The Player [El club 1] ©

Capítulo 9

Desperté con un gran dolor de cabeza, no había dormido casi nada, esa carta me había dejado pensando mucho, y sinceramente no sabía qué hacer. Si iba algo malo podía pasar, si no iba algo malo podía pasar. Entonces la opción más viable en este caso era huir del país, sí, definitivamente.

Me levanté de la cama y caminé con pereza hasta el baño, la fiesta de ayer fue exitosa, hubo 2 personas que quisieron invertir en proyectos, y eso implicaba más ganancia para la compañía, dos inversiones denotaban miles y miles de dólares para la empresa. Armando se fue antes de que todo acabara porque tenía "un asunto". Cuando el evento finalizó, nos quedamos para dejar el salón como lo habíamos encontrado, Bean se ofreció a llevarme a casa en su auto así que acepté, me había agradado mucho, sentía que lo conocía hace años, nos acoplamos increíble, y su forma de ser era bastante dulce y juguetona.

Joshua y Josh se fueron justo después que los invitados, ya que también tenían un asunto que resolver. Y me sentí inquieta por eso, porque mientras yo estaba aquí arreglando mesas y limpiando salones, ellos estaban haciendo Dios sabe qué, y me preocupaba. Pero traté de ignorar mi parte psicótica y meterme solo en lo que tenía que meterme.

Cepille mis dientes y me di una ducha rápida, me puse mi ropa usual para ir a trabajar, hoy era día de nuevos proyectos, esto significaba recibir a nuevos inversionistas y mostrarles el edificio. No estaba de humor para...bueno para nada.

— ¡Kelly baja que nos vamos en 5! - Escuché gritar a Liz desde el otro lado de la puerta, abrí y la miré ahí, con una falda color negro que marcaba un poco sus glúteos y una camisa celeste bastante formal y elegante, arrugué las cejas viéndola de arriba a abajo.

— ¿Tú a dónde es que vas? - Cerré la puerta detrás mío mientras miraba como ella caminaba hasta la sala y tomaba su bolso del sofá.

— Voy a una posible entrevista de trabajo, me harté de Fabián, no me paga bien y me pide hacer 10 cosas distintas en el día, cortar cabello no debería ser tan difícil y agotador, creo que ya tengo arrugas y me tiembla el ojo por causa de estrés así que renuncié y...voy a solicitar empleo en una empresa diferente. - caminé hasta donde ella estaba y asentí entendiendo todo.

— ¿Dónde irás a solicitar empleo? - Dejé mi cartera en el sofá donde antes Liz había puesto la suya.

— A Future Company. - Dijo con una sonrisa de oreja a oreja, la miré con cara horrorizada.

— ¿Qué? ¿Vas a ir a mi trabajo a pedir empleo? Estas loca. - Aseguré caminando hacia la cocina, escuchando los tacones de Liz sonar detrás de mí.

— ¡Oye no me juzgues! A ti te dio trabajo ¿Por qué a mí no? Llamé a su secretaria y me dijo que podía haber una vacante, así que dije... ¿Por qué no? - voltee a verla mientras sostenía un jarrón de jugo en mi mano.

— Sí... ¿Por qué no? y a mí que me despidan. – apreté los labios asintiendo molesta.

— ¿Por qué iban a hacerlo? – Su ingenuidad a veces me hacía analizar el porqué éramos amigas, cuando yo era la persona más desconfiada y negativa del mundo.