Estos son siete chicos licántropos de distintas edades, clase social, estilo de vida e historias que estudian en la misma escuela, apenas en su adolescencia intentando descubrir lo que es el amor y el placer carnal terminan envueltos en una serie de...
- No entiendo ¿cómo que no estoy embarazado? Si yo me hice una prueba y salió positiva.
- Pues no hay nada allí, señorito. –dijo el doctor.- usted presenta un llamado embarazo psicológico, cree estar embarazado porque tiene los síntomas, ¿no? Seguramente todo fue un simple malestar estomacal, alguna baja de presión, o simples gases que hicieron que su barriga se abultara un poco y estuviera mareándose constantemente, desmayándose y usted sólo creyó que era embarazo, suele suceder. ¿se hizo una prueba casera?
- Esas pruebas no son del todo seguras, la mayoría de las veces fallan. –el mayor les sonrió.- espero que esto les sirva de lección y ahora se cuiden más.
- S-si doctor. –murmuró el menor.-
Aquel hombre se levantó de su asiento y buscó una servilleta, cuando volvió se la entregó a Chan Yeol.
- Ten. No les voy a cobrar, pero procuren no tener que volver aquí en mucho tiempo, eh.
Ambos asintieron, Chan Yeol limpió el gel del vientre de Jung Kook y éste luego de eso arregló su ropa para después levantarse de la camilla agradeciéndole al ginecólogo, juntaron sus manos y salieron de allí.
Mientras tanto, Ho Seok caminando por las calles, yendo hacia una dirección especifica que tenía anotada en un papel que empuñaba en su mano derecha; llegó a un barrio pobre, observando todo con atención, siguió caminando hasta llegar a una casa parecida a la que le había indicado una señora, desde afuera vio hacia aquella casa pequeña y descuidada. Cuando iba a acercarse vio a un hombre salir de allí, por lo que se escondió y esperó a que se fuera, luego volvió a acercarse, pero salió una mujer rubia y despeinada con una bolsa de basura, volvió a esconderse y la vio colocar la bolsa junto a una pila de deshechos; ella se dio la vuelta y volvió a su casa, pero cuando iba a cerrar la puerta Ho Seok lo impidió poniendo su pie, abrió la puerta sin decir palabra alguna y la miró. Ella lo reconoció al verlo, su corazón dio un salto de alegría y a la vez de temor al volver a ver a su hijo en persona después de dieciséis años.
- Eres Park Aera ¿no? –preguntó Ho Seok sin quitarle la vista de encima.-
Las palabras no podían salir de su boca, sentía un mar de emociones en ese momento, tanto que lo único que hizo fue comenzar a llorar con una sonrisa en su rostro, asintió y se apartó un poco, indicándole que pasara. El menor dio unos pocos pasos solo para poder cerrar la puerta.
- Vengo porque necesito respuestas. –dijo él.-
- Lo sé, lo sé, Ho Won me dijo que me estabas buscando. –respondió Ae Ra secando sus mejillas.- Dios... mira cuánto has crecido...
- Así que mi madre te tiene al tanto.
- Si... por favor siéntate, yo te diré lo que quieras saber.
Ho Seok se adentró un poco más a la casa, Ae Ra fue a buscar unas sillas, al volver se sentaron uno frente al otro.
- ¿quién es él? –preguntó señalando la foto de un niño que estaba en la pared.- ¿es tu otro hijo? ¿tengo hermanos?
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