Amor Elemental (Miku x Luka)

Capítulo 2 - Un Nuevo Mundo

La sorpresa fue igual, o incluso mayor, a la de Luka, quien rápidamente la acarició para calmarla y evitar que hiciera demasiado ruido, ya que eso podría atraer la atención de alguien.

Miku: (confundida) ¿¡Eh!? ¿¡Eeeehhh!? (mira a Luka) Lu... Luka... ¿¡Dónde... Estamos!?

Luka: Yo... No... No lo sé... (mira alrededor)

Al parecer, Luka y Miku, de alguna forma, habían sido teletransportadas a este lugar, pero... ¿Cómo sucedió? ¿Y acaso eso era posible? Por ahora, era una interrogante que tendrían que resolver más adelante. Por el momento, no sabían nada, solo se preguntaban cómo habían llegado a este lugar si hace unas horas estaban en su casa.

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Después de que Luka fuera la primera en calmarse, confirmó que sí, estaban en un granero. Aunque la noche aún era temprana, y por lo tanto no se podía ver mucho, no estaba completamente segura.

Se le pasó por la cabeza que tal vez todo esto era solo un sueño raro, un profundo y perturbador sueño compartido... Aunque, ¿en los sueños también se puede sentir sudor por el frío y el miedo? Además del viento, esa sensación de estar despiertas... Y un caballo que las miraba en uno de los corrales, con brillantes ojos amarillos... ¿Tan realista podía ser?

Miku: (asustada) Lu... Luka... ¿Qué... ¿¡Qué pasa!?

Luka: Miku, baja la voz, por favor. (preocupada) Bueno... Qui... Quizás solo sea un sueño o algo... Sería mejor volver a dormir... (mira alrededor) ¿No crees?

Miku: (tratando de respirar) S... Sí, quizás sea lo mejor. (trata de sonreír) S... Solo es un sueño.

Aunque no estaban completamente convencidas de la idea, ambas se miraron por un momento y decidieron echarse nuevamente en la paja, con la esperanza de que realmente todo fuera un sueño, y que cuando despertaran, todo volvería a la normalidad.

Pero Luka no estaba del todo satisfecha. El miedo a que algo sucediera o alguien se acercara le impedía dormir. Si esto fuera de verdad un sueño, ¿por qué no despertarse? Pero incluso eso se le estaba complicando. El frío era lo de menos, en realidad. En su cabeza solo pasaban miles de preguntas. Las más importantes eran si esto podía ser una broma pesada de sus amigos, aunque no tendría sentido... Entonces, tal vez, sería aún peor: ¿un secuestro?

Ambas no tenían idea de nada y solo trataban de no pensarlo. Se mantenían abrazadas en la paja, también tratando de generar calor, despiertas y observando asustadas a su alrededor. Luka, siendo la que abrazaba más a Miku, ponía casi todo su cuerpo encima de ella en señal de protección.

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Ya había llegado el amanecer, una cálida mañana que se asomaba como cualquier día normal. Lástima que era todo lo contrario.

En un granero de algún lugar desconocido, Luka, como dijo, no durmió nada, pues estuvo vigilando. Desgraciadamente, para ella, terminó de confirmar que esto no era ningún tipo de sueño, sino que podría tratarse de algo muy serio. Y aunque parecía una mala idea, dado que en cualquier momento alguien podría aparecer, decidió dejar a Miku durmiendo, acomodándola en la paja lo mejor posible.

Se levantó cansada para tratar de averiguar dónde estaban. Al menos debía tener una idea sobre su ubicación. Sus celulares se habían quedado en su casa, sobre la mesa de noche, así que ya no podía saber ni qué hora era, ni qué fecha, o lo más importante: tratar de llamar a alguien para pedir ayuda.