|Quedé con mi papá hoy a las 2 de la tarde, en la compañía, sala de juntas #2 no llegues tarde.
8:50
Me congelé cuando recibí el mensaje de Josh, porque hoy era el día, podía ser la única oportunidad que tendría, porque el horario de Armando era apretado y resultaba ser un milagro que tuviera tiempo de verme a mí, una empleada insignificante.
Toqué la puerta del consultorio de Sarah. Últimamente me sentía muy tensa y preocupada, siempre que me pasaba eso, venía a ver a mi psicóloga Sarah, ella me escuchaba y no hacía tantas preguntas innecesarias. Eso era lo que necesitaba ahora.
— Adelante. – Habló alguien desde dentro, imaginé que se trataba de Sarah. Me adentré de a poco y asomé mi cabeza a través de la puerta. Sonriéndole a Sarah que estaba en su silla con un anotador en la mano. Sarah tenía una personalidad dulce y paciente, propia de una buena psicóloga, su cabello era negro y liso naturalmente, siempre lo usaba corto, se veía una mujer joven y esbelta pero ya tenía sus años, solo que se cuidaba mucho y siempre la veía con barras de proteína o jugos raros.
— Mi querida Kelly, pasa por favor. – Me pidió curvando sus labios con una sonrisa amplia.
— Hola, espero mi cita no haya interrumpido tu horario. En serio necesito hablar con alguien. – Me senté en el mueble que ella tenía para los clientes.
— Oh no, siempre tendré tiempo para ti mi niña, hace ya 1 mes que no vienes ¿eso significa que todo ha ido bien?
Me humedecí los labios haciendo una mueca de desilusión. — La verdad no...Por eso vine, quería saber que pensabas. Pero antes...– Saqué una hoja y una pluma de mi cartera y se las extendí.
— ¿Y eso?
— Una hoja de confidencialidad, no es completamente real pero para mí lo será, es algo simbólico, debes prometer no contarle a nadie sobre esto. A nadie Sarah. – La nombrada tomó lo que le extendí rápidamente y me miró con extrañeza.
— ¿Es algo muy serio? - Preguntó firmando el papel.
—Sí.
— Bien. - Sarah se acomodó en su sillón, preparada para escuchar.
—Tengo un medio hermano.
—Oh, ¿en serio? - Sonrió con sorpresa.
— Él es...está loco y es malo, me está obligando a hacer cosas, y siento que en cualquier momento se me van a salir de las manos, ya se me salieron de las manos. Pero creo tener un plan Sarah, y tú eres la única que lo va a saber, y que me va a ayudar, por ahora.
Apretó los labios y simuló cerrar su boca como un zipper — Mi boca es una tumba.
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The Player [El club 1] ©
Roman pour AdolescentsKelly descubre un extraño manuscrito en el escritorio de su jefe, y el contenido de este hará que su vida cambie radicalmente, es demasiado tarde, aquí no puede escoger bandos, en realidad no sabemos quienes son los buenos ni los malos, todo lo que...