Amor Elemental (Miku x Luka)

Capítulo 5 - Entrenamiento (Parte 2)

Lejos, en las afueras de la ciudad, Miku se encontraba con la amiga de Maih, preparándose para su entrenamiento.

Miku: (pensando) La despedida con Luka fue bastante triste, pero tengo que aprender mi poder con el agua si quiero regresar a casa con ella.

La amiga de Haru y Miku llegaron a un campo rodeado por un hermoso lago cristalino.

Miku: Oye, por cierto... ¿no me dijiste tu nombre?

Mujer misteriosa: ¿Qué? Ah, claro. (serena) Mi nombre es Maih.

Miku: ¿Maih?

Maih era una mujer de 32 años con un cabello azul largo y sedoso, que caía en ondas suaves más allá de sus hombros. Su mirada era intensa y expresiva, con ojos del mismo color que parecían reflejar la profundidad de un lago. Llevaba una casaca roja carmesí con detalles negros elegantes que dejaban a la vista parte de su escote pronunciado, resaltando su figura. Complementaba su atuendo con unos pantalones de un azul oscuro que le daban un toque audaz y práctico, y unas botas negras altas con detalles pequeños y delicados, que añadían un aire de sofisticación a su porte imponente.

Miku: Bueno, supongo que ya sabes que soy Miku. Hatsune Miku. (sonríe) Es un gusto conocerte.

Maih: Lo mismo digo. Bueno, te explicaré. (levanta una mano) Como ya sabes, estás aquí para aprender sobre el poder del agua. Primero, tienes que aprender a controlarlo. Después, tus ataques mejorarán a medida que sigas entrenando, subas de nivel y derrotes demonios. Pero, para empezar, vamos con lo básico. Así que, ¡comencemos de una vez!

Miku: Está bien...

Así, el entrenamiento de Maih y Miku comenzó. El primer día, Maih no perdió tiempo y se puso directamente a trabajar con Miku. El entrenamiento no solo consistiría en mejorar su poder sobre el agua, sino también en forjar su cuerpo y mente, siguiendo una disciplina estricta, casi marcial.

-...

La primera semana fue intensiva. Maih comenzó con lo básico, enseñando a Miku a controlar el agua. Al principio, Miku solo era capaz de mover pequeñas cantidades de agua, pero a medida que la semana avanzaba, su control se volvía más preciso. Aprendió a formar figuras complejas con el agua: esferas flotantes, cortinas líquidas que respondían a sus movimientos, e incluso criaturas de agua que parecían cobrar vida antes de desintegrarse. Cada ejercicio se centraba en la concentración, la respiración controlada y el enfoque, algo que Miku no estaba acostumbrada a hacer.

Al mismo tiempo, Maih le enseñaba a caminar sobre el agua, un desafío en el que Miku caía una y otra vez. Las risas de Miku al mojarse fueron constantes, pero también le daban una perspectiva más relajada sobre el entrenamiento. Con cada caída, aprendía más sobre el equilibrio y la flexibilidad, y poco a poco fue dominando el arte de caminar sobre el agua, incluso pudiendo saltar de un punto a otro sin tocar la superficie.

Un día, Maih le ordenó crear agua sin necesidad de un río o lago cercano. Esto parecía un desafío aún mayor, pero Miku pronto descubrió que el agua ya existía dentro de ella misma, como una energía que fluía a través de su ser. Al principio, las gotas de agua solo salían de sus manos, pero al final de la semana, podía generar chorros poderosos con solo una pequeña presión mental, canalizando el poder del agua desde lo más profundo de su cuerpo.

Finalmente, Maih comenzó a enseñarle a Miku a utilizar el agua como arma. La primera lección consistió en crear proyectiles de agua que lanzaba con gran precisión hacia un objetivo fijo. Luego, avanzaron a formas más complejas, como lanzamientos de agua a alta velocidad que podían perforar rocas. Miku también comenzó a practicar el ataque cuerpo a cuerpo, aprendiendo a usar el agua para potenciar sus puños, creando golpes con fuerza similar a los de una avalancha.