Grace [CAMREN]

Capítulo 12

Lauren Pov

Desperté por la alarma que puse anoche. Camila está en mis brazos, duerme placidámente y con los labios entreabiertos. No creo que la alarma haga que se despierte por su cuenta, así que la apagué. Comencé a repartir besos por toda su cara hasta llegar a sus labios, con ese último abrió los ojos lentamente.

-Buen día, amor-Dijo con su voz ronca.

-Buen día preciosa.

-¿Qué hora es?

-Las 9 am-Camila bufó.

-No quiero levantarme, quiero estar aquí contigo-Hizo un puchero.

-Debemos levantarnos.

-Pero las chicas vienen a las 5 pm-Ella pasó sus dedos por mis labios-Eres hermosa.

-Tú lo eres más-Dije quitando su mano de mis labios para poder besarla.

-¿Por qué eres así?

-¿Así cómo?

-Perfecta.

-No lo sé, pero tú eres aun más perfecta que yo incluso.

-¿Tú crees? Solo mirate, me diste la hija más hermosa del mundo que para colmo es tu copia.

-Tú también has puesto de tu parte, ¿O no has visto sus rasgos? Son los tuyos.

-Pero tiene tus ojos, tus gustos, tu personalidad, foma de hablar y de expresarse, tu altura y una infinidad de cosas más.

-Pero tiene tu nariz, tus labios, tu sonrisa, tu contextura física y tu alma inquieta.

-No podría imaginar una vida sin tí.

-Te juro que si pudiera hacerlo me casaría contigo otra vez-Ella me besó de forma tierna hasta que el beso se tornó algo apasionado.

Levantó mi pijama, dejando mi torso al desnudo, yo levante la suya. Tomé uno de sus pechos y comencé a masajearlo haciendo que libere gemidos, sin cortar el beso. Yo me posicioné arriba suyo, rápidamente retiré el resto de prendas, menos mi ropa interior. Mi morena copió mi acción.

-Amo como te queda el negro-Dijo con una sonrisa picara.

-Yo amo esa tanga roja tan pequeña que traes-Dije para luego retirarla con los dientes.

La arrojé a algún lugar de la habitación y la tomé de las caderas subiendo a su boca. Comencé un beso salvaje en el que nuestras lenguas luchan por tener el control sobre la otra, pero como siempre, Camila no ganará esta batalla. Comencé a bajar por su cuello, chupando y mordiendo cada centímetro de su piel latina.

Mis manos se paseaban con libertad por todo su cuerpo, al igual que ella lo hacía con el mío. Una vez que terminé con esa parte de su cuerpo me dediqué a hacer un camino de besos humedos hasta llegar a sus pechos. Los amo, podrán ser pequeños pero me encantan, son fáciles de manejar. Lamí cada parte hasta llegar a sus pezones, me vuelvo loca por ella. Los mordí y ella gimió más fuerte de lo que ya lo estaba haciendo. Cuando me aburrí de jugar con sus pechos bajé hasta su sexo, y le dí un beso allí.

-Estás muy húmeda.

-Tú me pones así-Sonreí de forma traviesa.
Sin previo aviso introducí me lengua y ella dió el gemido más alto hasta ahora.

-Cállate.

-Es imposible.

Volví a penetrarla con mi lengua esta vez hasta el orgasmo. Su sabor es inexplicable y único, estoy segura de que ninguna otra mujer en la tierra tiene un sabor tan delicioso como ella. Chupe todo, hasta la última gota.