Capítulo 33

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Antes de dejarme salir, tres policías me dieron instrucciones para la emboscada de mañana hacia Lie, yo trataría que estuviera vulnerable, que no hubieran guardias ni personas a su alrededor (No tengo idea de cómo haría eso) y apretaría disimulada...

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Antes de dejarme salir, tres policías me dieron instrucciones para la emboscada de mañana hacia Lie, yo trataría que estuviera vulnerable, que no hubieran guardias ni personas a su alrededor (No tengo idea de cómo haría eso) y apretaría disimuladamente un botón que me habían dado el cual funcionaría cómo una alarma, el botón les daría señal verde para entrar al Club y así arrestar a Lie.

Todo parecía sencillo y meticuloso pero sabía que no sería tan simple.

Una vez salí de la estación lo primero que vi fue a Liz, su cara denotaba preocupación y tristeza, estaba apoyada en un auto que de inmediato reconocí.

— Oh gracias al cielo - Se acercó a mí con paso apresurado nada más me vió salir, la ventana del piloto fue bajada y pude ver a Bean, sabía que estaba confundido, y quise reprender a Liz por meterlo en esto cuando él no tenía esa responsabilidad, ninguno de ellos la tenía. — No sabes cuánto me alegro de que estés bien, pensé que te meterían a la cárcel, Dios...no sabes todo lo que pasó por mi cabeza.

— No cantes victoria aún - Levanté mis comisuras esbozando una sonrisa cansada, y conseguí que Liz se alarmara.

— No me digas eso - Se pasó una mano por la frente y suspiró — Ven, entremos al auto - Ella abrió la puerta trasera y yo entré al vehículo, en cuento estuve cómoda en una esquina y Liz ya había entrado, no pude contener las lágrimas, me sentía destrozada, por Joshua, por tener que entregar a Lie, por no poder enfrentar a Armando cómo hubiese querido, porque la verdad es que nunca tuve el poder, creí tenerlo pero solo fue una ilusión tonta de mi parte creer que podría con personas cómo él, o creer que alguien como Lie podría salvarme, aunque nunca esperé que lo hiciera, al final nadie salva a nadie, debes buscar la forma de ayudarte a ti mismo, si lograba entregar a Lie lo demás sería tratar de sacarme a Armando de encima y ver qué hacía con el club, no podía pasar por alto el hecho de que estaba a mi nombre, y poco sabía yo de manejar o administrar clubes, a duras penas manejaba mi vida.

Todos nos mantuvimos en silencio de regreso al departamento, yo no quería hablar, solo se me apetecía pensar, porque debía pensar muy bien cada paso que fuese a dar, ya que el primer desliz y todo se volvería una total catástrofe para mí, así que Bean manejó en silencio lo cual agradecí, y Liz me sostuvo la mano en todo el camino, diciéndome cada tanto que todo estaría bien.

Pero eso no podría saberlo.

***

Liz y Bean escucharon con atención cual sería el plan, y la condición que Armando me había impuesto, no debo ni explicar lo molesta y frustrada que Liz estaba con todo esto, y Bean...el pobre no entendía nada y tuve que explicarle desde el principio, al final, entendieron que lo que debía hacer era lo mejor y no tenía muchas más opciones, era esto o ir a la cárcel sin haber luchado.

Después de todo esto, de ser el juguete de Lie e inconscientemente ser controlada por los Tucker, entendí que había una diferencia entre ellos, y era que todo lo malo que Lie me había hecho, como amenazar a Liz, sé que lo hizo para incentivarme, para darme coraje, debo admitir que no fue la menor manera de enseñarme valentía, pero funcionó, y así como había podido hacer todo lo que había hecho, sé que podría hacer esta última tarea, era difícil, pero Lie sabría cómo salir, tenía que saberlo.

The Player [El club 1] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora