - se burló mi mejor amiga.
- No me provoques Aledis. - le "amenazo" Drac.
- El nenaza no aguanta nada. - continuo la castaña.
- Ven para acá - dijo Drac mientras comenzaba a perseguirle.
Sam y yo comenzamos a reír mientras que seguíamos al par que comenzaba a alejarse de nosotros.
- Vaya rapaces- se burló el castaño.
- Ni que lo digas.
No nos habíamos dado cuenta que mientras nosotros nos burlábamos de ellos Drac había atrapado a Izaro y ahora le estaba haciendo cosquillas en pleno estacionamiento, los dos estaban en una especie de jardinera llena de pasto que estaba casi pegado al suelo, se habían recostado en el suelo, o Izaro se había dejado caer en cuento él comenzó a hacerle cosquillas, Drac se encontraba casi encima de ella pero de alguna forma que no entendí mi mejor amiga saco fuerzas para quitárselo de encima y los dos terminaron viendo el cielo.

ESTÁS LEYENDO
Un Ángel Caído.
FantasiaJuntos en las tormentas. Juntos en las guerras. Juntos en las sombras. Juntos hasta el final