XXVII

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El invierno había llegado, trayendo consigo el día de la boda de Seok Jin, estaba con una resplandeciente sonrisa mientras su madre lo ayudaba a arreglarse, se puso su traje y zapatos blancos, tomó el ramo de flores y junto a sus padres salió de aquella habitación para ir al lugar donde lo estaría esperando su amado. Los copos de nieve que caían decoraron el lugar al caer al suelo, los invitados lo esperaban, junto al novio ansioso por ver a su amado; Seok Jin caminó junto a su padre por el altar, mirando la sonrisa de su futuro esposo al verlo tan hermoso, su padre lo entregó al menor, para después ir a sentarse junto a su esposa.

- Si hay alguien que se oponga a esta unión, que hable ahora o calle para siempre. –dijo el sacerdote luego de oír los votos de los enamorados.-

Entonces se levantó Tae Hyung, cargando con un brazo a un pequeño niño de no más de un año de nacido, que se aferraba a él por sus costados, mientras que con su mano libre sostenía la de una niña que parecía de unos tres años y su barriga estaba tan abultada y redonda que parecía que ya iba a dar a luz.

- ¡yo me opongo! –dijo el menor.-

Aquella niña se soltó del agarre y corrió hacia Nam Joon y tomó su mano mirándolo.

- Papi. –dijo ella.- ¿porpe ya no vash a venos? ¿ya no nosh quiedes?

Al escuchar aquello Seok Jin miró a Tae Hyung, se dio cuenta de que Nam Joon le había vuelto a mentir, que no solo no había dejado a ese beta, sino que de alguna manera lo había embarazado y no solo una vez, sino tres. Fue entonces cuando despertó del sueño, miró hacia los lados al abrir los ojos y tocó su rostro húmedo, sentándose en la cama.

- Estaba llorado dormido. –susurró secándose y suspiró.- no sé qué voy a hacer...

Volvió a acostarse y cerró sus ojos tratando de volver a dormir.

Yoon Gi y Ji Min siguieron bailando hasta que uno de ellos ya no pudo más y perdió, rieron con sus respiraciones aun agitadas y fueron a descansar.

- Bien, joven Park, me debes una cita. –dijo el mayor con una sonrisa ladina.-

- Señor Min, se ha ganado mi respeto. –dijo el otro riendo.- así que gustoso tendré otra cita con usted.

Sonrieron mirándose a los ojos, aproximadamente por diez segundos, luego Ji Min desvió la mirada aclarando su garganta y buscando algún tema de conversación.

- ¿vamos a otro juego? –preguntó el menor.-

- Claro, pero ahora me toca elegir a mí. –el rubio miró a su alrededor buscando algún juego que llamara su atención.-

- Está bien, pero esta vez sin apostar.

- ¿por qué? ¿tienes miedo de perder conmigo otra vez? –lo miró con una sonrisa ladina.-

- ¿eh? Por supuesto que no, no seas tonto. –dijo Ji Min riendo levemente.-

Yoon Gi tomó la mano ajena y caminó hacia otro lugar en la sala.

- Una carrera ¿te parece? –preguntó el mayor.-

- Bien, esta vez te haré comer polvo. –dijo el pelirrojo.- bueno, el polvo virtual.

Rió por lo que él mismo dijo, Yoon Gi negó con su cabeza y fue a subirse a una moto, Ji Min se subió a la otra y comenzaron a jugar.

Mientras tanto, Ho Seok cabeceaba en su escritorio, sintiendo que los parpados le pesaban, ya no podía resistir el sueño, pero escuchó el timbre, lo que le hizo despertar, restregó un poco sus ojos y se levantó con algo de pesadez, salió de su habitación y bajó las escaleras, abrió la puerta principal de la casa y miró al chico que había tocado.

Crazy School LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora