Capítulo 31

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Lauren Pov

¿En serio tenía que venir Shawn antes de qué empiece la fiesta? O sea, saben que no me desagrada pero lo quiero lejos de Camila.

Por ahora solo va la primera medía hora de la fiesta, por ahora no ha pasado nada interesante, solo estaban llegando los invitados con sus super atuendos. Pedimos por favor que fueran sencillos, claramente hicieron lo que quisieron.

Estaba inmersa en mis pensamientos cuando mi celular vibró en mi bolso, lo tomé sabiendo que podría ser importante. "Estoy en camino" se leía en el mensaje. "Genial" respondí y volví a guardarlo.

-Camz-La llamé y ella se volteo para mirarme-Ya está viniendo.

-Gracias amor.

Me dí la vuelta para seguir recibiendo invitados, la mayoría eran amigos y familiares pero bueno. De repente escuche un "Dejenme pasar" en español, sabía perfectamente quién era.

-¡Lucy!-Grité cuando apareció.

-¡Laur!-Nos abrazamos.

-Te extrañe tabla.

-Yo a tí enclosetada.

-Enclosetada tú.

-¡Pero fuiste tú la que se tomó dos años para decirlo!

-Ya cierra el hocico Vives, ¿Y Vero?

-Se quedó en el auto acomodandose los tacones, Keana no viene, está enferma.

-Esa chica vive enferma.

-¡Lauren ven a ayudarme!-Gritó Camila con un paquete aparentemente pesado en las manos.

-¡Voy!-Dije caminando hacía ella.

-¡Gobernada!-Escuche por parte de ahora Lucy y Vero. Mordí mi labio inferior intentando aguantar la risa.

Tome el paquete de parte de Ariana y la puse en la mesa de regalos. En eso vi que Grace estaba impaciente e inquieta como si esperase a alguien.

-¿Qué te sucede Gracie?

-Nada, solo que Sophia no aparece y me dijo que estaba cerca.

-No te desesperes, es lo peor que puedes hacer. Además, no puedes depender de nadie.

-Tú dependes de mamá.

-Cierra la boca Grace Michelle.

-¿Y si no quiero?

-Te...

-Si lo haces yo le diré a mamá que tienes dos botellas de vodka guardadas en la mochila para luego irte con Lucy y Verónica a tomar.

-Baja la voz.

-Bien, iré a decirle.

-No le dirás nada-La tome del brazo antes de que pudiera irse-¿Cuánto quieres?

-500 dólares.

-Es caro tu silencio-Dije abriendo mi billetera.

-600 o nada.

-Maldita sea-Le dí los otros 100.

-Un placer hacer negocios con usted señora Jauregui.

-No me digas señora.

-¿Por qué no puedo llamarla así, señora?

-Uno, eres mi hija y dos, me haces sentir vieja.

Grace [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora