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Mire a Izaro con una sonrisa, no podía con la felicidad que sentía, a pesar de todo me quede quieto, Vikram estaba revisándome las alas, por lo que decidí no molestarle.

-Serán grandes y fuertes si logras recuperarte correctamente y prometes que no volverás a hacerte daño - Me dijo Vikram de forma severa.

-Lo prometo.

-Bien, entonces te volveremos a ver cuándo sus familias se hayan enterado de que son ángeles.

-Haré que se enteren lo más pronto posible - Dijo Izaro - Pero mientras tanto, ¿me darían el permiso de entrenarlo? además de la rehabilitación, me gustaría entrenarle un poco, ponerlo en forma y enseñarle algo sobre los demonios.

-Tienes mi permiso - Dijo Orson mientras me miraba sonriente - Será un gran ángel después de todo.

-Te doy mi permiso - Dijo Vikram mientras me miraba - pero debes comprometerte a que te vas a esforzar y vas a poner de tu parte en este preentrenamiento. ¿Has entendido?

-Si, prometo que me esforzare y pondré de mi parte para entrenar como es debido.

-Bien pues si eso es todo, Vikram, yo opino que estos chicos deberían irse ya, hace dos horas que deberían estar en sus casas - Dijo Orson con un tono risueño en la voz.

-Tienes razón, hemos acaparado mucho de su tiempo - Dijo Vikram - andando deben irse ya.

Y sin ni una palabra más nos encaminamos al centro del patio, donde Izaro me tomo de la mano y con asentimiento se despidió de los superiores, quienes asintieron devuelta y me miraron.

-Nos vemos después - Me dijo Vikram.

Y con ese comentario Izaro comenzó a volar, dejando atrás el bastión.

Quince minutos después me percate de que el aire ya no me lastimaba, aunque Izaro volara rápido, podía tener los ojos abiertos y el aire no me molestaba en absoluto.

-¡El aire ya no me lastima! - Grite sobresaltando a Izaro

-No me asustes de ese modo - Dijo ella riendo - y es lógico que no te lastima, eres un ángel.

-Pero antes me lastimaba mucho y ahora puedo llevar los ojos abiertos mientras tus vuelas, ¿por qué?

-Antes no tenías la capacidad de soportar el aire porque no eras un ángel de verdad, eras mitad ángel mitad humano, ahora eres todo un neófito, ya no existe sangre humana en tus venas.

-¿Eso qué quiere decir?

-Quiere decir que tú antes eras un humano-ángel y ahora eres totalmente ángel.

-¿Quieres decir que antes seguía siendo un humano y ahora ya no?

-Exacto - Dijo ella con una risita - Hemos llegado.

-¿Tan rápido?

-Llevamos dos horas sin aparecer por mi casa, ni por la tuya, ni por la mía, así que será mejor que llegamos a una de las casas rápido, si alguien pregunta, salimos a tomar un helado, porque me pediste disculpas por lo del otro día ya que no pudiste entregarme los chocolates. - Dijo ella dejándonos en el centro de un parque en el que no había nadie, repare de repente en que ella sabía lo de los chocolates.

-Espera un momento, ¿Cómo sabes tú que te iba a dar chocolates?

-Los encontré el otro día cuando te desmayaste en tu mochila y me los comí. - Dijo ella en tono infantil - Pero no fui la única, Sam se comió la mitad.

-¿Y la otra mitad? - Dije en tono acusatorio.

-La mitad de esa mitad en mi casa, la mitad de la mitad de la mitad en mi mochila y los que sobran me los comí.

Un Ángel Caído.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora