Peligrosa ilusión (2ª Bilogía "Novelas peligrosas")

25: Verdades.

Agarro la silla y la acerco a mí, en lo que Paulo se sienta en el lugar presidencial de la mesa. Todos estamos reunidos en la sala (secretarios, jefes de planta, vicepresidentes...) esperando las palabras de Magneti. Aunque, bien podemos hacernos una idea de lo que va a contarnos.

Por lo poco que puedo adivinar, está contento. Sé que dentro de unos meses es la semana de la moda aquí, en Orielsh, así que es un buen momento para la firma de moda. Sí que es verdad que están hasta arriba de trabajo, más aún cuando nos están preparando para la presentación de los nuevos modelos que Paulo ha diseñado.

Aunque él me haya dado la libertad de diseñar yo mi propia ropa, sigo ayudándole y trabajando para él hasta que tenga la suficiente formación como para poder emprender este viaje sola. Es como que trabajo para mí marca, pero en tiempos de demasiado trabajo le ayudo en aquello que me asignen. Siempre es bueno tener un "padrino" o una "madrina" que te enseñe todos los trucos del negocio y las partes malas.

—Bien, vamos a empezar, ya que estamos todos y todas presentes —comienza Paulo, agarrando su traje y cerrándolo, mientras le hace una señal al técnico para que vaya encendiendo la pantalla—. Como muchos os imagináis, la semana de la moda es dentro de unos meses, los cuales estaremos repletos de trabajo. Los nuevos diseños ya han salido y estamos trabajando en ello. Sé que tenemos todo igual de previsto que otros años, pero quiero hacer un cambio —continúa, en lo que se levanta y coloca las manos encima de la mesa. Yo sonrío, quiere dar una imagen profesional—. Sé que contamos con algunos modelos fijos —su mirada va alternando entre todos nosotros—, pero quiero renovar la imagen con nuevas personas. Queremos que la ropa sirva para la gente, para todas las personas que puedan permitírsela. Por ende, debemos diseñar para todo tipo de cuerpos —algunas voces se alzan, pero pronto se acallan con su mirada.

—¿Entonces, cómo lo hacemos? —cuestiona una mujer, a la que he conocido como Laura. Es pelirroja con ojos marrones y sí, es más mayor que nosotros. La edad de ella rondará en unos cincuenta años, pero eso solo hace que su experiencia sea mucho mayor. Es muy inteligente.

—Nos quedaremos con las y los modelos que he señalado en esta lista —en la pantalla aparecen las imágenes de cinco chicas y cinco chicos, con sus respectivos nombres debajo—. Haremos una búsqueda de nuevas personas para la marca. Hay que abrir un cásting —musita, en lo que su secretario comienza a apuntar y todos en la sala lo hacen.

Por un momento, me siento algo fuera de lugar. Esto es complicado, porque aún me estoy adaptando a este mundillo de la moda. Sí, es verdad, yo ya he diseñado y ya tenemos el lugar donde voy a abrir mi primera tienda. Pero Paulo es un diseñador muy conocido en esta ciudad, por tanto, aspira a entrar más a lo que se llama la alta costura. Yo soy todo lo contrario.

Quiero empezar por algo pequeño, por una tiendecita en el centro comercial, donde empiece a vender mis cosas y a hacerme un huequecito en este mundo. Quiero llevar mis diseños a toda la humanidad, tener un vínculo estrecho con el cliente y de esta forma escuchar aquello que necesita para darle mi toque.

Paulo insiste en que no aspire a tan poco, pero de verdad que yo quiero eso. Solo contaré con una muy buena producción (esto me lo ha brindado él), además la tienda se está comenzando a formar. Aunque aún haya mucho que hacer, el lugar ya está y se está comenzando a limpiar y acondicionar. Los diseños están saliendo, las prendas algunas ya están confeccionadas. Solo hace falta producir un poco más y de esta forma, dentro de unos cuantos meses se podrá abrir el local. Desde luego, la ayuda de mi padrino ha hecho que este proceso sea mucho más rápido. Si no lo hubiera tenido a él, habría tardado un tiempo desmesurado.

—Rodríguez —musita mi jefe, observando a una de las encargadas más importantes de la empresa. Se llama Elena. Al escuchar su apellido, levanta la vista—, busca a todo tipo de gente, con diferentes cuerpos y características. Da igual su talla, las prendas que se van a modelar se adaptarán a su tipo de cuerpo. Pero que sean muy buenos y buenas en pasarela. Selecciona a los que destaquen y me los enseñas para que les dé el visto bueno.