Estos son siete chicos licántropos de distintas edades, clase social, estilo de vida e historias que estudian en la misma escuela, apenas en su adolescencia intentando descubrir lo que es el amor y el placer carnal terminan envueltos en una serie de...
Al llegar al hotel donde Seok Jin se vería con el alfa con el que tendría que aparearse sus padres se despidieron de él sin bajar del auto mientras el chofer bajaba las maletas.
- Piensa en lo que te dije ¿si, bebé? –le dijo Bok Shil a su hijo.- trata de disfrutarlo y hacer que él también lo disfrute.
El menor asintió, no dijo ni una palabra.
- Cuídate, mi niño, nos vemos en una semana. –besó la frente de Seok Jin.- te amamos.
El peli-rosa cerró la puerta del auto y tomó sus maletas para entrar al lugar, no sin antes echarle un vistazo a la fachada del enorme edificio. Al entrar un botones se ofreció a llevar sus maletas, éste le dijo a donde debía llevarlas, ya que su madre le había dado la información de qué habitación había reservado el joven extranjero, pidió las llaves en la recepción y fue al elevador, al cerrarse las puertas suspiró, lo único que sabía de él era su nombre, fue lo único que quiso ver en los papeles que su abuela le había entregado, al llegar al último piso fue hacia donde estaba esperándolo el alfa; en frente de la suite estaban dos hombres vestidos con trajes negros y lentes oscuros, al parecer eran guarda espaldas; hizo una mueca de desagrado y caminó hacia ellos.
- ¿Kim Seokjin? –preguntó uno de ellos.-
- Sí, soy yo. –contestó el peli-rosa.-
- Pase por aquí. –dijo el otro abriendo la puerta.-
El menor entró al lugar siguiendo al guarda espalas, quien lo llevó a donde estaba el alfa con su mayordomo.
- Hasta mayordomo trae. –murmuró el menor en tono molesto.-
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El hombre que lo llevó volvió a la entrada.
- Adelante. –dijo el mayordomo haciéndose a un lado.-
El omega avanzó por la sala acercándose al desconocido muchacho; el tercero se retiró dejándolos solos, el alfa, que estaba de espaldas se dio vuelta y miró al chico frente suyo con una sonrisa.
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- Que gusto volver a verte, Seokjin. –dijo el mayor, animado.-
Seok Jin lo miró asombrado y confundido, no entendía por qué decía eso, si no lo conocía, juraba nunca haber visto su rostro.
