Sin decir nada el par de herederos tomó el libro que Otsana tenía entre las manos y corrieron hasta el centro del patio, sacaron las espadas y dibujaron el escudo del linaje mestizo en el suelo con ellas, colocaron el libro en el medio y lo rodearon con sombras, se tomaron de las manos y comenzaron a hablar:
- Desde el inicio de los tiempos un poder emergió, dos lados diferentes este mismo atravesó, surgen dos hermanos llenos de poder, lados diferentes en estos mismos crecerán, una guerra sin final ellos vencerán. El equilibrio se restaura al sentir este poder, el reino se les cede para terminar de crecer, al subir al trono la paz han de encontrar poniendo un fin a la guerra sin final...
Los dos se quedaron callados, a nuestro alrededor ángeles y demonios caían de rodillas al verlos, algunos parecían felices, otros se van confundidos y otros más parecían estar atentos a todo. Divise a Mirt acercarse hasta Embry, juntos fueron hasta donde estaban Kilian e Izaro, quienes tenían la confúcio plasmada en los rostros.
- He aquí a sus reyes, Aledis Izaro Arkyin y Kilian Rod Arkyin, herederos por sangre, derecho y poder, al trono de los ángeles y lod demonios. - dijo Embry.
- Desde hoy hasta el final de sus días, los hermanos Arkyin serán los reyes de los dos mundos, con ellos se establecerá la paz y terminara la guerra eterna. - dijo esta vez Mirt.
- ¡LARGA VIDA A LOS REYES! - gritaron un grupo de ángeles que estaban a nuestro lado. No tado en escucharse otro grito de euforia, esta vez por parte de un grupo de demonios.
Poco a poco todos los presentes comenzaron a gritar lo mismo, Izaro y Kilian se limitaban a sonreír y mirarnos pidiendo ayuda, Sam y Drac les habían comenzado a gritar en forma de burla, los demás les habíamos seguido la corriente, dispuestos a relajarnos un poco, después de todo este día había sido muy agitado.
Treinta minutos después Embry y Mirt se habían llevado a los chicos les habían decho algo y ellos pidieron a la multitud que buscarán a los heridos y quines lo estuvieran pasarán con Mirt y Embry, quienes los ayudarían, pidieron a personas que quienes supieran sanar ayudarán a los heridos, quienes pudieran estar en pie buscarán heridos y fallecidos, así poco a poco comenzaron las labores de limpieza.
Dos horas después de que Izaro y Kilian hubieran sido proclamados Reyes logre hacercarme a ellos, todos habíamos estado ayudando con los heridos, muertos y con la limpieza de los derrumbes, ángeles y demonios trabajan juntos sin querer matarse.
- Izaro. - La llame cuando pude acercarme a ella.
- Mat. - dijo y me abrazo. - ¿como estas?
- Bien, algo cansado pero feliz. - dije sonriendo y separando me de ella cuando Ragnar me mato con la mirada. - ¿Qué se siente ser reina? - me burle.
- Callate, es horrible. - dijo fingiendo enojo. - No tengo idea de cómo se gobierna un reino.
- Después te acostumbraras. - dije intentando darle apoyo. - Y aprenderás a cómo gobernar.
- Esperemos, por el omento soy un desastre. - dijo ella riendo.
- Bueno al menos lo distraída se te ha quitado. - dije riendo.
- ¡Qué no soy distraida! - se quejo mi amiga.
- Si lo eres, - dijo Ragnar. - si dices que no ¿donde esta Kilian?
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Un Ángel Caído.
FantasyJuntos en las tormentas. Juntos en las guerras. Juntos en las sombras. Juntos hasta el final