10: Hannah.

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El corazón me galopa a velocidad de vértigo, en el mismo momento en el que un frío me recorre entera. Mi vista se fija en algún lugar de la habitación, sin yo ser consciente. No puede ser. No puede ser. Miro el nombre.

Hannah.

El estómago me da un vuelco y siento ganas de vomitar. No. Es imposible. A ver, el mensaje no dice nada de que ellos dos hayan hecho algo...¿no? O sí. Pero Jensen no lo haría. Él me quiere, yo lo sé. ¿Sería capaz de hacerlo? ¿En serio?

Ganas de vomitar me suben, dejo el móvil en el escritorio e intento respirar hondo. Tengo un nudo enorme en la garganta que no me deja respirar, que me hace daño. Siento un pinchado en el pecho que me hace sentirme peor.

No. O sí.

Doy la vuelta y salgo de la oficina. Creo que en la cara se me nota porque Jade y Jensen se me quedan mirando asustados, mientras camino hacia él. 

No puede ser.

Miro a Jade, a quien le musito si se puede ir un segundo. Se disculpa con Jensen para meterse en el ascensor y bajar. Puedo ver la preocupación en sus ojos. Casi escucho la pregunta; <¿Qué te pasa Jeannette? ¿Qué ocurre?>

Mientras, él se dirige a mí y pone sus manos en mis brazos. Siento que me quema. Me arde. No quiero que me toque. Me duele que esas manos hayan tocado a otra persona mientras yo pensaba en él. Y no puedo evitarlo.

—Jeannette, ¿te encuentras bien? Estás blanca —le miro a los ojos. Él. Mi amor. El hombre al que amo. El padre de mi bebé— ¿Te llevo al médico?

—Jensen —musito, mientras él me observa. No sé cómo decirlo. La pausa es más ancha de lo que yo quería que fuese—, ¿quién es Hannah? —al ver como su semblante cambia a uno más serio, sé que todo es cierto. Él lo ha hecho. Se ha acostado con ella. Lo sé— Dime, ¿quién es Hannah? —musito, quizá más alto de lo que me gustaría, mientras mi voz se desvanece. 

Me duele. Me estoy rompiendo.

Él camina hacia un lado y entra en la oficina, yo le sigo. Ahora mismo mis piernas son como gelatina, pues de verdad no puedo creer todo lo que está ocurriendo. El cuerpo me traiciona, haciéndome sentir débil ante todo esto. Mi corazón pide clemencia, ruega por ella.

Cuando él mira su móvil, sus hombros caen. Y la forma en la que me mira cuando se gira me dice todas las cosas que no quería saber. Lo ha hecho. Lo ha hecho, lo sé. Se ha acostado con ella, hace unos días. 

—Jeannette yo... —musita, en el mismo momento en el que su voz falla.

—Te has acostado con ella —resuelvo yo. Asiento, como intentando hacerme la idea—. No estabas conmigo Jensen pero... yo... yo te he amado siempre y...

—Y yo también, Jeannette —niego. 

No. Esa no es la forma en la que quiero que me amen.

—Jensen, no. No de la misma forma que yo —resuelvo. Él se acerca a mí—. Entiendo que no estábamos juntos, que tenías libertad para hacer lo que quisiéramos pero eso no evita que me duela. No puedo creerlo —miro hacia otro lado. Aprieto las manos en puños y suelto todo el aire que puedo— No quiero pensar en todo esto mientras estamos juntos, me duele. Lo siento, pero no puedo estar contigo ahora. Necesito... no lo sé —mi voz sale ahogada. Siento que mi corazón se está rompiendo lentamente. Lo puedo sentir. Me está desgarrando—. Pero lo que sí que sé es que no quiero estar contigo.

—Jeannette, lo siento. Te juro que no es nada, fue una noche —una risa irónica sale de su boca— Tú habías prácticamente desaparecido y estaba cansado de esperar y tenía mucho rencor hacia ti. Pensaba que era la forma ideal para olvidarte. No paraba de culparte y...

—Cállate —musito, levantando la vista y fijándola en él. Seria. Segura. Enfrentando los problemas—. En ninguno de los momentos de todo este tiempo se me ha pasado por la mente estar con otra persona, Jensen. Mi hermano había muerto —paro. Decirlo en alto duele más de lo que pensaba—. Te amaba, y en ese entonces me mirabas con odio. Pero jamás se me habría ocurrido estar con otra persona porque... —paro, cogiendo aire— Porque te amo —aprieto mis dientes. La rabia comienza a fluir por mis venas— Pero no me pidas que te justifique. Estoy harta de ser la mala de la novela, la que siempre hace daño, la que carga con las culpas y las tragedias. No Jensen, lo siento, pero se acabó. Siento que me has fallado y ahora mismo no quiero estar como antes. Lo siento. Se acabó.

—¿En serio? —su voz suena algo rota. Traga saliva— ¿Me vas a dejar?

—Te amo mucho Jensen, pero me tengo que amar a mí primero. Y mi dignidad ya ha estado suficiente por los suelos —exclamo, dando la vuelta y caminando hacia la puerta. Escucho como dice mi nombre. Pero no me importa. Sigo caminando.

Su brazo me detiene, girándome hacia él. Acuna mi cara con mis manos.

—¡Suéltame! —digo, intentando alejarlo de mí. Pero es imposible. Unas lágrimas comienzan a salir de mis ojos. Los suyos están rojos— Déjame ir Jensen. Déjame —suelto, mirándole. Su nuez sube y baja, en el mismo momento en el que me suelta, llevando las manos a su nuca.

Llamo al ascensor, mientras él se queda ahí, mirándome. Al entrar ya siento que un muro nos separa. 

***
Le estoy cogiendo el gustico a esto de subir capítulos cortos e intensitos... Love u all.
OS AMO CON TODA LA PATATITA.❤️

Peligrosa ilusión (2ª Bilogía &quot;Novelas peligrosas&quot;)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora