Capítulo 11

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Me sentía pesada, toda mi cabeza daba vueltas, y cuando mi cabello fue arrastrado hacia atrás por la fría ventisca de la noche, vomité en la acera, supongo que tantos nervios y emociones revueltas me habían hecho mal

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Me sentía pesada, toda mi cabeza daba vueltas, y cuando mi cabello fue arrastrado hacia atrás por la fría ventisca de la noche, vomité en la acera, supongo que tantos nervios y emociones revueltas me habían hecho mal.

El de tapabocas sabe mucho sobre los Tucker, sabe hasta lo que hacen, lo que hicieron, de pronto nació en mí esta necesidad de saber qué relación tenía él con los Tucker ¿por qué sabía tanto? ¿Qué más cosas sabía? No entendía este esmero de obtener una especie de revancha o venganza contra Armando, bueno que sí lograba entenderlo un poco, pero Armando era un señor de renombre con un historial entre comillas intachable, que aunque fuese una fachada, mientras la gente lo creyera él seguiría siendo él, y The player seguiría siendo una sombra escondiéndose detrás de una máscara. Pero ahí el dilema, los dos tenían esta máscara de mentiras y secretos, lo difícil era escoger cuál de las dos desenmascarar.

Caminé de vuelta a casa, eran las 10 de la noche, hacía un frío infernal y ya no había autobuses pasando a estas horas, así que me aferré lo más que pude a mi sweater, mi celular comenzó a vibrar, me acerqué a una tienda de conveniencia que por suerte había frente a mí y entré para contestar y de paso conseguir un poco de calor.

Era Liz.

— ¿Aló?

— ¿Cómo que aló estúpida? Me tienes con el alma en un hilo, pensé que te habían matado ¡estaba a punto de llamar a la policía! ¿No pudiste marcarme tras que saliste para saber que estabas bien? ¿Para qué carajo llevas un teléfono mujer? Tú en serio no tienes ni un poco de consideración con nadie, no puedo cre...

— Liz, Liz. - Me apresuré a decir, antes que me diera el sermón del año. — Ya basta por favor, me vas a hacer explotar, ¿Cómo puedes gritar tan fuerte? Te dije que iba a volver, nadie me va a matar, recuerda que voy caminando, estoy a unas 3 cuadras del apartamento, espera que llegue y te contaré todo, solo deja de parecer mi mamá, por Dios. – Liz suspiró del otro lado de la línea.

— Me pongo así porque te quiero.

— Yo igual te quiero, Liz.

***

— Necesito un reporte de lo que se ha hecho hasta ahora, de los nuevos accionistas también, ¿Cómo van las inversiones? Necesito saber más sobre eso, ¿estás anotando todo baby?

— Oh. – Parpadee mirando a Alex sin saber que decir, desde que llegó se acercó a mí para preguntar todo lo que se había hecho en la empresa esta semana en la que estuvo ausente.

— Baby, te noto distraída ¿Qué pasa? – sacudí un poco la cabeza y le sonreí.

— No es nada, lo siento, ¿vamos a la segunda planta? Te explico todo lo que quieras saber.

— Oh, sería genial pero no puedo, tengo reunión con Joshua en 10 minutos, está insoportable, ¿sabes qué le pasa?

— ¿Mucho trabajo tal vez? – Alex arrugó el entrecejo haciendo un sonido con la garganta.

The Player [El club 1] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora