XIII

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-- Creo que robaron mi perfume. –dijo Ji Min a Tae Hyung.- ayer lo dejé junto a mi bolso en el baño y cuando fui a ver no estaba.

- ¿qué hacías en el baño entonces? –Tae Hyung lo miró.- ¿ya lo buscaste bien?

- Ya sabes. –respondió el mayor levantándose de su asiento.- si y no aparece... pero si descubro quién fue le va a ir muy mal a esa persona.

Salieron del comedor y caminaron hacia el salón.

- ¿tú cómo te has sentido? –preguntó el pelirrojo.-

- Bien, eso creo. –Tae Hyung caminó mirando hacia el frente.- si preguntas si he extrañado a Namjoon la respuesta es sí, si lo extraño, pero no voy a buscarlo, él ya me hizo mucho daño.

- Espero que pronto puedas sacarlo de tu cabeza. –se sentó en su pupitre al llegar al aula.- sé cómo te sientes, pero también sé que ese sentimiento no es eterno.

- Eso espero. –también se sentó.-

El salón estaba vacío, casi siempre eran los primeros en llegar.

- Nunca me has contado por qué terminaste así y quién fue el que te desilusionó.

- No quiero hablar de eso.

- ¿te hizo cosas muy malas? ¿hace cuánto fue? –Tae Hyung lo miró fijo.- vamos... sabes que puedes confiar en mí.

Ji Min soltó un suspiro y cerró sus ojos recargándose en el respaldar de la silla, guardó silencio por un momento, recordando; después abrió sus ojos y miró de la misma manera a su amigo.

- ¿quieres saber quién me desilusionó, quién me hizo daño físicamente o gracias a quien soy lo que soy?

Tae Hyung lo miró sorprendido por lo que le había preguntado.

- ¿son personas diferentes? –preguntó algo apenado.- no lo sé... de quién prefieras hablarme tú.

- Si, así es. –asintió y miró hacia el frente.- empezaré desde lo primero que pasó.

En eso volvió a mirar a Tae Hyung.

- Cuando yo era un niño mi padre se bañaba conmigo, a veces dormíamos juntos, me daba besos en la boca, me tocaba mucho cuando me vestía... y yo creía que eso era normal entre un padre y su hijo. –dijo Ji Min.- cuando cumplí doce años llegó mi primer celo, estaba muy asustado porque sentía mucho dolor... demasiado a decir verdad.

Tae Hyung lo miraba atento y a la vez muy sorprendido por todo lo que le estaba contando.

- Ese día mi madre no estaba para ayudarme, si no mal recuerdo estaba pasando unos días con mis abuelos. –Ji Min volvió a ver hacia el frente.- entonces mi padre se aprovechó de eso y abusó de mí en los tres días que estuve en mi ciclo de celo... aunque yo prefería pensar que fue sólo su instinto animal dominándolo por completo, su alfa queriendo poseer a aquel omega en celo. Pero no acabó ahí... cada vez que mi madre nos dejaba solos él lo hacía. Un día decidí decirle todo... pero ella simplemente no me creyó, por alguna estúpida razón. Cuando él se enteró se puso furioso y fue a buscarme aprovechando que mi madre había salido a hacer las compras, yo estaba saliendo por la ventana de mi habitación cuando él entró y quiso volver a hacerlo... pero luché, él clavó sus garras en mis caderas y me hizo rasguños tan profundos que quedaron marcados de por vida. Yo hice lo mismo con su pecho... fue como pudo dejar de hacerme eso, sabía que si lo volvía a hacer yo lo haría peor... y mi madre no lo perdonaría.

En eso volvió su vista a su amigo, quien lo miraba apenado.

- ¿tu madre nunca lo creyó entonces? ¿incluso cuando lo marcaste así? –preguntó Tae Hyung en un murmullo casi inaudible.-

Crazy School LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora