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IZARO:

Cuando salí de Zariya volé directamente al Bastión. Ayax sabía como llegar hasta allá, así que no me preocupe, dejé que el aire fresco me aclarara las ideas y sin proponermelo me puse a llorar, me había dolido que Kilian me gritase que superara la muerte de mi hermano, había dolido más de lo que yo pensaba, apesar de que nunca lo había conocido yo quería a mí hermano muchísimo, desde que Orson me había dicho que mi hermano había muerto, cuando yo tenía seis años, había llorado todo el día, nunca había conocido a mis padres, habían muerto defendiendo el Bastión cuando yo era una bebé, sabía que eran del linaje mestizo porque mi ustad me había hablado de ellos, además Orson siempre que me entrenaba solía decirme pequeña sombra haciendo honor al apodo que le daban a mi padre, Sombras, al parecer el también tenía el poder de manejar las sombras y mi madre era capaz de curar a las personas, cosa que lamentablemente yo no heredé, apesar de que los dos eran sombras tenían varias cualidades de un Illusion. Orson decía que me parecía a mi madre, Vikram decía que tenía más poder que mi padre y Embry, mi usad, decía que eras más poderosa e inteligente que mis dos padres.

Divisé el Bastión a lo lejos, intente secar mis lágrimas pero me fue imposible, al aterrisar vi a Orson y a Vikram acercarse preocupados hacia mi, era lógico, yo nunca lloraba y cuando lo hacia era porque algo muy malo había pasado, así que al verme desde una de las torres de guardia volaron hasta el patio central y me hicieron señas de que aterrisara ahí, les hice caso, después de todo estaba cansada. Al aterrizar los dos capitanes me miraron preocupados.

- ¿Qué ha pasado? - dijo Vikram antes que Orson me llenará de preguntas, me limite a alsarme de hombros mientras sollozaba.

- ¿Quieres hablar? - dijo Orson mientras me colocaba una mano en el hombro en gesto paternal. Negué con la cabeza y comencé a caminar lejos de ellos, en dirección a los barracones, ninguno de los dos me detuvo.

Ayax caminaba detrás de mí gruñendo en advertencia a todo aquel que me miraba dos veces, nadie se acercó por temor al enorme lobo que estaba detrás mío. Me interne en el edificio de graduados, camine a mi cuarto y en cuanto llegue a este dejé que Ayax cerrara la puerta, me acosté de inmediato en la cama y caí en un profundo sueño.

A la mañana siguiente desperté con el toque de tambores, rayaba el alba y se escuchaba movimiento dento del edificio de los graduados, supuse que sería por el cambio de guardia, me removi en la cama y decidí levantarme, mire la puerta, divisé una pequeña nota debajo de esta, extrañada me levante a tomar la nota. Ayax levantó las rojas en cuanto escucho el roze de mis pies con el suelo. Mire la nota, solo tenía una simple frase, no reconocí la letra, pero parecía que había sido escrita con mucha rapidez, el texto me dejó aún más confundida:

IZARO:
Oficina de Orson, ocho de la mañana, es importante.

Era raro, nunca dejaban notas así amenos que fuese algo grave. Decidí no darle muchas vueltas y opte por comenzar a asearme. Después de media hora estaba terminando de colocarme las armas dentro de la armadura que me habían regalado Sam y Drac, supuse que al ser tan importante no tendría que llevar el uniforme.

Salí del edificio en dirección a las oficinas de los capitanes, los que estaban iniciando sus labores se apartaba al notar que Ayax estaba detrás de mi, no era raro, siempre que Ayax estaba en el  Bastión era porque había aluna misión en curso o se esperaba algo malo. Al entrar en el edificio de los capitanes note que todo estaba muy silencioso, era raro, en el edificio normalmente había mucho ruido, los legionarios entraban y salían para preparar sus entrenamientos, al no verlos una sensación extraña me recorrió. Divisé la oficina de Orson, tenía la puerta cerrada, me acerque y toque, se escucharon susurro detrás de esta, eso me puso nerviosa, Orson abrió la puerta y me sonrió.

- Izaro, has llegado un poco antes, - dijo sonriendo con nerviosismo. - pasa, tenemos que decirte algo.

Asentí y entre en la oficina, mire un momento a Orson el asintió, le hice una seña a Ayax para que entrará en la oficina, entró y se oloco cerca de la puerta, se sentó y se quedó ahí, mirando detrás de mí, curiosa mire hacia atrás y encontré a Embry quien me sonrió con aprobación.

- Supongo que lo que sea que piensan decirme no es bueno, - dije riendo nerviosa, me habían contagiado su nerviosismo. - no me dan buena espina sus caras.

- Esperemos a que llegue Vikram. - dijo Embry mirándome. - Porque no tomas asiento. - dijo señalando una silla que estaba a su lado, justo enfrente del escritorio de Orson.

Pasamos cinco minutos en completo silencio, comenzaba a preocuparme y justo cuando pensaba en preguntar porque tanto misterio entró Vikram a la oficina.

- Perdonen la tardanza, estaba con el novato. - dijo mirando a Orson.

- No hay problema Vikram, lo importante ahora es que debemos de decirle a Izaro la verdad. - dijo con seriedad.

- ¿Vedad? - pregunté extrañada. - ¿qué verdad?

Los tres me miraron con seriedad, Embry se levantó se su silla y me miró, sus ojos oscuros atraparon la luz del sol. Vikram y Orson se miraron preocupados, y después miraron a Ayax quién se había levantado y acercado a mí.

- Es sobre tu hermano. - dijo Embry mirándome con comprensión.

- ¿Que pasa con él? - pregunté con un hilo de voz, después de lo de ayer quería volver a llorar.

- Esta vivo... - dijo Embry, me quedé sin palabras, era imposible. - y eres la heredera del Linaje mestizo.

Esto no esta pasando.

Un Ángel Caído.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora