Lauren Pov
-Camz...
-¿Si bebé?
-Ya la extraño.
-Lolo, apenas pasaron 15 minutos.
-Pero Camz...
-Ya dejala madurar, no tiene 2 años.
-¿Acaso invertimos papeles?
-Yo creo.
-¿Quieres ir a la playa Camz?
-Son las 8 am Lolo.
-Por eso, podemos ir y estar las dos solas.
-¿Qué estas insinuando?
-Lleva tu mejor bikini mi amor.
-Corre a cambiarte ya Jauregui.
-Esta bien.
Subí y me puse mi bañador negro, sé que Camila ama este. Precisamente porque siempre que lo uso terminamos en la cama. Me puse unos shorts bastante cortos encima y una playera que dejaba al descubierto mi espalda.
-Te toca Camz-Le dije saliendo de mi cuarto para dejar que me sorprenda, en parte sabía que era lo que podría llegar a usar.
No tardó más de 5 mintuos en salir. Nos subimos al auto y conducí hasta la playa a la que fuimos la otra vez con las chicas.
Me baje del auto y comencé a caminar a paso lento al agua, no había conseguido alejarme del auto que Camila ya me tenía acorralada a este.
-¿No quieres esperar un poco?-Pregunté.
-Te quiero ahora.
-Camz dejame llegar al agua aunque sea.
-No, ayer nuestra hija nos interrumpió y me quede con las ganas-Me besó de forma brusca y hambrienta.
-Camz...-Suspire cuando sentí como su mano se coló por mis shorts.
-Vamos Lauren, gime para mi-Dijo dando un apretón bastante fuerte. Hice lo que ella me pidió.
Intenté safarme de su agarre pero es casi imposible escapar de sus violentos besos en la piel de mi cuello. En un movimiento rápido salía corriendo en dirección al mar. No me importaba si Camila quería correr detrás de mí o no, solo quiero sentir el agua salada en mi piel. En el camino perdí mis prendas quedando solo en bañador.
El agua de inmediato chocó con los dedos de mis pies, pero eso no me detuvo y seguí corriendo hasta que el agua me llegaba más arriba de los muslos. Amo esto, amo la sensación de libertaad que me da el agua.
Sentí unas manos en mi cintura, las cuales me rodearon, y unos besos en mi hombro derecho.
-¿Tenías que ponerte ese bikini?
-¿Sucede algo con el?
-No solo...-Sus manos bajaban peligrosamente hacía mi centro-Dejas poco a la imaginación-Dijo tocando el eslatico de la tela.
-No lo sé, tal vez usted es quien imagina esas cosas Karla.
-Comprobemoslo-Sin permiso su mano se metió en mi bañador.
Camila me tocaba de una forma única. A pesar de ser algo más baja y pequeña en proporción a mi, no le impedía llegar a cada centímetro de piel.
Sus movimientos eran rápidos y desesperados, clásico de ella cuando anda como una perra en celo. Mis gemidos eran cada vez más sonoros y sus movimientos más veloces.
En un momento dejó de tan solo darme placer con sus toques e introdujo uno de sus finos dedos.
-Camz...-Suspire-¿No quieres ir fuera? Para estar más cómodas-Dijo de forma entrecortada, cuando esta mujer trabaja con sus dedos hace que no pueda hilar fácilmente una frase.
-Estamos bien aquí Lolo...Además, aquí puedo meterte todos los dedos que quiera, ¿Verdad?-Dijo y sentí como sumó dos más haciendome gemir más fuerte todavía-¿Sabes? Amo cuando te corres en mis dedos, siento que tengo tu esencia en mis manos, y que toda tu me perteneces-Su voz cada vez se tornaba más y más ronca, y sus susurros en mi oreja tampoco eran de ayuda.
Una fuerte sensación de se formó en mí, anunciando que un orgasmo se acercaba.
-Voy a correrme.
-Pues hay que acelerar esto-Sentí un cuarto dedo en mi, dios esta mujer va a matarme. Los ahora cuatro dedos de Camila se movían inquietos en mi interior haciendo que la sensación de mantenerme en pie fuera más difícil.
En algún momento sentí como me contraía y soltaba todo, dios me corrí en su mano. Hacía tanto tiempo que no lo hacíamos así.
Cuando Camila sintió la obvia humedad en su mano la retiró de mi entrepierna. Yo me gire para mirarla y ella metió su mano en su boca, saboreando todo.
-Creo que nunca me cansaré de decir que eres la persona más deliciosas sobre la faz de la tierra.
-Te amo-Susurre y la besé. Ahora yo también tenía mi propio sabor en mi lengua-Voy a mojarme la cara, te espero desnuda en la orilla-Dije rompiendo el beso.
Camila se volteó y me obedeció yo solo me refresque. Hacía meses que no tenía un orgasmo tan intenso como ese.
Me aleje un poco más de la orilla y me sumergí en el agua, dejando todo mi cuerpo mojado. Mis piernas todavía temblaban, lo cual no era bueno, tomando en cuenta que por estar en el mar las necesitaba.
Eche mi pelo hacía atras, dejando mi rostro libre de el. Comencé a caminar en dirección a Camila que se había tomado el trabajo de sacar la manta que trajimos del auto. Estaba recostada sobre ella mirandome de forma fija.
-Amo tu cuerpo-Dijo cuando estuve lo suficientemente cerca como para escucharla.
-Y yo amo el tuyo-No le dí tiempo a responder y empecé a deborar su cuello.
Camila gemía y eso que todavía no había llegado a un punto tal vez inadecuado. Mis manos la tomaron de la cadera de vez en cuando apretando un poco. Comencé a bajar mis besos hasta su sexo, exitandola cada vez más. Intentaba ser delicada, pero con semejante mujer en frente es algo complicado, su bikini color bordo me volvía loca. Literalmente le arranqué la parte de arriba del bañador dejando sus pechos a la vista ante mí.
Comencé a chupar su pezón izquierdo haciendola gemir cada vez más fuerte. Mis manos pasaron a su culo el cual es imposible no apretar permanentemente. Sus arañazos serían notables al cabo de un par de horas, ahora no siento el dolor. Lo único que sé es que me está destruyendo la espalda.
Así seguimos hasta las 11 am, que decidimos volver a casa para almorzar y esperar a Grace. Solo como un dato volvimos a hacerlo en la ducha, es decir, nos bañamos juntas. Luego de almorzar Camila me dijo que se iba a ir a acostar. Subí luego de unos minutos encontrandola algo adormilada completamente desnuda, solo la sabana blanca tapaba parte de su hermoso cuerpo. Me acerqué sigilosa a la cama y me retiré mis prendas, quedando en las misma condiciones.
Me apegué a su cuerpo por la espalda, acariciando parte de su torso.
-¿Qué haces?-Preguntó con la voz algo ronca.
-Estoy tocando a un ángel.
-Por favor hazme mimitos.
-Mimosa-Dijo y comencé acariciar su pelo.
-Sí, sí. Sigue así-Crucé mi brazo por su cintura. Daba pequeños y delicados besos en su nuca y presentía como cada vez ella se iba apagando. No paso mucho tiempo hasta que yo también comencé a dormirme. No sé cómo pero ella terminó durmiendo en mi pecho y yo abrazandola.
El día todavía no había terminado, pero sí había sido agotador para ambas.
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Grace [CAMREN]
FanfictionCamila Cabello y Lauren Jauregui se habían gustado desde el primer momento en el que se vieron. Por suerte, o destino, terminaron en una Girlband junto a otras tres chicas más. Su amor dentro del mundo del espectáculo estaba prohibido y, por desafia...