Estos son siete chicos licántropos de distintas edades, clase social, estilo de vida e historias que estudian en la misma escuela, apenas en su adolescencia intentando descubrir lo que es el amor y el placer carnal terminan envueltos en una serie de...
- ¿Taehyung? –dijo el mayor sin recibir respuesta.- ¿ya estás dormido?
Nam Joon movía con fuerza sus caderas, introduciendo por completo su miembro y logrando golpear la próstata del chico, quien mordía fuertemente su brazo para ahogar los gritos que querían salir de su boca, mordió tan fuerte que comenzó a sangrar aquella zona.
- ¿hijo? –el mayor suspiró.- bueno, si estás despierto quiero avisarte que saldré un rato a caminar.
Volvió a acostarse boca arriba y miró al moreno con un hilo de sangre cayendo por su mentón, pero éste no se detenía, al contrario, se movía cada vez más bruscamente, haciendo que Tae Hyung mordiera tan fuerte su labio que terminó rompiéndolo.
- Bueno, ya me voy. –dijo su padre.- dulces sueños, hijo.
Siguieron en lo mismo hasta que se escuchó el ruido de la puerta cerrarse, más algunos minutos.
- Es demasiado tarde para escapar. –dijo Nam Joon masturbando el miembro del menor.- se ha ido, no silencies tu voz.
- P-para... -Tae Hyung gimió con fuerza.- ¿no tienes vergüenza? Traicionar una promesa que me hiciste con acciones tan sórdidas.
- ¿eso es lo que piensas? –el moreno separó más las piernas del chico, quien gimió y lo miró con temor.-
- ¡no! –gritó Tae Hyung.-
- ¿es eso lo que piensas? –repitió Nam Joon.-
Movió sus caderas lo más rápido y fuerte que podía, haciendo que el menor gimiera a gritos por el dolor que le hacía sentir.
- ¡D-duele, Namjoon! –gritó nuevamente.- n-no puedo... por favor para... por favor.
- ¡aquí el único desvergonzado eres tú! –el mayor lo miró frunciendo el ceño, sin dejar de moverse.- ¿cómo te sientes ahogando tus gritos mientras empujo más adentro? ¡Respóndeme!
En eso, el silencio llenó aquella habitación, Nam Joon detuvo sus caderas al ver al menor dejar de forcejear y cerrar sus ojos con aquel hilo de sangre cayendo por su mentón y sus mejillas encharcadas en lágrimas; el mayor comenzó a moverlo, intentando hacer que despertara, sus ojos habían vuelto a la normalidad.
